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—¡Ya llegué!—Di un grito pateando la puerta mientras arrastraba la caja con la cuna, encuentre una bien bonita, de hecho combinaba con el color de la cabecera de la cama, cafecito. Le pedí a unos pibes que andaban en una camioneta para que me ayudaran. Cuando me compuse vi a mis dos chinchulines estaban viendo tele.—Ya nene ayúdame.—Se me acercó para darme un beso. Tomamos la caja entre los dos y lo llegamos a nuestra pieza. Quite la mesita de noche de chilito, porque de seguro no le gustaría que estuviera cerca de la ventana, mientras él buscaba a Nicolás. Ah, si compro esa cangurera o portabebés, era piola lo pida poner en su espalda también. Prometo que saldré con él a correr. 

Se le fue 1 año de sueldo, pero tenía sus dos riñones aún.

¿Cómo lo armaría? ¿Y dónde estaban sus herramientas? Use las pocas neuronas que me funcionaban para ver cómo se ponían las piezas, las mire un momento.

—¡Ah! ¡Chile hacelo vos!—Llegó con el Nico en brazos. Me lo entregó suavemente, me di cuenta de que estaba con el chupete. jaja Le hacía como la maggie de Los Simpson.

Dicho y hecho, yo y Nicolás nos quedamos acostados viendo monitos mientras chilote armaba la cuna, no se demoró casi nada, de más a mí me sobraría piezas. Era piolita, era de madera de roble obscuro y de seguro le iba a servir para mi niño, porque a mí también me llegaría un pibe. Chilote puso en colchón y las sábanas que había dejado a un lado. Lo puse en esta, na mira que bien, es empezó a moverse levemente.

—Che y que te—Nicolás empezó a llorar. —Uh ¿Qué pasó? ¿No te gustó?—¿Para qué le preguntaba? Ni que fuera a comprarle otra. Lo alce de nuevo, chilito se le acercó para olerlo.

—Parece que hay que mudarlo de nuevo.—Oli su colita. La concha la lora, la basura olía mejor.

—Boludo no, hacelo tú.—No sabía cómo limpiarle la cola. Bueno si sabía, pero la última vez que cambió un pañal fue hace... Unos 150 años, cuando Uruguay estaba chica.

—Cha no, voy a ser el almuerzo.—Y se fue.

—Uh, ya nico para de llorar, te limpio al toque.


Terminamos de comer, aunque viendo un programa de un perro blanco con manchas negras en vez de las noticias, me re volaba la cabeza la cantidad de programas para niños que hay, yo me acuerdo del Topollillo y poco más. Tuvimos que darle otro biberón. Al final su travesía para cambiarlo funcionó, aunque tuvo un incidente al no saber cerrarlo bien. Ugh. La verdad tenia un sueño, los dos lo teníamos. Fuimos al cuarto para una siesta, Nicolás apenas lo acomodamos en la camita se durmió.

—Amor ven tengo frío. 

–No, si no voy a dormir. –Lo miré con cara de "No me la creo"

—¿Por qué?

—¿Qué pasa si se ahoga...o vomita?—Ay no, jódeme que vamos a tener que hacer rondas. Me arrepiento, hay que devolverlo. —Duerme tú, si igual tengo que ver mis papeles. —Me limité a darle una piña suave en el hombro y me recosté bajo el cobertor.

—¿Me pasas mi chupete también?

Me ignoró.

Bueno... Solo tenía que relajarse y después seguiría con su trabajo, que por ciento ya llevaba avanzado mucho, un logro, ya que siempre hacía las cosas a última hora.

Solo iba a dormir un ratito...

Solo una...

Dio un bostezo antes de cerrar los ojos.

Y ahora somos tres... [COUNTRYHUMANS!ARGCHI]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora