Homofobia // NamJin

44. Amor Aerostático

SeokJin

Me la estaba pasando demasiado bien y quedé muy sorprendido al notar ese avioncito cruzar tan cerca de nosotros, en su parte de atrás traía algo así como un trozo enorme de papel donde se leían las palabras "¿Quieres ser mi novio?" Sonreí al pensar lo afortunado que debía ser aquel chico a quien habían dedicado semejante declaración.

Con una sonrisa que delataba la emoción que sentí en este momento me giré -Mira eso, Na...- Dije queriendo compartir lo visto y sin embargo me lo encontré con una de sus rodillas apoyada en el suelo mientras que el pie perteneciente a la pierna contraria se afincaba allí mismo, Nam sostenía una cajita que estaba abierta y en su interior podia ver una cadena realmente muy linda, su dije era una pluma dorada -¿Na...?- me ví interrumpido por el chico quien le pasó la cajita al hombre con la máscara para levantarse del suelo y tomar con sus manos las mías.

-Jin...- Empezó a hablar mientras yo lo observaba espectante, atento, curioso, no estaba comprendiendo mucho -Sé que soy el chico perfecto, he hecho muchas... realmente muchas cosas malas- Su mirada estaba en mis ojos como la mía en los suyos y sin embargo no se sentía incómodo sentí sus manos humedecerse un poco, o tal vez eran las mias, no lo sabía, realmente no lo sabía y no me interesaba, mi corazón latía rápido -Me he comportado de maneras horribles, soy agresivo y tengo problemas de ira, suelo destruir las cosas y muchos me tachan de mounstruo- Quise interrumpirle para aclararle que no lo era pero su mirada me pedía que lo dejara continuar así que así lo hice -No merezco todo lo que has hecho por mí, Jin, no soy merecedor ni soy digno de que me consideres tu amigo y por eso es tan estúpido esto que quiero pedirte, tan egoista... pero aún así necesito hacerlo, necesito que sepas lo que siento por tí- Ok, mi corazón iba a salirse de mi pecho -Eres la persona más bondadosa, la personas más pura que he conocido jamás, eres maravilloso, tanto que no puedo creer que habites esta tierra porque la humanidad no merece a alguien como tú siendo parte de ella, eres... Jin, eres Perfecto, Eres un Ángel- Se detuvo y besó una de mis manos yo lo miraba con la cara más que ruborizada -Por eso, y por mucho más, Jin, hoy te pido... ¿Quieres ser mi novio?- ¿Entonces ese avion era para mí?¿Yo soy ese chico afortunado?

Mis ojos se llenaron de lágrimas que no corrieron por mis mejillas, no eran lágrimas de tristeza eran todo lo contrario mis manos fueron hasta mi boca para cubrir la misma, tapando la vez una sonrisa incontenible, miré hacia el cielo en frente de nosotros y volví a observar los ojos de Nam, su expresión nerviosa, sus ojos buscando respuesta los mios, sus respiración descontrolada solo me confirmaban que esto era real, que no era otro de mis sueños, y por un momento me olvidé de consecuencias, por un momento olvidé todo porque solamente importábamos él y yo, nadie más.

-Sí, Nam, Sí quiero- Respondí con unos ojos demasiado brillantes y una sonrisa demasiado sincera psra ser real y sin embargo lo era por completo.

-¿En serio?- No podía creerselo, NamJoon rió y soltó el aire como si nunca antes había respirado, me abrazó y yo correspondí el gesto, así nos mantuvimos por unos segundos hasta que nos separamos para mirarnos a los ojos sonriendo, Nam posó sus manos en mis mejillas y las acarició, su rostro se acercó al mio y nuestros labios encajaron, ambos cerramos los ojos, el beso era cálido, dulce, inocente, y esta vez no estaba ese sentimiento de que no era correcto.

-Te quiero, Jin, te quiero demasiado- Dijo apenas se separó para quedarse viendo mis ojos y con sus manos puestas en mi rostro.

-Y yo te quiero a tí, Namie- Dije con una sonrisa mientras mi mirada se perdía en la suya.

-¡Cierto!- Dijo Nam y se separó de mí para ir por aquella cajita que estaba en las manos del hombre cuya presencia había desparecido para ambos hasta ahora y al saber que había visto todo esto un sonrojo se adueñó de mi rostro nuevamente. Nam regresó hacia mí y saco el collar de allí, y lo puso frente a mis ojos -Una pluma, porque es así como seremos tu y yo, Jinie, seremos libres, nadie nos juzgará, nadie nos señalará  ni mirará despectivo porque solo nosotros existiremos y aquellos quienes esten a nuestro favor y no en nuestra contra- acercó la prenda a mi cuello y se encargó de ponerla él mismo.