🌸Taijutsu | | Rock Lee Y Tú🌸

🍃7. Gaara🍃

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Vió como dos de sus antiguas compañeras en la Academia cruzaban el vestíbulo sin siquiera mirarla, lo que no la impresionó mucho, nunca había sido muy popular como ellas.

—Debemos ir a visitar a Sasuke primero —dijo una de ellas. Empuñaban flores de diferentes tipos a la altura del pecho, una roja y una blanca.

Se alejaron sin voltear, parecían decididas a visitar a quien fuera que irían a ver, pero no se notaban tristes tampoco.

—¿Lo conociste ayer, verdad? —La interrogó brevemente Akumi nerviosa por la situación que tuvo que pasar unos minutos antes del relato.

—Sí... También intentó salirse.

—¡Al menos no estaba ya afuera! No sé como podrías haberlo entrado, apenas yo pude.

—Las chicas de las que hablaste...

—¿Pelo rosa y rubia?

—Si —_____ soltó una carcajada ante la forma en la que decidió describirlas.

—¿Qué hay con ellas?

—No es nada, tan sólo las vi entrar llevando todas esas flores.

—Llevaron para el Uchiha y para Rock Lee. ¡Hablando del Uchiha...

—Lo sé, lo sé, tranquila, ya aparecerá.

—Ya parezco la guía del hospital —Se quejó —En fin...

_____ miró la mesa por un momento pensando si estaba en su lugar o no preguntar lo que tenía en mente, pero al final lo hizo de cualquier forma.

—Oye... ¿Sabes que pasó con él? ¿Con Rock Lee?

—Pues... sus heridas son muy graves, no tenemos el equipamiento para curarlo aquí.

—Entiendo...

Como esperaba la respuesta no fue más nada que deprimente, pero permitió que eso la desanimara.

—Ve con él.

—¿Qué? —Esa orden tan repentina logró desconcertarla.

—Te conozco. Sé que quieres ayudarlo, pero no hay mucho que puedas hacer más que estar ahí para él.

La mirada de _____ se ancló en los ojos de Akumi que la miraban con seriedad, entre la sorpresa y el agradecimiento de ser comprendida en tal forma.

Comenzó su camino a la habitación una vez más con las esperanzas de poder hacer algo por el chico aunque sea animarlo.

—¿Hola? —deslizó la puerta con delicadeza en caso que estuviera durmiendo.

No lo estaba, pero aún así su cuerpo reposaba en una posición engañosa. Volteó a ver quién lo saludaba intentando nuevamente reunir todas sus fuerzas para aparentar un buen animo.

—Hola.

—¿Cómo estás?

_____ tomó asiento en la otra cama que había allí mientras expresaba toda su amabilidad hacia Lee.

—Lo mismo de siempre, creo.

El estado anímico que tenía no era sorpresa para nadie, después de todo se encontraba internado en el hospital.

—No tiene porqué ser así, podemos jugar un juego o lo que tu quieras —Su cabeza calló de lado.

—¿Has venido a jugar conmigo?