Un amor sin escape #1 (Completa- Editando)

Capítulo 3 *

Alexa Fabray.

—Despiértate Alexa —el golpe de una almohada contras mí me despertó e hizo quejarme.

—Ya basta Caleb. Déjame dormir es domingo ya déjame seguir durmiendo —digo cubriendo todo mi cuerpo con mis sábanas y tapando mi cara con una almohada.

—No, levántate mi papá quiere hablar contigo. —aún golpeaba mi cara con una almohada.

—No quiero, dile que estoy dormida —digo sin abrir mis ojos.

—No será necesario, Alexandra levántate tenemos que hablar —escuche la voz de mi padre.

Aparte de estar sufriendo emocionalmente no me dejan dormir.

Rápidamente quite la almohada que cubría mi cara y me senté en la cama para verlo, estaba parado en medio de mi habitación con sus brazos cruzados viéndome serio.

—Retírate Caleb —dice mi padre haciéndole señas hacia la puerta.

Mire a Caleb suplicandole con mis ojos que no me deje sola con papá, pero él sonrió y salió.

Papá era caracterizado por su semblante serio, cada vez que voy a la empresa de él, escucho rumores de los mismos empleados diciendo que él es muy enojado y muy entregado a su trabajo, y yo les creo en este momento él está muy serio.

Papá es de esas personas que no hacen un accidente.

—Tienes que ir a ver vestidos para tu boda, será en unas semana —dijo.

—¿Tiene que ser hoy? —dije.

—Sí, porque tienen que buscar algo que sea de tu agrado. La señora Blythe irá contigo y tu mamá.

—Espero estés contento —me levante de la cama.

—¿Qué dijiste?

—Estas feliz porque sabes que ganarás mucho cuando ese contrato este terminando. Cuando yo esté casada.

—Estoy feliz por ti, te vas a casar. Es una etapa importante en tu vida, en mi vida, irte a dejar al altar por quien será tu marido, eso me hace sentir orgulloso.

—Me alegra ser tu títere, papá.

—Tenemos que hacer una pequeña fiesta para anunciar el compromiso.

—No papá, yo no quiero nada de eso.

—Se trata de tu boda.

—Para mí esto no es una fiesta, estoy cumpliendo con una orden tuya y eso no es agradable para estar festejando, así que por lo menos has que las cosas sean a mi modo.

—Qué va pensar la gente.

—No me importa lo que piense la gente.

—Contigo no se puede razonar, eres muy necia.

—Me ignoras una semana y ahora me dices que tengo que ir a comprar un vestido y esas cosas. Papá, yo no me quiero casar.

—No hay vuelta atrás, Alexa, piensa en mí, en todos.

—¿Y por qué no piensan en mí? Esto me está matando papá, esto es horrible.

—Ya fue suficiente, Alexa. Te casaras quieras o no.

—Siempre tengo que cumplir tus órdenes. —suspiré.

Papá estaba furiosos porque si hay algo que le moleste mucho es que le respondamos sus regaños, y eso es lo que estoy haciendo ahora.

Pero estoy tan molesta que no me importa sonar como una niña mal educada, pero estoy perdiendo la poca paciencia que tengo.

No quiero casarme con él.