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—¡LA RE CONCHA DE TU HERMANA!—Grite con fuerza viéndonos literalmente de cabeza a metros de altura. Se arrepentía con todo su ser de subirse a esta poronga de juego.

—¡AY VA A BAJAR! —Y el conchudo de mi novio se estaba partiendo de la risa. El juego se movió un poco antes de volver a dar la vuelta completa. Se le saldrían las tripas. No fue buena idea comerse ese algodón de azúcar antes de subirse, pero chile le digo que ya se iban. Le dolían los hombros. Volvió a bajar, pero ya no subió hasta quedar de cabeza sino que no hasta la mitad. Se terminó, al fin.

Sus tripas estaban destrozadas después de subirse a todos los juegos posible. Ya no quería tomar once. Vi como la poco a poco el juego paraba.

—Ah~ duró súper poco!—Cállate pelotudo. Cuando al fin se detuvo y sus brazos fueron liberados del asiento. Se apresuró en tomar a su pareja del brazo y bajarlo.—Chuta que eri' simpático.

—Ya vámonos me duelen las patas.

—Bueno.—Me tomó el mentón y me dio un beso en la mejilla. Sentí un calor en el pecho. Me tomó de la mano y nos fuimos de ahí. Ya hacía un frío de la lpm y recién se oscureció, su mano estaba calentita así que la llevé a mi mejilla. 

Aún ni cuenta se daba que me chorie un regalito para él. —Oh tai' helao.—Susurró y guardo nuestras manos en su bolsillo.

No demorabas mucho en llegar a nuestro nidito, prendí la estufa rápidamente y a cerrar las puertas de las piezas que solo tenían, bueno pura mierda, el departamento al ser como para pitufo se calentaba rápido. Me puse mi pijama apenas llegue, ya tenia sueño, estaba viejo para pasar de las 12.

—Che nene, ya mande a tus cosas a imprimir.—Sus cosas, son papeles para la reunión.

—¡Ah, ya! –Me grito desde la cocina donde podía escuchar como ponía la tetera. Mientras él hacia la cama, tenían como 10 frazadas de polar y cada una pesaba un buen, Chile lo hizo apropósito porque sabe que yo me muevo mucho y con todo eso encima me cuesta hasta pararme. Debía lavarlas cada cierto tiempo si no se le llenaban de tierra y a chilito le venía la alergia crónica.

Le dolían las rodillas.


Luego de comerse casi toda la torta y tomar té y mate a lo desquiciado, Mataron el tiempo viendo una película acostaditos, mañana tenían que seguir con sus informes todos porongos para la ONU y de seguro saldrían a dar una vuelta para ver el quilombo que tendrían los pibitos con los ratis.

Di un bostezo acariciando su cabeza.

—¿Ya te dio tuto?—Le gustaba que le hablara como a un bebé, se sentía supercuidado.

—Y sí.—Pase mi mano por su espalda antes de tomar el control y apagar la televisión. Se acomodaron un poco antes de apagar la luz. Argentina inmediatamente pasó las manos por detrás de la espalda, acercándolo a él para restar su mejilla en su pecho. Escucha una risita de su parte, antes de que tomará su mentón y lo subiera para mirarlo a los ojos, para luego fundirse en un beso suave él cuál significa un "Te amo, buenas noches"

Con su corazón cálido cerró sus ojos recibiendo unas caricias en el costado de su estómago.

No demoro mucho en caer dormido, descanso sus músculos que se había sobre tensado en los juegos. Mañana habría más de su tranquila vida, con su pololo.

Simplemente tranquila.








"—Los barcos están a la vista, señor.—Miró con sus binoculares a los lejos, los acorazados británico se acercaba a ellos. Esa bandera la detestaba con su vida. Camino por la popa hasta el timón, sacó su espalda, estaría listo para abordar la nave enemiga. La sal se colaba por sus fosas nasales, la adrenalina que corría por su cuerpo no podía ser devuelta, ganaría esta batalla y muchas más. Acomodo su gorro.

Tomo un sorbo de su cantimplora, antes que una ola azotara su nave de madera haciéndolo tambalear y ser empapado por el agua salada o algo similar, era pegajoso y gelatinosa como las medusas. Escucho un llanto que venía desde atrás de él. Lo ignoro, debía mantenerse firme.

REPÚBLICA DE ARGENTINA! Dio un salto al agua sin ninguna razón al escuchar su hombre, pero antes de tocar las olas."






Abrí los ojos, asustado por la muerte ficticia en su sueño, mire al frente para ver la espalda de Chile. Uf estaba vivo. Sus piernas estaban mojadas ¿No puede que se halla hecho encima o..? Tomo su celular y alumbró las sábanas.

—¡CONCHETUMARE!—Grité. Viendo a la criatura desnuda moviéndose por entre las sábanas. Quedé paralizado. Sintiendo terror imaginando lo que vendría por ahora.

—¡Ah! Qué paso?—Chile se despertó de golpe. Movió sus piernas, sintiendo mojado sus rodillas.—¿Te measte?—Miró entre las sábanas también. Abrió los ojos como platos.—¡Arge!—Tomo a la criatura, viendo al fin lo que era.

Un bebé recién nacido. 

Prendí la luz. Estaba cubierto de líquido, pero no lloraba, Chile reaccionó rápido lo puso de cabeza, tomándolo de los pies, y como un doctor le dio un cachetazo en su espalda. Escucharon una pequeña tos con moco y este empezó a llorar descontrolado. Chile se le acomodó entre sus brazos, las lágrimas bajaron por sus mejillas viendo su bandera teñida en él.

Era como Chile, pero bebé.

Era un bebé Chile.

Era el bebé de Chile

Su heredero...


Y ahora somos tres... [COUNTRYHUMANS!ARGCHI]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora