27. "Eres un ángel, Jin"

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El cinturón de cuero se golpeaba una y otra vez contra mi piel de una forma fuerte y despiada y Jin continuaba golpeando la puerta del cuarto de baño desde el interior con fuerza mientras sollozaba mi nombre en gritos, cuando lo consideró suficiente salió de la habitación dando zancadas fuertes y estrallando la puerta detrás de sí, dejándome tan demacrado que llorar me dolía pero no podía parar de hacerlo, no era capaz de mover un músculo y Jin seguía goleando y llorando así que reuniendo las pocas fuerzas que tenía grité:

-E... Entre los envases d... De Shampoo, Jin...- Quería continuar con la explicación pero me fué imposible porque mis ojos se cerraron sin pedirme permiso previo.

Kim SeokJin

-E... Entre los envases d... De Shampoo, Jin...- escuché su débil vos del otro lado.

-¿Q... Qué?¿Qué hay allí? ¡NAMJOON!- en vista de que no respondía me ví demasiado desesperado y no pude pensar claro, así que como por un reflejo corrí hasta dichos envases y hurgué hasta que encontré unas llaves, volví a correr con desesperación hasta la puerta del baño y la abrí desesperadamente y comencé a llorar al instante al ver a NamJoon tirado sobre su cama con los ojos cerrados -¡NAMJOON!- Grité pero no respondió, revisé su pulso y estaba ahí, pero era bastante débil así que saqué el teléfono que llevaba consigo en el bolsillo, lo encendí y presioné "Llamada de emergencia" Y marqué el "119" El teléfono empezó a emitir un timbre de espera en mis oidos.

-Vamos... Vamos...- susurré deseando que el timbre de espera desaparecuera y me contestaran ya.

-Buenas tardes, ¿En qué puedo servirle?- una voz femenina me atendió del otro lado de la línea.

-Por favor- rogué entre los sollozos -Tengo un chico desmayado y herido- expliqué impaciente y angustiado.

-Diganos su dirección, por favor- pidió la formal voz.

Dije la dirección de la casa de NamJoon -Rápido, por favor- supliqué llorando.

-Ya vamos en camino.

-Gracias- colgué la linea deseando que lleguen lo más pronto posible cuando me distraje con algo que había bajo la cama.

No es que me haya dejado de preocupar NamJoon, pero podría ser algo de importancia lo que se le había caido por debajo de la cama así que me agaché y tomé lo que parecía ser una bolsa de plástico no tan grande, me levanté, pero resultaba que la boca de la bolsita estaba hacia abajo y su contenido calló al piso lo cual me causó ligero hastío porque recién me habia agachado y ahora tendría que hacerlo de nuevo, volví a agacharme y tomé lo que parecían ser paquetes de pastillas, las levanté y leí el contenido de forma inconsciente eran... ¿¡ANFETAMINAS!?

Me ví demasiado sorprendido, tanto que en un principio no era capaz de creermelo pero eso explicaría los problemas que estaba teniendo NamJoon, explicaría los comportamientos extraños, las charlas solas, la deficiencia motriz, la delgadez, explicaría... Los desmayos, esto era increible, NamJoon se estaba drogando.

El sonido de las sirenas fuera de la casa alertó mis sentidos, guardé en mi mochila las anfetaminas de forma ágil y baje las escarleras de la mansión corriendo, abrí la puerta principal y dejé entrar a los enfermeros guiándolos con la misma rapidez hacia la habitación del herido los cuales levantaron y trasladaron el cuerpo hasta la ambulancia.

-Solo familiares, señor- Me dijo uno de los emfermeros cuando intenté entrar a la ambulancia para acompañar a NamJoon.

-Por favor...- Me angustié al escuchar eso al punto de que mis ojos se acuaron.

-Lo siento- se dispuso a cerrar la puerta de la ambulancia cuando lo detuve.

-Soy su novio- Afirmé aunque sabía que esto no era cierto y al momento me sonrojé hasta la incandescencia porque el hombre me miró con asco dejándome entrar, puedo jurar que a regañadientes, aún así, agradecí al cielo que lo haya hecho porque creo que moriría de la preocupación si no podía ir con él.

Homofobia // NamJinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora