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Al despertar lo primero que sintió fueron unas suaves caricias en sus labios, Argentina, asustado que se hubiera colado un paloma de nuevo a la habitación, se despertó de un sobre salto, pero simplemente se encontró con su novio, quien sonrió al verlo asustarlo. Confundido solo pregunto la hora, el cual el otro respondió que eran cerca las 5 de la mañana, se dio la vuelta para ver a su bebe durmiendo calmadamente, no entendía que habia el tricolor despierto a esas horas, especialmente un día viernes, luego de haber trabajado como era usual, pero simplemente peso que era que se habia despertado para chequear la estufa a gas, así que no dudo en apegarlo a él rodeándolo su cintura con su brazo. Aunque un beso en los labios lo animo a no apretujarlo tanto, subiendo su mano hasta su cuello para suavemente agarrarlo, profundizando un beso flojo de mañana, del cual se separó unos segundos después, simplemente deslizando su rostro hacia abajo, para acomodarse bien en su cuello, esperando seguir durmiendo placidamente.

Él no podía notar que la ansiedad de Chile, debido a su naturaleza distraída, que le impedía pegar los ojos, simplemente no podía, más le costaba era mantener sus labios sellados, porque quería gritar, preguntarle, se sentía como un niño que debía guardar las aparecías para que su mejor amigo no sospechara de su fiesta sorpresa, quería apretujar a Argentina de las mejillas decirle "Te tengo una sorpresa" o algo por el estilo, que le diera un pista de lo que se traía en manos, pero no, la idea es que fuera un día normal de sábado, el más común y corriente, para que en la noche, con una excusa que no tenía bien pensada le hiciera la pregunta, la cual rogaba que sería afirmativa. Dio un suspiro largo intentando calmar su inquietud, cerro los ojos, que ya por el cansancio de dar vueltas él la cama, mirando una y otra vez a su querido, asegurándose que estuviera ahí, releyendo el correo de la confirmación de su reservación, viendo que no accidentalmente hubiera agendado para otro día, admirado su propio dedo anular, viendo la fecha para asegurar el día, mes, año y siglo, mirando discretamente la teñida de ropa que especialmente habia llevado a la tintorería para ambos, asegurarse que la cámara de su amor estuviera con batería y memoria suficiente o sintiendo la respiración de su bebé al otro lado, quien habia acogido como la pieza para llevar la relación de ambos al otro nivel de formalidad.

Quería reír al ver tocar a Argentina, porque aún no ni él se podía creer, que habia encontrado a alguien que, a pesar de todo y en esencial tanto años de enemistad, acabara provocando mariposas en su estómago con cada roce, cada caricia, cada abrazo, cada beso, mordisco o chupetón, que lo hiciera sentir como si cada día se llenara de más colores, y cada día más su corazón quien alguna vez pesaba que estaba negro por sus pecados, que habia perdido sensibilidad por las décadas pasadas, se ablandará con detalles como un papelito escondió en su merienda, una sonrisa llena de pasta de chocolate, una película infantil en familia, una taza de té, un flor silvestre que crecía en medio de una selva de cemento puesta en su bolsillo. Tenía miedo de que eso alguna vez terminara, porque sabía que nunca encontraría a alguien que le haría sentir esa pasión perdida nuevamente, que tal vez estuviera equivocado, que se estaba apresurando demasiado, ya que dos años se puede igualmente considera como muy corto para mirar con esa intenciones tan especiales, pero ellos siendo seres que rompen con la lógica, que luego de amores y tantas batallas, aprendieron que deben disfrutar cada segundo, aunque de estos cuente con un infinidad.

Paso sus mano por su cabeza, acariciándolo, para cerrar los ojos, imaginado que pronto, tan pronto, serian esposo y marido.

Cortaba las zanahorias, escuchando como gorgojeaban una rico guiso para calentar un poco más el cuerpo dentro de esos frío que de repente atraviesan las ventanas, miro hacia su costado para ver ese chico bicolor mover suavemente la sopa, distraído por el calor de la misma.

Y ahora somos tres... [COUNTRYHUMANS!ARGCHI]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora