Había noches donde Dodo, más que cualquier otra cosa en el mundo, lo que quería era no dormir. Le había pasado durante años: engancharse a cualquier cosa y quedarse en vela hasta que el cansancio la vencía a las cuatro o las cinco de la mañana. Aunque supiera que tenía que levantarse temprano, y que luego se pasaría las horas en el instituto dormitando y tendría que robarle los apuntes a su hermano (a veces, cuando eran demasiados días seguidos, Dodo se sentía avergonzada de pedírselos y sencillamente se los quitaba sin permiso, les hacía fotos y los devolvía a su sitio, como si no hubiera pasado nada. Min Hyuk lo sabía, y ella sospechaba que él lo sabía, pero él nunca decía nada. Era su hermana menor. Incluso si faltaba a una asignatura un semestre entero solo porque no le apetecía ir, Min Hyuk le daría sus apuntes y la ayudaría a estudiar sin rechistar y sin sentir ningún ansia de reprocharle nada. Era difícil estar en la cabeza de Dodo, Min Hyuk lo sabía mejor que nadie).
Ahora no era ninguna fijación con ninguna serie, ningún libro o ningún videojuego lo que la hacía no querer dormir. Ahora, sencillamente no quería dormir porque se despertaba sintiéndose muchísimo peor que cuando se había ido a dormir.
Todo había empezado durante navidades, y luego ido empeorando paulatinamente, hasta el punto de que, ahora, cada vez que se hacía de noche y llegaba la hora de irse a dormir, se sentía aterrada.
Después de su aniversario con Chang Kyun, durante un tiempo las cosas fueron bien. Dodo estaba contenta y estaba siendo paciente a pesar de que estaba viendo a Chang Kyun menos de lo que le gustaría. Él había mantenido su promesa, y ella estaba conforme. Aunque fuera un par de horas, aunque fuera solo para cenar con ella, Chang Kyun sacaba tiempo para que se vieran al menos cada tres días como había dicho que haría.
Había funcionado durante varias semanas, luego Chang Kyun había dejado de poder mantener su promesa por unas cosas y otras. Y siempre se lo compensaba, todas y cada una de las veces, pero a ratos a Dodo le daba la sensación de que la forma en la que Chang Kyun lo hacía, no compensaba el tiempo que había estado sin verle y cómo eso la había hecho sentir.
Se sentía desamparada. Vacía. Asustada. Sus demonios ocupaban más sitio cuando Chang Kyun no estaba, y se atrevían a asomarse más a menudo. Pero Chang Kyun hacía lo que podía; Min Hyuk estaba feliz tras mucho tiempo sin estarlo, y sus conversaciones parecían resumirse a estudiar para el examen de ingreso a la universidad; Ho Seok estaba ocupado con su bebé; y las pocas amigas que tenía antes de empezar a salir con Chang Kyun, prácticamente las había perdido por su afán de echar a la gente y por su obsesión con ese chico que había hecho que no le importara nada ni nadie más.
Todo el mundo le había dicho siempre que era ella demasiado... intensa, esa era la palabra que usaban sus padres, sus profesores, incluso sus amigas a veces. Una forma suave de decir que se tomaba las cosas demasiado a pecho y que sus reacciones eran desproporcionadas. Y ella no quería ser desproporcionada con Chang Kyun. Prefería verle una o dos veces a la semana solamente que no verle más.
Ya habían tenido problemas antes por la forma en que le había echado en cara cosas. No quería empeorar aún más la situación. Así que sonreía y pretendía que todo estaba bien. Especialmente porque todo el mundo parecía encantado con la Dodo que sonreía y parecía estar bien, la Dodo que ya no se metía en problemas, la que hacía meses que no pisaba un hospital ni una comisaría, meses sin estar de novia con imbéciles, sin meterse en líos en el instituto, en casa o fuera de ella. Todo el mundo estaba aliviado porque ella se estaba portando como una chica normal. Nadie parecía reparar en que sus estallidos de ira siempre habían sido una forma de lidiar con su propio sufrimiento, sacar de sí lo herida que estaba, lo sola e incomprendida que se sentía.
Era cierto, hacía meses que no le rompía nada a nadie. A cambio, se estaba rompiendo a sí misma a trozos sin saber cómo parar de hacerlo, o en qué momento esas heridas que estaban dentro empezarían a ser visibles para los demás desde fuera.
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Not all Girls are from Venus » Dodo x I.M. MONSTA X
RomanceDodo era como una bala perdida, como la rosa con más espinas. Quizá podría romper el corazón a cualquiera con un parpadeo y las costillas de un puntapié pero, para Chang Kyun, ese ángel de la destrucción era lo más bello que hubiera visto jamás. Él...