20. Vacío

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Kim NamJoon

Me desmonté de la limusina, cuando mi puerta fué abierta por el chofer de esta, SeeBin, él mismo se dirigió a la puera de la mansión que compartía con mi padre y los empleados para abrir la puerta, yo agradecí sus gestos aunque los hubiese hecho por pura obligación, pues así me había enseñado mi madre antes de fallecer, y al día de hoy, esas costumbres prevalecían intactas, tal vez por el hecho de querer mantenerla viva de alguna manera, la extraño.

Me adentré a la mansión y escuché la puerta ser cerrada por SeeBin, y luego, un poco más lejana, la puerta de la limusina y el arranque de esta, sin tomarle mucha importancia presioné el botón número dos del ascensor y entré en este inmediatamente abrió la puerta, para segundos más tarde salir de allí con rumbo a mi habitación, abrí la puerta de esta, y tras hacerlo, sentí como mi corazón de enfriaba del susto que me llevé viendo a mi padre parado frente a la ventana de adentro de esta.

Sus manos estaban posicionadas en su espalda, un traje negro y pantalones de tela del mismo color cubrian su piel, su vista era hacia la calle y aunque no podía ver sus expresiones podría asegurar que estaba serio, él siempre estaba serio.

-Que bueno que has llegado, Kim NamJoon- sus palabras Chocaron contra mí con la misma frialdad con la que habían salido de su cavidad bucal sin mover un músculo de su cuerpo.

-P... Padre- tartamudeé, sin saber que más decir, dudando de si entrar o no a la que se supone era mi alcoba.

-Adelante, Kim NamJoon, no muerdo- diría que lo había dicho de forma burlona de no ser porque mi padre jamás gastaba una broma con absolutamente nada.

Pero sí golpeas...

Entré de forma dubitante, el ente se separó de la ventana y se dirigió a la puerta de mi habitacion cerrando esta con seguro de forma no tan delicada.

-Entonces... Te has dedicado a abrazar gays, Kim NamJoon- una punzada se incomodó mi pecho revolteando todos mis sentidos ¿Como mierda llegó a dus oidos algo que había pasado hace tan poco tiempo? Y por un segundo cerré los ojos intentando regular mi respirar que se había agitado de repente.

-¿Q... Qué?¿D... De que hablas P... Padre- Dije intentando, sin resultado fingir sorpresa, pero los inocultables dejes de nervisismo se habían mezclado en mi acento, y por segunda vez no era capaz de ocultar los nervios, esto se me estaba resbalando de los dedos como granos de arena.

-Sabes de lo que estoy hablando, Kim NamJoon,  lo sabes perfectamente- entonces volví a sentir la incomodad de otra punzada como si me estuviesen clavando flechas imaginarias con cada una de las palabras llenas de veneno que salían de la boca de mi padre -A ver si esto te refresca la memoria- Mi padre sacó su teléfono del bolsillo delantero de  su saco formal y me mostró unas fotos que me mostraban abrazando a Jin.

Yo estaba ahí, hundiendo mi cara en su hombro y el me miraba sonriendo aunque solo hubiese confusión en sus expresiones y unos dejes de algo que era ininteligible a mis ojos.

No supe como reaccionar ahora, o que otra cosa inventar, habían evidencias y eran demasiado claras, moví mi mirada por la pantalla del movil buscando algo que me diese una pista de quien ha estado como incubierto de mi padre, pero todo estaba tan planeado... El número de teléfono no estaba agendado y era imposible saber si lo conocía o no, la foto de perfil tampoco se mostraba, mierda.

Cerré mis ojos y escuché el sonido de la correa de mi padre desabrochándose conocía tan bien ese maldito sonido... bajé la cabeza definitivamebte resignado a lo se que se venía.

-De rodillas- las palabras salían como espinas de su cavidad bucal, la brusquedad en estas y la frialdad eran más que obvias, y solo me quedó obedecer a sus mandatos pues con el paso del tiempo había aprendido que era mejor hacer eso que desafiarlo.

Homofobia // NamJinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora