Cosmic Labyrinth #7

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Hyun Woo siempre había sido una persona más práctica que sentimental. Le gustaban las cosas que tenían una utilidad, que giraban en torno a un propósito, que tenían una finalidad. Le gustaban las cosas sencillas, era callado aunque siempre sincero (a veces incluso demasiado) y no se enfadaba con facilidad. Era una persona simple, que no se complicaba. En su pirámide de necesidades básicas, de menos a más estaban: poder dormir bien, poder comer bien, y, en la cima, la atención de Ho Seok. Solo con eso, él podía sobrevivir.

Su novio, en cambio, era una persona mucho más compleja. Ho Seok disfrutaba complicándose la vida.

Ellos dos eran polos opuestos. Ho Seok hablaba, y hablaba, y seguía hablando sin importar de qué. Él solo hablaba. Siempre tenía algo que contar, por simple o absurdo que fuera. Le costaba empezar, pero después no había forma de callarle. Aun así, siempre se preocupaba de los sentimientos de todo el mundo, hasta un punto que casi era insano. Ho Seok se comunicaba con una gracia y con una dulzura que era imposible no quererle. Y siempre tenía planes para todo. Cualquier cosa por nimia que fuese era importante y merecía una celebración acorde.

Su sobrina solía decirle que eso se debía a que Ho Seok era "INFP", aunque Hyun Woo no tenía ni la más mínima idea de qué significaba eso. Se estaba haciendo mayor para entender toda esa jerga y cultura general que para los adolescentes eran cosas de sentido común.

En cualquier caso, que Ho Seok fuese así era la razón por la que él estaba allí, comiendo en un restaurante en vez de en casa tras haber salido de trabajar antes. Era catorce de mayo, de modo que era el aniversario de los dos. En concreto, el undécimo.

Hacía once años desde que Ho Seok se había declarado con una carta y desde que Hyun Woo le dijo que correspondía sus sentimientos. El tiempo había volado, Hyun Woo no se creía que hubieran pasado tantos años.

Volvió a mirar el reloj. Aún quedaban tres horas para que tuviera que presentarse en casa como Ho Seok le había pedido que hiciera.

Estaba a punto de terminarse el primer plato cuando, todavía con medio muslo de pollo en la boca, alguien se sentó en la silla desocupada que había frente a él en su mesa. Concretamente, lo hizo un pequeño demonio de metro ochenta y pelo castaño hasta la cintura.

-Invítame a comer, tengo hambre –le dijo como si tal cosa, y llamó al camarero sin siquiera esperar por una respuesta de su cuñado.

Hyun Woo era una persona simple, y no se le ocurría ninguna razón por la que Lee Do Yeon hubiera hecho lo que acababa de hacer.

-¿Qué se supone que haces aquí, niña? –le contestó él mientras se limpiaba la boca.

-Ya te lo he dicho, ahjussi, tengo hambre.

Si esa chica pretendía sacarle de quicio, lo estaba consiguiendo.

Hyun Woo sabía que lo hacía a propósito, que metía el dedo en la herida siempre a propósito para hacerle enfadar como nadie le hacía enfadar. Pero él seguía cayendo en las provocaciones de esa muchacha a la que doblaba la edad.

Suspiró, armándose de paciencia, y se quitó los guantes de plástico que estaba usando para comer con las manos después de haberse limpiado la boca.

-No le he dicho nada a tu hermano sobre tu novio, exnovio, o lo que puñetas sea, si es lo que te preocupa –le dijo Hyun Woo-. Aunque me resulte bastante estúpido que quieras dejarle escapar.

Dodo hizo una mueca de disgusto antes las palabras de su cuñado, y se pensó muy seriamente levantarse y largarse de allí. ¿Qué se creía que hacía ese hombre metiéndose en lo que ella hacía o no hacía? Sonrió con todo el desdén y la ironía del mundo y susurró un "cierra la boca" en inglés que solo consiguió que Hyun Woo rodara los ojos y negara con la cabeza.

Not all Girls are from Venus » Dodo x I.M. MONSTA XDonde viven las historias. Descúbrelo ahora