Homofobia // NamJin

9. Lágrimas de cumpleaños

NamJoon:

Abrí los ojos de a poco y froté mi rostro, tomé la caja y guardé el anillo, luego me levanté con dolores en el cuello y espalda, y puse esta sobre el gavetero donde estaba antes, saqué mi teléfono de mi bolsillo para ver la hora, las 7:13 p.m., había dormido en el suelo cerca de cuatro horas, me volví a tirar esta vez en la cama boca arriba y miré el techo, volví a ver el celular y me percaté de la fecha, esto hizo que infinitos recuerdos de mi madre chocaran en contra mio, mis ojos se volvieron a inundar de lágrimas las cuales empezaron a resbalarse por mi mejilla inmediatamente, poco tiempo más tarde estaba sollozando como hace casi cuatro horas, cambié mi posición poniendome de lado abrazando una de las almohadas como un pequeño niño mientras lloraba y dejaba caer mis lágrimas en esta.

-M... Madre, te extraño- dije entre los sollozos -¡AHG!- apreté mi puño y empezé a golpear aquella almohada, luego me levanté y empecé a golpear fuertemente la pared hasta que mis puños dolían, hasta que estaban morados, pero aún tenía ganas de golpear cosas, ganas de desahogarme, pero golpear algo vivo, necesitaba golpear algo que le dolieran mis golpes, necesitaba golpear fuerte a Jin, y mañana, día de mi cumpleaños, o más bien, día de la muerte de mi madre, era el día perfecto para eso, fuí a mi cama de nuevo acostándome en ella, me quité la camiseta y observé mi torso, estaba lleno de moretones, marcas, entre otras cosas que mi padre me había causado, mis ojos volvieron a inundarse con mis lágrimas, me acosté de lado y abracé a aquella almohada que acababa de golpear, cerré mis ojos y me dispuse a dormir.

-Madre te extraño... Nhg- balbuceé antes de quedarme dormido.

•••

El frío sonido de una estruendosa alarma chocó contra mis oidos, sin cálidos besos, sin palabras bonitas, no más que una fría alarma, cuanto extraño esos tiempos donde lo primero que sentía despertarme era un mojado beso en mi frente, mejillas o nariz, donde lo primero que veía al abrir mis ojos era esa dulce expresión materna acompañanada de una cálida y honesta sonrisa perfectamente dibujadas con armonía en su rostro, donde lo primero que deleitaba mis oidos eran las tiernas palabras "Buenos días pequeño príncipe" O "¿Que tal amaneció mi Namie bubú?" Junto al mañanero cantar de las aves en mi ventana, cuanto extrañaba esos hermosos tiempos, los extrañaba con todo mi ser.

-Feliz Cumpleaños NamJoon- me susurré y justo en ese momento llegó a mi mente "Happy birthday my little prince, happy birthday... To..." Aquella canción, aquella canción que nunca pudo ser terminada y que jamás lo será, no con una voz tan angelical, no con una voz tan pura, no con una voz tan inocente, una voz irremplazable, mis ojos se inundaron nuevamente y y lágrimas que rápidamente limpiaba resbalaban por mis mejillas, empecé a imtentar reprimirlas, y cuando pude lograrlo me levanté, tomé mi toalla colgandomela en los hombros y empezando a caminar a mi cuarto de baño y alistarme para la preparatoria, terminé de ducharme y de lavarme los dientes, luego salí y empecé a buscar mi ropa, me vestí con un Jean, una polera blanca lisa, unos tennis negros y una chaqueta de cuero con el mismo color, tomé mi mochila, luego mi teléfono y lo metí en el bolsillo de mi pantalón, luego salí de mi habitación para luego salir de la casa sin desayunar, pues no quería hacerlo, no tenía apetito, me monté en la limosina e inmediatamente el conductor tomó rumbo a la preparatoria, llegamos, yo me bajé con la mochila colgando en uno de mis hombros y me introduje en esta con una expresión seria y desanimada.

SeokJin:

Llegué a la preparatoria, inmediatamente entré en esta escuché la voz de JiMin llamarme, yo solamente lo ignoré y continué con mi camino, sentí como su paso apresurado y su voz se acercaban a mí cada vez más, yo continué caminando como si nada estuviese pasando, escuchaba los exclamos y los correteos de JiMin a mis espaldas, pero yo le hacía caso omiso a todo eso.