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—Entonces huevos, queso, jamón, pate y...—Me apunto con el dedo con cara de intriga, a punto de cerrar la puerta.

—Mantequilla.

—Voy y vuelvo.—Argentina salió junto con Nicolás que iba en su espalda. Estas semanas, entre más agitados que se iban poniendo los estudiantes, más parecía detestarme, así que estaba pegado a Arge como una sanguijuela, pero sabía que a diferencia de una movilización nacional, los estudiantes en algún punto tendrán que volver a clases, ya que si pierden un año académico retrasaría todo su futuro laboral y en especial en los estudiantes de último año, que además eran usualmente presidentes o conformaban los centros estudiantiles. No le daba más de unas semanas más, la oferta de las becas siguen en pie y son muy tentativas, pero no para los más tercos. 

En menos de un mes tendría a su bebe de nuevo diciéndole 'agu agu' para que le haga trompetillas en la watita. 

Pero tenia unos asuntos pendientes que tenia que resolver en estos momentos de pura soledad, porque aun recuerdo que tengo que verificar algo, que casi se me olvida por completo, espere unos segundos a que los pasos de Arge dejaran de sonar en el pasillo, para deslizarme hacia la pieza, dentro de un de los cajones de mi cómoda, entre tanto poleron viejo, estaba la cajita que me habia dado China, ese encarguito que le habia pedido que le consiguiera, volteé por si al caso, antes de abrirla, y ahí estaban bien acomodados, juntitos, brillosos y relucientes...

Sus anillos.

El primero era el de compromiso, que era para Arge, ya que planeaba que yo fuera el que se arrodillaría, uno plateado, bastante grueso, con un diamante incrustado, haciéndolo ver bastante masculino, algo que sin duda él usaría y le encantaría quedarse incluso después de ponerle el de matrimonio. 

Al costado estaban los de matrimonio, los típicos y simples argollas de oro redondos, solo que estas tenían un "A" y "C" grabadas en el interior. Estos se utilizaban en la ceremonia para sellar el compromiso como se debía, como Dios mandaba, aunque este estuviera bastante enojado conmigo hace ya muchas décadas por mis pecados, aparte de mi mariconeria claro. Lo seguía queriendo un poco al viejo, pero más a mi virgen Maria y mi san expedito, que siempre le pedía que me cuidara al Nico.

Desde que era chico, cuando me dejaron en la puerta de un convento de jesuitas, cuando apenas tenía unos días de vida, si, yo no conocí nunca quien era mi mamá y mi papá, me entregue en total alma al señor y la iglesia, ya que ahí fue la unica casa donde podía volver a pesar de todos mi errores, incluso cuando perdía el camino en el alcohol que recibían con un plato de comida y una cama. Solo por respeto a eso, y sé que Dios no quisiera ver dos maricones casarse en su casa, no haremos un ceremonia en un iglesia o que tenga que ser con la religión, Argentina es católico igualmente, pero con su actitud rupturista tampoco creo que quiera nuestro compromiso deba involucrar a alguna deidad omnipresente.

Tomo una de las argollas la que tenia la "A" y me lo coloque en el dedo anular, entro despacio y me di el tiempo de ver como brillaba en mis dedos largos, pero es hora de la verdad, intente sacarlo, con un poco de esfuerzo se pudo, no dejo marca, es decir que la "talla" estaba bien para mí, pero la cosa que en verdad le preocupaba era los anillos que eran para él, le habia dado a China uno de los anillos que habia encontrado en la casa que eran de Arge en su época Punk, pero cabía la posibilidad que por el tiempo o tal vez el mismo desgaste del tiempo, se halla encogido o agradado, además que el herrero no haya atinado a la tallas, no sé si eso de las tallas chinas eran más pequeñas que las occidentales también entraban la joyería, aunque lo dudaba la verdad y la verdad no podía simplemente pedirle el dedo a Argentina para comprobar que estuviera bien, quería que fuera una sorpresa de esas que te dejan plop como el Condorito, y conociéndolo de seguro se lo agarro y le tira un peo el muy payaso, igualmente estaba pensando en noquearlo, y así probárselo.

Pero la verdad, si no le quedaba, daba lo mismo, nadie los apuraba igualmente, lo mandaban a hacer de nuevo, lo importante no eran los anillos, si se amaban lo suficiente y ese sentimiento de querer permanecer juntos para el resto de la vida o hasta que nos declaremos la guerra (Aunque si eso pasaba sería romántico) era verdadero, un anillo era simplemente un detalle cultural sin importancia... Pensándolo mejor deberíamos hacernos un tatuaje de pareja mejor, así en mi pecho grande "Te amo mi chachito" con hartos corazones.

Guarde bien la caja de nuevo, sabiendo que Arge era tan flojo que no se atrevería a hincarse en el piso para sapear mi ropa apolilla' pero por las dudas.

Aprovechando también me metí a buscar un lugar bonito, no tenia nada preparado la verdad, dejando las cosas a último momento, ctm, haciendo las cosas a la chilena no ma' algo pilita, que no se saliera de mi presupuesto, que no eran más de 200, para decoración y comida, China que es mi compinche, porque le gusta mucho eso de los vecinos enamorados, cosa que me hace sospechar profundamente que esos besos de hermandad socialista que tenia con la URSS, no eran tan ambientados a la camarería, me habia mandado algunas ideas que encontraba en las rr.ss chinas, y yo pensaba que el weon no tenía internet, y que las personas se casaban en ceremonias tradicionales con el consentimiento únicamente del padre de la novia o cosas por el estilo, o con un el cuadro de Mao zedong gigante administrando la ceremonia como un remplazo de un cura.

Me habían gustado unas que contaban con decoración hecha especialmente de flores y bordados, podría mandar hacer una enredadera de copihues y ceibos, para así intentar después mantenerla viva el mayor tiempo posible.

Pero claro, todo eso si me decía que sí...


Y ahora somos tres... [COUNTRYHUMANS!ARGCHI]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora