Miro la botella medio vacía frente a mí y comienzo a reír tristemente.
-Así no es como quería pasar mi noche de bodas - digo para mí misma un poco más fuerte de lo que planeé, mientras unas lágrimas se deslizaban por mi rostro.
Al otro extremo del b...
Despierto más temprano que lo habitual en un día sábado, el sol comienza a colarse por pequeñas rendijas que la cortina no puede cubrir por completo. Me volteo hacia el otro lado de la cama, y veo que Levi aún sigue dormido al lado mío. Me quedó embobada mirándolo por unos minutos, se ve tan tranquilo y relajado. Ojalá pudiera estar así cada día, pero últimamente ha tenido demasiado trabajo, tanto así que apenas duerme unas pocas horas al día.
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-¿Por qué me miras así? - murmura con voz ronca.
-Solo admiraba tu belleza - acerco una mano hacia su rostro y acaricio sus mejillas.
Levi rueda los ojos y luego me toma de la cintura, acercándome hacía él.
-¿Qué hora es?-pregunta después de un rato.
Me aparto un poco de él para estirar mi brazo hacía la mesita de noche y tomar mi teléfono.
-Las 10:21 AM - digo mientras vuelvo a dejar el teléfono en el mismo lugar.
-Hace tiempo no dormía hasta tan tarde - dice Levi tallándose los ojos.
-Lo sé, has tenido mucho trabajo - me acerco y beso su mejilla - ¿no quieres seguir durmiendo un rato más?
-No..., tengo otros planes en mente - dice sonriendo, y con un rápido movimiento me posicionó debajo de él y comenzó a besarme.
Casi dos horas después bajamos al primer piso, donde Anne estaba ordenando la sala.
-Buen día, Anne - la saludó Levi con una pequeña sonrisa.
-Buenos días Sr. Ackerman, señorita - hizo una pequeña reverencia ante nosotros.
-Por favor llámeme ___(tn) - le sonreí.
-¿Les apetece tomar el desayuno? - preguntó.
-Sí por favor, estaremos en la terraza - anunció Levi.
Anne asintió y luego se dirigió a otra habitación que supuse que era la cocina. Levi me tomó de la cintura y me guió hasta la parte trasera de la casa. Era un lugar bastante grande, con sofás blancos alrededor de una enorme mesa de centro. Tenía una hermosa vista hacía una gran alberca y a lo lejos podía observarse un enorme lago.
-Wow, que hermoso - dije aún mirando el paisaje frente a mí.
-Me alegra que te guste - tomó asiento en uno de los sofás y rápidamente me senté junto a él.
Anne apareció junto con dos personas más, todas traían una bandeja con comida.
-Gracias - dijimos Levi y yo casi al unísono.
Posaron las bandejas sobre la mesa de centro y nos pidieron que las llamáramos ante cualquier cosa que necesitáramos. Habían unas cuantas rebanadas de pan sobre estas, distintos tipos de queso, cuencos con diferentes frutas en ellos, jugo de fresa y la infaltable taza de té de Levi.
