Y ahora somos tres... [COUNTRYHUMANS!ARGCHI]

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"WEÓN ABREME"

Empezó a golpear la puerta.

Iba a acabar con esto de una buena vez, había dos soluciones, se arreglaban o todo quedaba igual. Tenía que dar la cara por su pequeña familia, porque les estaba afectando. Chile fue el que me ayudó a acomodar mis pensamientos.

Lo tenía claro, quería respuestas ¡AHORA!

Me detuve en medio del pasillo justo en frente de sus habitaciones. No podía evitarme aquí. Además, los golpes en la pared de Chile no se escuchaban tan fuerte en esa parte.

Y aparecieron solo unos segundos después.

—Ola Argentina.—Brasil me dio un abrazo junto a unas palmaditas amistosas en la espalda. Le devolví el gesto y miré a Uru, ¿Ahora su cabello es negro? No dije nada solo la miré a los ojos, sin una sonrisa. Esperaba algo básico, una saludo.

Pasaron unos 20 segundos sin respuesta. Yo no pensaba moverme. Brasil estaba a mi lado, como espectador claramente estaba desconcertado con lo que estaba pasando. Sentía todo el ambiente tenso que estamos formando. Estaremos toda la noche si es necesario.

—Ehm kkk E chili?—No le respondí. Pasaron otros 30 segundos, parpadeamos claro, no era una guerra de miradas, era de quien desistiera primero y ella lo hizo cuando miró el suelo. No me moví de mi lugar. Intento pasar por mi costado, pero la bloqué con mi propio cuerpo.

La vi fruncir el ceño con enojo, tiro las maletas que tenían en la mano y me apuntó con el dedo

—¡¿Te podés mover?! —Wow no le comieron la lengua los ratones, que maravilla. Intentó empujarme, pero atrapé su hombro con fuerza. Ventaja por sobre su metro y medio. Y sin más la arrastré bajando las escaleras, hacia el cuarto especial para reuniones. Ella intentaba zafarse, me grito y nos llevamos unas caras de asombro mientras pasamos por el pasillo. Abrí la puerta y la empujé levemente para cerrar la puerta y apoyarme en esta, esta sala no tenía otra salida. Tomé una respiración.

—¡¿YA AHORA EXPLICAME QUE WEA TE PASA?! —Ataque rápidamente.

—¡¿A MÍ?! ¡BOLUDO ME DUELE EL BRAZO!

—¡SABES DE LO QUE HABLO!—Me calme no valía la pena gastar mi voz. —Meses sin hablarme, me estuviste evitando durante meses ¿Qué mierda te pasa Uru?

—¡Nada! ¡Vos estás vuelto loco por una pelotudez!—Me reprochó, como si tuviera el derecho.

—¿Nada es ignorar a tu hermano de sangre? ¿En qué mierda estás metida? ¿Qué me estás ocultando?

—¡Eres el único que se estaba pasando películas! ¡Nada! ¡Adivina pasando tiempo con mi novio! ¡Como tú! ¿No? —Levantó los brazos buscando contradicción.

—¿Segura? ¿Qué no estás planeando tu matrimonio?—Listo ya lo solté. Sus ojos se abrieron como platos, bingo.

—¡¿Quién mierda te dijo eso?!—Se puso más a la defensiva. Era lo que más dolía ¿Por qué no quería que yo le vaya a entregar del brazo al altar? No entendía.

—Se te nota en la mano imbécil.—Rápidamente se cubrió la mano donde tenía la argolla. —¿Me dirás que mierda te pasa conmigo y es una excusa para 6 meses?

Se quedó callada.

—¿Brasil te está obligando?—Me estaba preocupando, eso. Las charlas post reuniones son aburridas, pero si algo aprendí en una es identificar comportamientos que podrían dar alamar a una relación de abuso, una de las principales era que el agresor intentaba aislar a la víctima de sus seres queridos para caer en la dependencia. Me negó con la cabeza. —¿Entonces?

La atmósfera de ataque se diluyó para pasar a una más calmada, pero aun pesada.

—Mirá, sé que esto...—Vi como apretaba los puños.—es un estupidez, pero estoy preocupada.--Levante las cejas en señal para que siguiera.—Por ti...—No entendía la conexión.—Sé que esto parecerá tremenda burrada, pero creo Chile te está poniendo los cuernos.—No le estaba creyendo porque obviamente era mentira, estamos pegados como parásitos, vamos a todos lados juntos, él no tiene problemas en mostrarme mensajes que le llegan, tiene la misma contraseña desde hace 5 años, es imposible que me engañe menos con alguien de acá, ni del otro continente ¿Y si estaba preocupada por mí porqué no me fue a ver para sacarme de ahí, como lo hice yo miles de veces con sus novios raros?

—Aja ¿Y? No es excusa, así que empieza a cantar que mierda. —Di en el clavo porque rápidamente bajó los brazos. Me estaba mintiendo en la cara.

—Es solo que...

—¿No me quieres ver más?—No la deje terminar, estaba ardiendo en ira. Mentirme con algo tan delicado que derrumbaría todos mi mundo. Si no le decía, que se vaya a la mierda.

—Ugh no, mirá te lo diré sin rodeos. Déjame en paz. Dame un descanso, yo también me harto hablando todo el día contigo, quiero hacer mi vida también. Cómo tú lo haces. Quiero hacer algo más que solo girar alrededor tuyo. No quiero que estés encima de mí o me preguntes todo el rato como estoy o qué estoy haciendo. Es molesto.

¿Acaso era molesto estar al pendiente de mi hermana?

No era su amigo, era su hermano y el único que tenía. Vivimos a kilómetros de distancia, la única manera de saber de ella era por el celular. Y ella la cortó.

Era mejor tener un hermano interesado en ti a uno que le importes un mierda ¿No? ¿O quería un hermano ausente? Creía que lo hacía bien, que tenían una buena convivencia, pero parece que de nuevo estaba haciendo las cosas mal. De vuelta.

Se juraron protegerse y mantenerse en contacto, pero parece que le gustó más que estuviera desaparecido por casi 12 años y casi muriera en la guerra. Ahí era su hermano, cuando no estaba, y cuando estaba era un estorbo. No la entendía, ahora tampoco quería hacerlo más.

—Uruguay.

Me miró ansiosa.

—Andate a la mierda.

Abrí la puerta para salir de ahí y me encontré a Brasil y México en la puerta. Lo esquivé y fui a la entrada a tomar mis llaves antes de salir.

Quería... Pensar.

—Che... México, Chile está en el cuarto andá a abrirle. Por favor.

Cerré la puerta detrás de mí. 

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