Y ahora somos tres... [COUNTRYHUMANS!ARGCHI]

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Por fin, por fin mi casita de caja de zapato. Fue el peor viaje de mi caga de vida, Nico lloro todo el rato, no peque un ojo, me dolía la guata y la cabeza, Arge durmió a pata suelta todo el rato, me cargaba que tuviera el sueño tan pesado. Yo me estaría muriendo y él, raja. Al menos ya no estaba volando a tres mil pies de altura.

—Nico estás castigado, no dejaste dormir a tu pobre viejo.—Arge le parloteaba a Nico que se estaba tomando la papa con todo el gusto. Ojalá ser wawa de nuevo y que me cuide Arge.—Che nene, anda a echarte yo te levanto para la cena.—Me dio un besito en la yugular para ayudarme sacándome la chaqueta. Me van a perdonar, pero no confío mucho en Arge para cocinar, no porque le quedara mal, sino que no limpia después deja la pura embarrada, mejor cocino yo y limpio al tiro que estar a la hora de la once lavando ollas. —Yo ordeno la ropa, dale ponete el pijama.

—No, si me voy a bañar.

—Chile déjate anda a dormí.—Me agarró de los hombros y me guío por el pasillo para la pieza, sentándome en la cama, antes de agarrarme de las pantorrillas y sacarme mis zapatillas.—¿Todavía te duele?—Me pregunto sacándome los pantalones, con los calcetines de paso, hacía frío. Le asentí.—Seguramente te agarraste un resfriado.—Capaz, no debí meterme a la piscina, menos tomar cerveza tan helada en la noche.—Mi flaco ¿Por qué eres tan flaco?—Dejo canturreando.

—¿No te gusta?—Le dije en broma para taparme.—Oye tráeme mi celu, lo dejé en mi chaqueta.—Debía avisarle a México que llegamos. Nosotros cara de raja llegamos y nos fuimos, los demás se abran quedado ordenando. Pero estoy hecho pico, me pedían levantar una hoja y me tiraría a llorar. 

Ay mejor me callo porque me duele hasta los pelos no que tengo. 

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—Entonces... ¿Podemos de decir que quedaron donde mismo?—Le respondí con su " Sí " en un suspiro a Venezuela junto con México que aún estaban en el aeropuerto. Luego de mi siesta los llame para que se enteraran mejor del drama.—Ufales esta difícil esto...

—Estaba pensando en hablar directamente con Brasil.

—Bueno supongo que él sabrá más ¿Él no está enojado tampoco?

—No creo que no, me saludo y todo, pero estaba detrás de Uru.—Brasil es un personaje, es chistoso, muy alegre, un poco gigante con pies de barro, un tantito despreocupado, pero también dependiendo de que situación política este, también pude ser horriblemente desagradable, odioso, controlador y con un sin filtro increíble que da miedo, la cantidad de barbaridades que puede llegar a decir, pero sabemos que se le quita, además si le gusta el webeo, se tiene que aguantar que lo hagan de vuelta, especialmente Argentina que también se le salen los pernos de repente  con ciertos temitas...Cof...Cof... Racismo. Y la verdad estas dos caras de la moneda de Brazil, se nota mucho la diferencia ya sea su manera de andar vacilona o incluso a saltitos a casi militar, ropas cortas, a camisa y corbata. 

Para mí tratar con él con sello o con cruz siempre ha sido fácil, si yo le pregunto que demonios pasa de seguro le puedo sacar algo con todo este temita. Sin duda tampoco le gustará esta situación de conflicto, a nadie le gusta estar peleados. 

—Bueno espero que le resuelvan para irnos de nuevo de peda todos juntos, adiositooo.—Escuche una adiós de fondo de Venezuela también. Deje mi celular a un costado, era hora de la once ya, luego de siesta me empezó a picar la garganta. Además, que no escuchaba ni a Nicolás ni tampoco a Arge, y eso es raro porque los dos juntos son peor que garra brava. 

Fui a la cocina para encender el hervidor, y lo primero que vi en el sillon, era UN OSO GIGANTE SENTADO. Pegue un salto, y un garabato, Arge salió de un lado con Nicolás en brazo. 

—¡Chile! ¿Te sientes mejor ahora?

Me quede callado mientras él venía y me daba un beso. Como si fuera lo más normal del mundo, espere un explicación, pero simplemente, recibí un "Traje salame y queso"

—¿De dónde mierda sacarte eso?

—¿No te gusta? A Nico le encanta...Lo compré.

—¿Y cuánto te costó? Se puede saber? —Ya me estaba enojado, y se me notaba, rápidamente Arge se encogió en su lugar.

—Ehm...150

—¿QUÉ?

Grite tan fuerte que hasta me dolió la garganta.

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Bye