En los últimos meses, había un local de juegos recreativos en Boston que se había vuelto, con diferencia, el lugar favorito de Min Ji en el mundo. Ella y Han Dong iban allí constantemente y pasaban la tarde juntas jugando, divirtiéndose, compitiendo y molestándose mutuamente entre risas y conversaciones más o menos superfluas.
Aquella tarde, después de discutir con Dodo y que ella se negara a cogerle el teléfono, habían terminado allí de nuevo, con Han Dong tratando de distraerla de sus preocupaciones y Min Ji pensando que Han Dong no necesitaba esforzarse tanto, que con tenerla allí con ella era más que suficiente.
Apenas habían hablado de nada desde que habían llegado, pero ahora, sentadas en el suelo, completamente exhaustas tratando de recuperarse de haberse pasado un rato muy largo en el simulador de baile, aquello cambió.
Empezó Han Dong, usando sus dedos para peinarla y quitarle el pelo de delante de la cara.
-¿Te sientes mejor?
"Siempre me siento mejor cuando estoy contigo" estuvo a punto de contestarle. Tenía muchas ganas de hacerlo. Cada vez le costaba más la idea de resistirse cuando la tenía cerca.
Al final solo asintió, temiendo que si abría la boca no podría controlar lo que su fuese a decir, y cuando Han Dong le sonrió de forma tan amplia y dejó de jugar con su pelo para sujetarle la mejilla sin importarle si Min Ji estaba empapada en sudor, Min Ji sintió que su corazón latía tan deprisa que todo el mundo en esos recreativos podía escucharlo.
-Sé que, realmente, no sé nada sobre Dorothy -siguió Han Dong-, pero no te preocupes. Sé que encontrarás la forma de solucionarlo, solo necesitas tener paciencia con ella.
Min Ji suspiró, y despacio llevó su mano hasta la de Han Dong en su mejilla, y la sujetó, como una forma de asegurarse que el tacto era real, para asegurarse de que ella no apartara la mano todavía.
-No puedo contarte lo difícil que lo ha tenido siempre porque se enfadaría conmigo -dijo Min Ji-, pero últimamente lo ha estado pasando muy mal. Debería haber tenido más cuidado hablando con ella. No sé si bastará con tener paciencia...
-Encontrarás la forma de arreglarlo, Ji, siempre lo haces.
Min Ji sonrió. Estaba avergonzada por las palabras tan dulces que Han Dong le dedicaba, pero a la vez la felicidad no le cambia en el pecho. Siempre le habían gustado los halagos, sentirse querida, pero cuando lo hacía Han Dong se sentía como si estuviera flotando en una nube.
Probó suerte subiendo la mano que tenía libre hasta la mejilla de Han Dong, tal y como Han Dong hacía con ella, en un gesto cariñoso que no estaba segura de qué significaba, pero que sentía que tenía que hacer, que sentía que tenía la oportunidad de hacer.
-Gracias -le agradeció, y Han Dong sonrió y se sentó un poco más cerca, hasta que sus hombros se tocaron.
Había desaparecido el resto del ruido, el resto de la gente. Para Min Ji solo quedaba Han Dong y esos ojos que no podía dejar de mirar.
Si el tiempo se hubiera parado en ese instante, Min Ji hubiera sido feliz. Estaban tan cerca, mirándose fijamente la una a la otra durante tanto rato que parecía irreal, que resultaba extraño de una forma terriblemente casual e íntima.
Solo tenía que inclinarse un poco más y besarla, estaban tan cerca que parecía la única respuesta correcta.
Sintió que temblaba, y su valentía se desinfló como un globo.
Apartó la mano y se levantó del suelo con prisas, como si nada de aquello hubiera pasado, como si no hubieran estado tan cerca, como si no le hubiera pasado por la cabeza que, tal vez, Han Dong quería aquello tanto como ella.
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Not all Girls are from Venus » Dodo x I.M. MONSTA X
RomanceDodo era como una bala perdida, como la rosa con más espinas. Quizá podría romper el corazón a cualquiera con un parpadeo y las costillas de un puntapié pero, para Chang Kyun, ese ángel de la destrucción era lo más bello que hubiera visto jamás. Él...