Min Hyuk siempre pensó que, durante un tiempo, podría evitar ver a Min Ji más de lo necesario. Que podría usar a Elkie como excusa para no verla, o a Han Dong.
Aquella fiesta se había vuelto rara nada más Min Ji y su novia hicieron acto de presencia. Al menos, se volvió rara para Min Hyuk. Se suponía que ellas dos iban a estar en el cine, por eso había aceptado ir en vez de poner excusas. Qué se suponía que tenía que hacer ahora, en una fiesta que no estaba lo suficientemente avanzada ni para escabullirse ni para estar completamente borracho. Y lo cierto era que alguna de las dos cosas le hubieran ido de perlas.
Falto de esas opciones, solo se quedó allí, en la cocina con su vaso de plástico en la mano, esperando a que sucediera lo inevitable. Y Min Ji, completamente ajena a lo que pasaba por su cabeza, quizá demasiado alegre como para darse cuenta de que algo podía ir mal, se acercó con prisas y se abrazó a su mejor amigo.
Había una cosa sobre Min Ji que molestaba y fascinaba a Min Hyuk a partes iguales. Había cierto afán de protagonismo en ella siempre. No como el de Min Hyuk, que era casi obsesivo y nada sano, sino la energía y necesidad de atención de una chica preciosa que sabía que era preciosa, con el carisma y la extroversión de una celebridad y con la experiencia de saber que, sin esfuerzo, podía conseguir lo que quisiera.
Min Hyuk se preguntaba en qué momento dejó de querer ser como ella y pasó a enamorarse de ella.
Ella le apretó más fuerte entre sus brazos mientras se reía, y Min Hyuk forzó una sonrisa y correspondió a ese abrazo que, en verdad, no quería corresponder. Estaba triste. Pero, sobre todo, le daba mucho miedo darse cuenta de que necesitaba a Min Ji, que no podía librarse de sus sentimientos por ella, ni aunque tratara de ensordecerlos teniendo sexo con una chica demasiado guapa que sabía que él no la quería, y que, posiblemente, no tardaría en cansarse de sus intentos desesperados de sentir algo por ella que no fuese atracción sexual.
-Hace semanas que apenas te veo -le dijo Min Ji al separarse de él lo suficiente como para mirarle y poder mostrarle una sonrisa, pero sin dejar de rodearle con los brazos-. Tengo que contarte un montón de cosas... y tú a mí también. ¿¡Cuándo has empezado a salir con Elkie!? -le dijo, más emocionada de lo que Min Hyuk se esperaba que ella estuviera por la noticia. (No iba a mentir, le dolió lo alegre que ella sonó al decirlo)-. No me habías dicho nada.
Min Hyuk se rió, de la forma más verosímil que pudo, mientras no podía evitar que Min Ji le arrastrara a un lugar un poco menos ruidoso para que pudiesen ponerse al día.
-Es que realmente no estamos saliendo, ¿sabes? -le dijo mientras ella le llevaba donde quería.
-¿Ah, no? Sorn dice que pasáis un montón de tiempo juntos últimamente... a solas -le dijo, y el tono de ese "a solas" sonaba demasiado travieso como para poder ignorar lo que ambos sabían que significaba.
-Solo somos amigos, noona. Amigos con derechos, pero amigos -Se rió un poco más, y no pudo evitar que Min Ji le mirara, estupefacta y algo incrédula pero sin borrar la sonrisa de su cara, y le diera un golpe juguetón en las costillas.
-Míralo, qué travieso él.
Y de pronto ya no hacía falta fingir sonrisas. Min Hyuk se había quedado atascado en la de ella, como si no hubiera más mundo, como si no importara nada más.
Tuvo que hacer un esfuerzo monumental por no abrazarla, por no decirle lo mucho que la había echado de menos, por no decirle que daría cualquier cosa porque ella le quisiera a él y solo a él.
Y, sobre todo, necesitaba una excusa, la que fuese, para que Min Ji no le contara lo contenta que estaba de tener a Han Dong en su vida y lo bien que iba su relación. Si lo hacía por mensaje podía no leerlo, o al menos esconder su enfado, su frustración y su tristeza si decidía hacerlo, pero en persona sabría que no sería capaz.
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Not all Girls are from Venus » Dodo x I.M. MONSTA X
RomanceDodo era como una bala perdida, como la rosa con más espinas. Quizá podría romper el corazón a cualquiera con un parpadeo y las costillas de un puntapié pero, para Chang Kyun, ese ángel de la destrucción era lo más bello que hubiera visto jamás. Él...