Not all Girls are from Venus » Dodo x I.M. MONSTA X

Rain Drops #25

-Creo que me gusta Han dong unnie.

Para Min Hyuk, esas palabras fueron como si recibiera un puñetazo en la cara, como si pudiera escuchar perfectamente su corazón hacerse añicos dentro de su pecho.

Durante varios segundos, la parte más egoísta de sí mismo se preguntó por qué no podía ser él. Por qué nunca podía ser él la persona a la que escogieran, por qué siempre había alguien más en su camino.

Después la parte racional le golpeó y se dio cuenta que no podía pensar eso, no en ese momento.

Min Ji había puesto mucha confianza en él para confesar eso, y había necesitado mucha valentía y mucho valor para hacerlo, y por muy dolido que estuviera, por muy roto que tuviera el corazón, Min Hyuk no iba a dejar a Min Ji con la incertidumbre de pensar que, tal vez, aquello iba a cambiar algo entre ellos.

Respiró hondo, esbozó una sonrisa y le agarró las mejillas un momento. Ella estaba claramente nerviosa, y cuando las manos de Min Hyuk desaparecieron de sobre su cara, ella las sujetó de nuevo con los dedos. Necesitaba aferrarse a algo.

-¿Solo crees? -le preguntó, y no con la esperanza de que le dijera que no (porque sabía que eso no pasaría), sino como forma de darle una excusa a la chica a que le explicara cómo se sentía.

-Es que es raro... no sé -dijo, mientras desviaba la mirada hacia el suelo casi sin quererlo.

Luego frunció el ceño, confusa, y se quedó allí, en silencio y pensativa. Tal vez demasiado pensativa. Le dolía la cabeza de tanto darle vueltas a las cosas, si era cien por cien sincera, pero tampoco sabía qué más hacer aparte de darle vueltas. No podía quitarse de la cabeza el modo en que quería estar con Han Dong todo el tiempo, el modo en que sonreía casi sin darse cuenta al pensar en ella o tenerla cerca. Nunca había tenido una mejor amiga, y tal vez era solo eso, pero no sentía que fuese solo una amiga.

Suspiró, y mientras estaba metida en sus pensamientos, notó que Min Hyuk la arrastraba y ella se dejó hacer. Luego se sentó en el sofá, como él le pidió que hiciera con un gesto silencioso, y ella poco a poco le devolvió la mirada.

-Explícamelo todo. Llevas pensando en esto días tal vez semanas o meses, ¿no? Pues explícamelo todo.

Ella suspiró.

-Es que... -dijo-. Cuando se acercó a flirtear conmigo en la fiesta de Halloween... no sé por qué, pero por un momento quise que se quedara conmigo. Yo estaba intentando dar contigo y no tenía interés en nadie más, pero... me sonrió y sentí algo raro en el pecho, no lo sé. Pensé que era la magia de Halloween, que me habría gustado su disfraz, que simplemente quería su atención porque normalmente las chicas no flirtean conmigo. No lo sé. Me olvidé del tema rápido, no le di muchas vueltas, pero luego como mes y medio después...

Cogió aire y desvió la mirada, pensando un poco. Necesitaba un poco de tiempo para ordenar sus ideas, para encontrar un modo de decir lo que quería decir.

-Me acuerdo que aquel día que nos reencontramos, tú y yo solo nos acercamos al parque porque tú reconociste a esa chica de tu clase... ¿cómo se llama?

-Elkie.

-Sí, ella. Tú querías saludar y ver qué hacían, y yo te seguí, y cuando la vi allí... tenía el pelo teñido de otro color, pero incluso aunque había pasado un mes y apenas la había visto, la recordaba. Y pensé "Dios, el mundo es un lugar diminuto", y creí que tenía que hacerme su amiga, pero lo que sentí por dentro no sé si fue el querer hacerme su amiga o si fue algo más, porque era algo como... ¿un imán? Aquella vez no quería dejarla escapar. Y nos hicimos amigas, y de pronto ella lo era todo... lo es todo, creo. Todo daba y da vueltas alrededor de ella y me pregunto ¿si no fuese una chica dudaría un momento acerca de qué es lo que siento? Pero es muy confuso y... -Suspiró-. Siento que admitir que puedan gustarme las mujeres es un paso enorme y no puedo arriesgarme a equivocarme porque... solo de pensar en las cosas que pueden cambiar se me cierra la garganta y no puedo respirar.