Cuando pensaba en su infancia, lo que Min Hyuk más recordaba era lo turbulenta, imprevisible y agridulce que había sido. Era una amalgama de recuerdos malos, de sensación de abandono y de escuchar llorar a sus hermanos.
Min Hyuk y Dodo pasaron la mayor parte de sus primeros años de vida metidos en una guardería y el resto en brazos de Ho Seok. Su padre apenas estaba, y su madre les trataba como si fuesen un entretenimiento. Si estaban de buenas y ella no estaba ocupada, jugaba con ellos e incluso dejaba que Min Hyuk se colgara de ella, pero en cuanto empezaban a llorar y no sabía qué hacer para consolarles o qué necesitaban, rápidamente se lo encargaba a Ho Seok. Y eso era cuando estaba libre. La gran mayoría del tiempo les echaba y les decía que estaba ocupada, que fuesen a jugar con Ho Seok. Les compraba cosas constantemente, y tenían más peluches, juguetes, videojuegos, videoconsolas y películas y series en DVD de las que podían contar pero, ¿les había cambiado el pañal alguna vez? ¿Les había dado de comer o bañado alguna vez? Que los hermanos Lee supieran, ni una sola vez.
Cuando ella estaba, Min Hyuk la perseguía por todos lados tratando de obtener su atención. ¿Dodo? Ella hacía todo lo contrario. Desde que tenía dos o tres años, Dodo empezó a rechazar cualquier acercamiento que su madre tuviera con ella. La empujaba cuando trataba de abrazarla, lloraba cuando la cogía en brazos o se acercaba demasiado.
Cuando se hicieron un poco más mayores y Ho Seok ya estaba con Hyun Woo, muchas tardes las pasaban en casa de Ki Hyun. Y, de pronto, dejaron de ser solo ellos dos para ser tres. Min Ji tenía un año más que ellos dos, y se convirtió en la primera amiga que tuvieron los gemelos, y posiblemente la única verdadera amiga que habían tenido nunca.
Su infancia pasó así, entre casa de Ki Hyun, la guardería y las atenciones y las lágrimas de Ho Seok.
Había sido agridulce en todos los sentidos, pero había dos recuerdos alegres que destacaban entre ese montón de recuerdos amargos que habían definido su infancia.
El primero era de la última noche de febrero de 2003. Había sido una o dos horas antes de que Ho Seok cumpliera la mayoría de edad. Ho Seok llevaba semanas enfadado con su madre, lo había estado desde que su progenitora se olvidó por completo del cuarto cumpleaños de los mellizos y siquiera apareció por allí, mucho menos les regaló algo (Min Hyuk sabía, por lo que le había dicho Dodo, que la gran mayoría de regalos que había recibido de parte de sus padres durante todos aquellos años, eran regalos que había comprado Ho Seok). Ese día, a punto de cumplir los 18, Ho Seok les dijo a los mellizos que se iban a ir de esa casa para no volver nunca, y a ellos dos les faltó tiempo para coger sus peluches favoritos y sus videoconsolas e ir corriendo a meterse en el coche mientras Ho Seok metía parte de la ropa de los tres en una bolsa de deporte.
Ho Seok solía escaparse y no volver a casa durante días, pero esa fue la primera vez que les llevó con él.
Condujo y condujo hacia el norte y no paró hasta que, tres horas más tarde, llegaron a Canadá, y durmieron en un pequeño pueblo a veinte minutos de la frontera. Pasaron allí cuatro días, en lo que Min Hyuk consideraba una de las mejores vacaciones que había tenido.
Después su padre denunció el robo del coche y el secuestro de sus dos hijos menores y tuvieron que volver, pero por cuatro días fueron solo ellos, y estuvo bien.
¿Por qué él y Dodo no podían haber nacido unos años más tarde? Tal vez, de hacerlo, Ho Seok podría haberles adoptado y haber sido su padre a todos los efectos. A veces, Min Hyuk perdía tiempo imaginándose una vida en la que Ho Seok y Hyun Woo eran sus padres.
Ese era el mejor recuerdo que tenía, el segundo había pasado en septiembre del año siguiente. Min Hyuk tenía cinco años en ese entonces y no sabía qué lo había desencadenado, pero Ho Seok desapareció sin dejar rastro y no dio señales de vida hasta el día siguiente. Normalmente llamaba, dejaba un mensaje de texto o incluso una carta donde pedía que no le buscaran y que volvería pronto (pronto podía ser una semana más tarde), pero aquella vez no dijo nada, y tanto Dodo como Ki Hyun como Hyun Woo pensaron que Ho Seok no iba a volver, que había llegado a su límite y que se iba a mudar a ese pueblucho de Canadá donde llevó a los mellizos el año anterior, y que iba a empezar una nueva vida allí.
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Not all Girls are from Venus » Dodo x I.M. MONSTA X
RomantizmDodo era como una bala perdida, como la rosa con más espinas. Quizá podría romper el corazón a cualquiera con un parpadeo y las costillas de un puntapié pero, para Chang Kyun, ese ángel de la destrucción era lo más bello que hubiera visto jamás. Él...