38. El accidente

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Narrador externo

Sospecho que Jin no llegó hoy a su casa, sospecho que Jin hoy no hizo los deberes, sospecho que Jin hoy no arregló su habitación, A altas horas de la madrugada La Señora Kim, quien no se había quitado el apellido de su ex esposo, abrió la puerta de su humilde hogar como era de costumbre, la cerró tras de sí, claro que antes de nada se quitó los zapatos, caminó sin calzado hasta la habitación de su pequeño príncipe, sintiendo como la temperatura fría del suelo se colaba por los dedos de sus pies, giró el picaporte y abrió la puerta con una sonrisilla incontrobale pintada en sus expresiones la cual desapareció al abrirla por completo, su corazón se aceleró y sus ojos se llenaron de lágrimas imaginando millones de cosas nada buenas que pudieron ocurrirle a su pequeño, se puso el mismo calzado que llevaba en la mano y salió como un cohete por la puerta luego de tomar sus llaves, caminó calles, asustada, con frío, acompañada unicamente de la luz lunar, pero le importó muy poco, estaba preocupada, alterada llegó hasta la casa del alcalde donde vive Kim NamJoon, el único de sus amigos que conoce, con los ojos rojos por el llanto tocó el timbre con desesperación, una empleada le abrió la puerta y ella le pidió ver al joven de la casa tras reconocerce como "La Madre de Jin" vió al moreno bajar vestido con una camiseta y un pantalon de pijama y medio somnoliento.

-Buenas noches, Señora Kim ¿Sucede algo?- Tal vez para él era dificil reconocerlo pero NamJoon se moría de miedo al ver a la madre de Jin de esa forma, no podía imaginar que algo malo le haya pasado, se culparía de todo, se sentiría culpable, lo trató mal.

-J... Jin- tartamudeó la mujer devastada.

-¿¡Qué le pasó a Jin, Señora!?- Exclamó NamJoon muy asustado- ¡Hable!- insistió al silencio de la mujer.

-¿D... Donde está?- Fue lo que pudo vociferar antes de romperse en llanto frente al amigo de su hijo. Escuchando como este también empezó a sollozar tras deducir la gravedad del asunto, y sin darse cuenta había abrazado a la destrozada señora, tal vez para consolarla a ella, tal vez para consolarse él... aún sentía cosas por Jin, solo que esto se le hacia muy difícil de admitir.

NamJoon ofreció a la señora alojo por una noche para que no se quedara sola y pudiese descansar, esta no aceptó así que decidió el mismo acompañarla a su casa y quedarse con ella, sin cambiarse de ropa, solo se fue con la mujer, a pie, hasta su morada y allí pasó la noche con ella, le hizo un té de uno que su madre le enseñó a hacer una vez que funcionaba como calmante, asimismo antes de dárselo, fue a una farmacia 24h y pidió específicamente unas pastillas para dormir, pues sabía a la perfección que la fémina no podría pegar el ojo sin antes enterarse del paradero de su hijo, y esto parecía imposible a esas horas de la madrugada, además tenía conocimiento de que esta trabajaba bastante y eso solo era otra razón para hacerla dormirse volvió a la casa con las pastillas y se las dió junto al té que había preparado, aún tibio, argumentando que eran para prevenir el dolor de cabeza que le daría luego por llorar, pues era obvio que si sabía que era para dormir no se las tomaría.

Poco rato más tarde, la señora empezó a caer en brazos de morfeo, aún en esta situación se rehusaba a irse a su cuarto, así que NamJoon tuvo que darse la tarea de llevarla en brazos hasta su cama cuando quedó totalmente dormida en el sillón, allí la arropó y luego salió de la habitación cerrándole la puerta de esta, se dirigió a la habitación de Jin y largó un suspiro, cerró la puerta al entrar y se acostó en su cama, se arropó a sí mismo con las sábanas de su amor y empezó a llorar sobre la almohada ajena.

"¿Dónde estás?" Repetía en un tono de voz moderado para no despertar a la mujer con sus sollozos "Vuelve, perdóname" y así se pasó NamJoon la noche, no pudo pegar el ojo por la preocupación que sentía.

Kim NamJoon

Al día siguiente me hallaba zombie, apenas me desperté fui al cuarto de la madre de Jin y la revisé, estaba dormida y no pretendía despertarla, así que cerré puerta con cuidado y me dirigí a la preparatoria.

Homofobia // NamJinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora