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Me levanté temprano debido a la emoción que sentía, estaba muy motivada a darle un giro a mi vida, y planeaba comenzar con mi aspecto físico, estaba convencida de que así mi autoestima subiría un poco, ya que en el último mes había bajado bastante de peso y en mi cara solo resaltaban las ojeras y mis ojos hinchados. Me comí una manzana y me vestí para ir a trotar, aún no iría al gimnasio, sino que intentaría ganar un poco de resistencia y fuerza antes de asistir.

Recorrí algunas plazas de esta gran ciudad mientras escuchaba música y pensaba en Eren, me era imposible sacarlo de mi cabeza, me había hecho tanto daño que simplemente no podía hacerlo. Cada vez me dolía menos, pero aún no llegaba al punto de olvidarme completamente de él. Aún lo amaba y no podía sacarlo de mi corazón, después de todo estuvimos 7 años juntos. Pero a pesar de eso, sabía que no íbamos a volver a estar juntos y que cada uno tendría que seguir por su lado. Aún tenemos que tramitar el divorcio, Eren se ha negado rotundamente a dármelo y no sé que hacer si él no me deja continuar con mi vida. Habíamos firmado los papeles civiles de matrimonio el día anterior a la ceremonia, así que no podía solo alejarme de él.

Seguía sumergida en mis pensamientos cuando choqué con alguien que también iba trotando.

-Lo siento mucho - dije rápidamente.

Cuando se volteó a verme molesto lo reconocí inmediatamente.

-Ten más cuidado mocosa.

-¿L-levi? - pregunté.

Me miró confundido por unos segundos.

-¡Vaya, cuanto tiempo! - dije nerviosa.

-Sí, bastante - noté que le divertía la situación - Jamás me hubiera imaginado que te gustaba trotar.

-B-bueno, hoy comencé - respondí nerviosa.

-¿Y cómo vas?

-Bastante bien, creo - sonreí levemente.

-¿Y por qué empezaste a hacerlo? Te ves más delgada que antes - preguntó pensativo mientras fruncía el entrecejo.

-Si, bueno - miré hacia otro lado - No tengo muy clara la respuesta, estoy intentando recuperarme y seguir adelante, este mes ha sido... difícil para mí.

Vi preocupación en la cara de Levi. Seguimos conversando unos minutos más y me invitó a comer a una cafetería.

-Muero de hambre - me quejé - Solo me comí una manzana antes de salir y he trotado por casi una hora.

-Yo no suelo comer antes de ir a trotar, me da náuseas.

-A mí me da náuseas si no como algo antes de hacer algún tipo de ejercicio- me reí.

Seguimos conversando hasta que nos trajeron lo que pedimos. Levi preguntó que deseaba comer y finalmente pidió un té negro, un café y dos rebanadas de pastel de chocolate.

-Creo que el pastel no está catalogado dentro de la comida saludable - me reí.

-Da igual, debes subir de peso mocosa - me inspeccionó con su mirada, por lo que me ruboricé - Además, tómalo como un premio por tu primer día ejercitándote.

Luego de unos minutos, llegó una chica con la comida y no pude evitar notar lo embobada que miraba a Levi.

-Vaya, tienes admiradoras por todos lados - tomé una rebanada de pastel y lo miré divertida.

-Tsk, ¿de qué hablas mocosa? - me miró confundido.

-¿No has visto como te ha mirado esa chica?

-La verdad es que no - tomó un poco de su té negro y luego de unos segundos siguió hablando - Disculpa, pero no aguanto la curiosidad ¿qué te ha sido de ti este último mes?

Me revolví incómoda en mi asiento.

-Y-yo, bueno...

-La verdad no pude reconocerte enseguida, estás muy distinta a como te recordaba - dijo pensativo - De hecho cuando te reconocí me preocupé un poco.

-Ha sido un mes duro - bajé la mirada - Mi rutina diaria básicamente consistía en fingir que estaba bien durante el día para no preocupar a mi mejor amigo, beber alcohol y fumar cigarrillos hasta la madrugada, y llorar hasta quedarme dormida.

-¿Si quiera has comido bien?

-La verdad solo he comido porquerías y ... l-luego las vomitaba por la noche - me ruboricé - Armin no sabe nada de esto..., creo.

-¿Hablas de tu amigo?

-Sí.

-Ay mocosa - suspiró - No soy nadie para darte consejos, yo estuve casi dos meses de bar en bar - frunció el ceño como si un desagradable recuerdo viniera a su mente - Aunque cuando te conocí fue el último día que fui a uno.

-¿En serio? ¿Por qué? - lo miré sorprendida.

-Era la primera vez que me emborrachaba hasta el punto de no recordar como llegó alguien a mi apartamento - se rió - La verdad me asusté un poco, me preocupa mi salud sexual.

-Y-yo n-no... - me ruboricé.

-Está bien, no me des explicaciones - se rió - Además nos cuidamos, está todo bien.

Después de varios minutos conversando y riendo, Levi se quedó callado y luego de lo que me pareció una eternidad muy incómoda habló.

-Supongo que ahora me darás tu número de teléfono, ¿o no?- levantó una ceja.

-C-claro - me reí incómoda.

Le dicté mi número y él lo anotó en su teléfono.

-Me agradas mocosa, te llamaré un día de estos para volver a salir.

-Está bien - sonreí - c-creo que podemos ser grandes amigos.

Levi pagó la cuenta y ante mis protestas me prometió que la próxima vez la pagaría yo. Salimos de la cafetería y se ofreció a acompañarme hasta mi departamento. Caminamos mientras conversábamos de cualquier tontería y nos reíamos de aquello. Realmente era una persona muy agradable detrás de ese frío semblante.

Al llegar a fuera de los departamentos, Levi se volvió para mirarme y acarició mi mejilla tiernamente.

-Espero verte pronto mocosa.

-Yo también - me ruboricé.

Se acercó y besó la comisura de mis labios. Me miró con sus bellos ojos grises y comenzó a acercarse lentamente a mí. Nuestras narices se rozaban, por lo que me ruboricé y mi corazón comenzó a acelerarse junto con mi respiración. Estaba a punto de juntar nuestros labios cuando escuché que me llamaban.

-¡___(tn)!

Me sobresalté y miré al sitio de donde provenía esa voz.

-Eren... - dije pasmada casi en un susurro.

Un amor inesperado (Levi x reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora