Un amor sin escape #1 (Completa- Editando)

Capítulo 7 *

ALEXA FABRAY.

Mi primer salida con Jake fue una mal noche.

Desperté con un dolor en mi cuerpo horrible. El apartamento estaba en silencio, y sentí un gran alivio, el hecho de estar aquí me hace sentir algo asustada, no porque me harán daño, sino porque me siento secuestrada y obligada a estar aquí.

Lo primero que hice fue bañarme, tenía un horrible dolor de cuerpo, mis ojos me ardían y mis brazos me dolían, en mis antebrazos estaba marcados los dedos de ese chico.

De lo único que tengo que estar agradecida es que Jake haya ido a buscarme, no sé que hubiera pasado si él no hubiese llegado.

La habitación era bastante amplia, estaba tan vacía y se sentía aburrida y sin vida, pero las ventanas hacían que la claridad entrará. Camine al baño que estaba en la habitación y sin observarlo entre a la ducha.

Cuando salí del baño, dejé mi cabello suelto para que se secara y me puse la ropa más cómoda que había traído, no tengo ganas de salir a ningún lado, y tampoco saldré a algún lugar.

Con todo el temor del mundo salí de mi habitación y camine por el pequeño callejón para llegar a la sala de estar. Todo estaba en completo silencio, soledad y sin ruidos, no le puse mucha importancia porque eso es lo único que necesito, paz por unos minutos.

Me acerque a la cocina y abrí el refrigerador, me sorprendí el ver que estaba completamente vacía, a excepción de la caja con jugo que estaba ahí.

¿Era en serio que no había comida en ningún rincón de este apartamento?

Cerré la puerta del refrigerador y seguí viendo todo lo que había en la cocina.

Comida no hay.

No quise darme vuelta cuando escuche unos pasos acercándose, sabía que era el mismísimo Jake Blythe.

Adiós a mi paz.

Me aleje un poco cuando vi que él se acercaba al refrigerador y sacaba la única caja  de jugó que había, mientras que él me daba la espada.

—¿Saldrás? —preguntó.

—¿Tengo cara de querer salir? —me miró muy serio cuando dije eso y rodé los ojos.

—¿Te duele? —miro los hematomas en mis brazos.

—Solo un poco. —conteste —¿Tú saldrás?

—Tengo que ir a la empresa de mi papá.

—Dijo la señora Laura que estaría unos días... —dije, avergonzada por decir eso.

—Ella no va venir, su hijo tuvo un accidente y esta en el hospital. —le dio un sorbo a su jugo restándole importancia.

—¿Qué le pasó? ¿Está bien?

—Lo asaltaron y lo golpearon. —cómo puede decirlo tan tranquilo y relajado.

—Ay no, espero se mejore pronto.

Sus ojos esmeraldas quedaron sobre mí y bajaron hasta mi brazo, le dio otro sorbo a su jugo y después lo puso en la mesa.

—Supongo.

¿Por qué es así de relajado y no le importa nada? Un accidente es algo serio y él le resta importancia ¿Es en serio?

Él empezó a caminar dejándome sola.

Enserio odio no saber nada de él.

Me confunde tanto su comportamiento, no sé que tendrá, ayer estaba enojado hasta me grito y ahora está tranquilo como si nada pasa.