Homofobia // NamJin

52. El Castillo de un Príncipe pt.3

Para cuando Nam quiso reaccionar el hombre ya estaba sobre él, por lo repentino que había sido esto Nam cayó al suelo y el mayor sostuvo sus manos, la gente alrededor se notaba sorprendida, toda la calle se impregnó de un silencio que solo era interrumpido por la bocina de algunos autos apresurados, silencio que pronto se convirtió en murmullos de la gente que miraba sorprendida a NamJoon junto con el chofer, muchos sacaron sus móviles para grabar el hecho mientras que otros para acudir a llamar a la policía, claramente el piloto se percató de esto porque dejó que NamJoon se levantara mientras lo tomaba fuerte de la muñeca.

-Tranquilos, esto no es más que un malentendido- NamJoon estaba rojo del enojo que sentía, apretaba sus puños y la multitud no pudo evitar obviar las palabras del chofer para fijar su atención en los claros moretones que el chico tenía alrededor de su torso desnudo quien intentó soltarse del agarre del hombre sin lograrlo y aprovechando la distracción del chofer le colocó el brazalete que antes le habían puesto a él y tomó el control en su mano, no podría presionar el botón, pues el choque que le daría también le afectaría sí mismo.

El copiloto salió del baño cojeando y lo vió con ojos de odio solo para dirigirse a su asiento en la limusina mientras se sostenía el estómago, Nam suspiró -Tiene razón, no se preocupen, solo ha sido una pequeña pelea, no hay razones para alterarse-. Forzó una sonrisa y la tensión que rodeaba el ambiente disminuyó un poco -Vamonos ya-. Dijo Nam de forma que todos le escucharan y el chofer asintió llevando a Nam hasta el vehículo, sin siquiera percatarse de la prenda que ya traía puesta, el tipo abrió la puerta y Nam entró a la lumisina, posteriormente entraría el hombre.

-Mocoso de mierda- Musito apenas entró al medio de transporte y el otro lo vió sorprendido.

-¿Que diablos traes en la muñeca?- Dijo con cierto tono de miedo, NamJoon había ganado.

-¿Qué?- Miró el lugar mencionado y se tiró en el asiento como si aceptara su derrota -Hijo de perra-. Susurró, NamJoon alzó el control, esta vez no se arriesgaría, así que presionó el segundo botón dandole una descarga media al hombre por unos segundos quien quedó inmóvil en su asiento luego de sacudirse.

-Adiosito- Salió del auto con una sonrisa victoriosa en el rostro dejando a ambos hombres incapaces de perseguirlo.

Cruzó la calle tranquilamente hasta el lugar en el que había visto a Jin anteriormente, se acerco despacio por detrás y le cubrió la boca con mis manos para que no gritara por el susto, sabia que el chico era muy asustadizo y no queria alertar más a la gente, en consecuencia consiguió un Jin intentando pegarle.

-Bebé, cálmate, Jinie, soy yo- Susurró en su oido y este se detuvo, lo soltó despacio y Jin se giró sin poder creérselo.

Kim NamJoon

-Bebé, cálmate, Jinie, soy yo- Susurré en su oído y este se detuvo, lo solté despacio y Jin se giró, viéndome como si de un fantasma se tratase.

-¡Nam!- Exclamó y levantó lo más rápido que pudo del banco para subirse en este y abrazarme cálidamente, sentí mi hombro humedecerse con sus lágrimas y sus sollozos en mis oídos, acaricié su espalda y cabeza mientras le daba un pequeño beso a su mejilla.

ㅡTranquilo, amor, estoy aquíㅡ. Susurré, y este se separó de mí para tomarme de las mejillas y darme un beso en los labios sin siquiera importarle que vieran, yo le correspondí con cariño hasta que él mismo se separó despacio para ver mis ojos.

Mi corazón se rompió cuando analicé su estado, esos ojos rojos e hinchados decorados con unas horrendas ojeras, parecia pálido y no traía su típico aroma a flores suaves, parecía más débil y pequeño de lo normal ¿O era mi percepción?