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Al final todo lo de la junta hacia salido bien, lo pasamos bien y todo, pero después me di cuenta de que Chile no había vuelto, y de curiosos, lo fui a ver, le dio malestar en la wata, y vomito mucho.

 Tenia fiebre incluso.

Lo deje acostado y durmiendo junto con Nicolás para que mañana estuviera mejor. Porque sé supone que en 3 horas tendríamos que ir al aeropuerto, pero chilito no parecía mejora, lo notaba muy ido y angustiado, apenas le hablaba se le aguaban los ojos

—Mi amor ¿En serio no quieres ir al médico? Es re peligroso que viajes así, nos podemos quedar otro día más.—Le dije a la luz de mi vida mientras le daba unas caricias en el estómago, hacía poquito había parado de llorar del dolor.

—No si, no importa.—Se secó las mejillas con la manga.—Me quiero ir pa la casa.—Me susurro. Según Cuba que después lo revisó dijo que no tenía nada para que me abrieran al niño, Chile no tiene apéndice de hace años. Sigo pensando que se angustió mucho o le dio un ataque de pánico por algo, Chilito nunca ha sido de los que se desmayan al ver sangre o bichos o boludeces por ese estilo. Nos quedamos acostados un rato más, antes de que me levantara a hacer los bolsos. Lo peor que podría hacer ahora era estresarlo más, Nicolás había ido a darse unas vueltas al patio con Guatemala que todavía estaba despierta, la boluda se quedó dormida como a las 9 y recién se levantó. Saque la ropa de los cajones, dejando un cambio de ropa cómodo para él fuera. Guarde nuestros zapatos, calcetines calzoncillos y claro, estuve como 20 minutos doblando ropa y dejándola lo mejor posible. Los papeles y porquerías del trabajo también. Al final le preparé el bolso a Nicolás que debía ponerse su chalequito porque tenía entendido que ya estaba lloviendo en casa. Ay la concha la lora, tenían que pasar a comprar gas para la estufa. Pero ya, si ya nos pagaron al menos. —Arge acuérdate de cerrar tu pieza.—A la orden capitán. Fue a mi mugrerío olvidado, para recoger nuestra ropa olvidada y... El consolador fue se me había re olvidado, jaja imagínate que si me lo metiera por el orto, re que se me daba ahí. La próxima vez limpiaría antes de que las arañas se comieran mi colchón.

—¿Quieres un té?.—Le pregunté con la mayoría de las cosas ya listas.

—Shi, me duele la guatita.—Una de las cosas que me siguen sorprendiendo de Chile en general como país y no solo mi chinchulín es que siempre usa diminutivos para todo, es como si me hablara un bebe. Lo amaba mucho. "Dame un abracito" "Mira el perrito" "Pásame un platito" "Dame la manito" Tierno. Baje a la cocina, aprovecharía de guardar algo de carne para mañana para el almuerzo, no dejaría que se las perdiera, porque me quedaron exquisitas. México estaba ahí tirado sobre la mesa ¿Ya se arrepintió? Verán...Puff...Este tremendo, cabeza de ñochi. Al genio de México aprovechando que ni China ni Rusia estaban se dio alto chape con la Bielo, les vi hasta la lengua por dios.

Lo ignore un poco para sacar una taza.

—Wey...—Este burro estaba aún ebrio.—¿Chilito está mejor?

—Más o menos le empezó a doler la panza. ¿Dónde estaba el azúcar en esta casa?

—Ay pobre de Chilito, lo voy a ver ¿Me dejas o no? joto.—Le había dicho que se acercara mucho por si era algun virus y a México se les bajan las defensas con solo respirar se nos podía morir. El joto no era necesario.

—Si, si anda.—¿Las tostadas solas eran algo liviano para el estómago? Creo que si...Na, tampoco lo iba dejar sin comer casi 9 horas, si se sentía mejor al volver a casa le invitaría a comer unas milanesas de rechupete y ver a mi flaquito comer como puerco.

"¿En serio? Vamos no seas llorón de seguro queda un poco de carne"

"Uru, debimos hacer siguiera saludado, fue muy grosero"

Ah mira con que las hienas salieron de su cueva. No les preste atención aunque sabía que venían para la cocina. No esperaba nada y no quería intercambiar palabra con ella. La única manera en que siquiera pensaba en hacerlo era si se disculpaba de rodillas. Espere impaciente que el hervidor hiciera su trabajo, hervir... PERO RÁPIDO LA CONCHA DE LA LORA.

Me di vuelta quedando con la espalda a la puerta, esperando que las tostadas saltaran.

Jodete

Jodete

Jodete

Jodete

—¡Buenos días, Argentina!—Escuche la voz de Brasil, me volteo levemente viendo de reojo a Uruguay. Le devolví el saludo tranquilamente.—Ayer nos quedamos dormidos jaja ¿Quedo un poco de... Todo?.

—En el horno, no sé si quedan cervezas las cajas quedaron afuera si no de seguro México se las metió por el orto.—No literalmente el hombre taco era tacaño con la bebida... No sé si eso le guste a México, espero que no... Eso sería... Turbio. Las tostadas saltaron haciendo que pegara brinco y medio. Fuah el chabón se asustaba con los panes que le pasaba. Con el agua calientita le hice un té verde a mi flaco, antes de irme.

Subí las escaleras tratando de no despertar a nadie. Abrí la puerta para ver a México encima de mi flaquito como un muñeco de trapo.

—¡¿México que estás haciendo no ves que le duele la panza?!—Chile me miraba con cara de "Mátame"

—Wey no grites...—El muy descarado se bajó de mi chilito y se acostó con él bajo las sábanas.—A momir.—Le di el tecito a mi pololo y sus tostaditas.—Dame una mordida Aaaa.

—Toma.—Le acercó la tostada y se comió la mitad. Ay dios, me saqué los zapatos y me recosté al otro lado de Chile, estaba calientito aquí.—¿Van a dormir un rato conmigo?—México y yo respondimos al sumiso "Un ratito"

—Yo los tengo que ir a dejar así que sí.—México era el único que tenía auto aquí, todos los demás dependemos de la ONU. Me acurruqué un poco contra su cadera, ya que estaba sentado tomando pase mi mano para abrazarlo, pero me encontré las manos de México, lo mire mal.—¿Qué? Comparte.

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—Nos vemos Nicolás, no crezcas tanto chamaco feo.—México beso su mejilla antes de entregármelo de nuevo, abrazamos a este hermoso imbécil para decir bye bye.—Se me cuidan.

—Igualmente, te llamo cuando lleguemos.—Chile respondió caminando por el pasillo para subir al avión. Ya casita, ya vamos por ti. 



Bye--

Y ahora somos tres... [COUNTRYHUMANS!ARGCHI]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora