Si a Hyun Woo le hubieran dado un dólar cada vez que Ho Seok se había puesto dramático respecto a la organización de la boda de ambos, Hyun Woo estaba seguro de que hubiera podido pagar la luna de miel de los dos con eso. Y eso que la boda, mayormente, la había organizado él y no Ho Seok.
Ahora, mirándose frente al espejo mientras terminaba de ponerse su traje de novio, sentía que todas las emociones y miedos de Ho Seok se le habían pegado a la piel.
Con las manos trémulas como las tenía, se le estaba haciendo imposible abrocharse los botones de la camisa.
Habían organizado aquella boda en tres meses, y tal vez que hubiera sido en un periodo tan corto había contribuido a que Ho Seok, que tendía a agobiarse con todo, que era propenso a la ansiedad y a ponerse en lo peor, se hubiera estresado de más; y que Hyun Woo, que solía tomárselo todo con calma, que sabía analizarlo todo de forma precisa y crearse planes paso a paso que luego seguir, siquiera hubiera sido consciente que todo aquello era real.
Que aquello no era un proyecto cualquiera, que se iba a casar con el amor de su vida.
Tres meses parecía un poco precipitado, pero había ese sentimiento en los dos de que ya habían esperado demasiado. Necesitaban que esa boda fuese real, hacerla real.
Ki Hyun se acercó a él al darse cuenta de que Hyun Woo estaba teniendo problemas con los botones, y se los abrochó él mismo, mientras veía a su hermano menor tratando de respirar hondo.
Sonrió, porque era raro ver a Hyun Woo tan nervioso.
-No me puedo creer que me vaya a casar con él... Es como un sueño y tengo demasiado miedo de despertarme.
Ki Hyun le miró a través del reflejo del espejo y suspiró.
-Por amor de Dios, debisteis haberos casado hace como cinco años. Lleváis una eternidad pareciendo una pareja de casados.
Razón no le faltaba, pero Hyun Woo sabía que no era tan simple. Subirse a un altar a decirle al amor de su vida delante de todos que juraba amarle siempre, era distinto a que los dos supieran que eso iba a pasar.
Ki Hyun sabía que su hermano no respondería, así que solo cogió la pajarita, que era lo único que faltaba por ponerle, y le ayudó a colocársela bien.
Ahora estaba listo, y el reflejo que le devolvía el espejo le estaba poniéndole todavía más nervioso. Su atuendo era completamente negro, con unos pantalones de traje con un bordado también negro que resultaba sutil, cubriendo de flores las dos piernas. La camisa era de encaje, prácticamente transparente, más la pajarita negra y un ramillete de flores rojas en la muñeca izquierda.
Antes de lo que Hyun Woo esperaba, aún tratando de hacerse a la idea de qué iba a encontrarse fuera de esa habitación, la puerta se abrió para indicarle que ya le tocaba salir.
Mientras organizaban la boda, a los dos les habían dicho un montón de cosas sobre cómo debía ser su boda, sobre cómo sería su boda si fuesen un hombre y una mujer, sobre (y eso ya había hecho enfadar a Ho Seok) quién debía asumir el papel que normalmente usaba la novia. A Hyun Woo no le importaba demasiado el protocolo, él con buscar el sitio para la boda y el banquete y organizar a los invitados había tenido suficiente, pero Ho Seok era diferente. Llevaba soñando años con su boda y era como verse otra vez en la misma situación que cuando quería pedirle la mano. Cuánta gente iba a meter sus narices, dar su opinión que nadie había pedido y, aún peor, tratar de comparar su situación y su relación a la de una pareja formada por un hombre y una mujer.
Al final Ho Seok perdió la paciencia y decidió que se iba a hacer lo que a él le diera la gana, sin importar si nadie nunca antes lo había hecho de esa manera. ¿Qué más daba? Era su boda, no de nadie más.
ESTÁS LEYENDO
Not all Girls are from Venus » Dodo x I.M. MONSTA X
RomanceDodo era como una bala perdida, como la rosa con más espinas. Quizá podría romper el corazón a cualquiera con un parpadeo y las costillas de un puntapié pero, para Chang Kyun, ese ángel de la destrucción era lo más bello que hubiera visto jamás. Él...