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Unas semanitas después, estoy aquí en la ducha dándole un bañito a Nico que se cagó de nuevo, sigo sin entender como funciona su mecanismo y como caga más de lo que come, la pediatra dice que es normal porque no come nada sólido aún y eso quiere decir que es una popo líquida hasta que deje de tomar leche, y la verdad que sea luego, ya no sé que hacer con todos los tarritos, yo los tiro al cuarto del desorden, y ya hay como una montañita, tal vez no se los puede hacer macetas o hacer crecer perejil u orégano.

—Ya niño, ¿Quieres que te ponga el pijama o la ropita que te regalo Finlandia?

Aún no lo había sacado de la maleta, pero alcance a ver que era un conjunto completo, blanco y celeste, con una botitas, hacía frío de la muerte, tenia la estufa casi como otro hijo, lo llevaba para donde que fuera, como estará mi amorcito ojalá que tenga una estufita en su trabajo o si no voy personalmente a llevarle una.

—Dale hijo vos podes, yo creo en ti.—Lo miré con tanta determinación que pareció entender que quería que usara todo el potencial de su pequeño cerebro. —Decí Pa - Pá.

No me respondió, pero si me mordisqueo la mejilla como beso.

—Che se re-nota que no me quieren...—Fingí un llanto viendo al traidor de mi novio y de mi hijo quienes los había descubierto comiendo unas empanadas de mariscos escondidos en el balcón. Acababa de descubrir este escena luego de que amorosamente fui a comprar el pan para la merienda... Bueno, Nico no, solo chupeteaba el bordecito y toda su mano de paso.

Chile no me dijo nada, y siguió comiendo, viendo el celular.

El amor en nuestra relación se apaga...

—La tuya está en el microondas

¡Olívenlo!

¡Ay ya estaba harto de vivir como dueña de casa! Si bien me gusta estar en casa con mi mono chico, quiero hacer algo más, Chile no está en casa y estar ahí, me hace extrañarlo más aún, además quería salir a algún lado que no sea ciudad, y seriamente estoy pensando en ir a buscar mi cámara, pero que creo que ya está muy obsoleta y mi portafolio para mi CV

Mire a Nicolás que estaba durmiendo en mi pecho.

Y se me ocurrió una fantástica idea

—¡¿500 LUCAS?! —Le sonreí y le asentí, ya saben, estoy aún castigado por gastar el dinero en ese peluche gigante. —Yaaa...¿Y se podría saber para qué?

—Para algo... Que voy a ser con el Nico... Él y yo solitos.

Nos miramos unos segundos, intente poner cara de perrito atropellado hasta batí las pestañas cuál milipili para que su papá le pasara el carro.

—¿Y por qué yo no estoy incluido?

—Porque sos un forro que no quieres prestar plata.

—No, acuérdate que estamos ahorrando para un subsidio.

Le saqué la lengua, llevándome al Nico ofendido, como nene que se enoja y se lleva la pelota para su casa.

Mientras estaba lavando la losa, mi teléfono empezó a sonar, bueh lo deje sonar porque no me iba a despegar de este plato lleno de dulce de leche que se me cago debajo de la cama y me olvidé completa de él hace como 5 meses hasta que esté limpio.

Y ahora somos tres... [COUNTRYHUMANS!ARGCHI]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora