Capítulo 29*

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JAKE

Otra cosa, señor Jake. Antes de irse quiero decirle que deje un ramo de rosas afuera de su casa. Espero no se enoje, pero como le dije, me pagan por dejarle rosas a su novia.

Cuando entre al edificio mire al portero que estaba sentado con un gorro y un abrigo mas grande que él. Me pregunte que hacía despiertos a las doce de la noche.

Marlon se encargo de hospedarnos en un edificio bastante cómodo de servicios, era elegante y muy brillante, plantas en cada esquina, lamparas guindadas, guardias en la entrada. Mas que un edificio que renta apartamentos tenia pinta de un hotel cinco estrellas.

—Señor Blythe. —dijo el conserje del edificio, cuando me miro su mirada de sueño cambio a una alegría —Lo estaba esperando.

—¿Para que? —pregunte.

—Le mandaron un paquete bastante grande, quien lo entrego me dijo que se diera personalmente a usted y que nadie lo tocara. Así que aquí esta.

El conserje me extendió un maletín negro, pesado y recordé que era el paquete que Max dijo que me había mandado.

—¿Solo por esto no se ha ido a dormir? —pregunte.

—Soy muy serio en mi trabajo, prometí darle el paquete, se ve pesado y decía que es frágil.

Asentí.

Agarre el maletín y entre al elevador, eran media noche y después de la platica que tuve con el flacucho tenia que volver y pensar, analizar y juntar todo, ahora sin ese flacucho las cosas cambiarían.

Tengo la sospecha que llamaran al numero, es donde quiero ser rápido y rastrear desde donde llaman, quiero resolver esto personalmente.

Camine a dirección a la puerta del departamento y mire el jodido ramo de rosas, sé que el flacucho me lo advirtió tal vez para no estallar de furia al verlo con una tarjeta. Me incline y agarre la tarjeta.

100 rosas rojas para la chica estrella de la casa, felicidades por tu triunfo, Alexandra Fabray.

Con amor y ternura tu amigo lejano.

¿Amigo lejano?

Hijo de perra me tenia en un tic tac de alarmas, no sabia hacia donde dirigirme, pienso en Vanesa, en que cualquier momento puede ser a ella quien le manden rosas.

Pero luego pienso en Alexa, en todo lo que la esta atormentando vivir bajo presión de un psicópata acosador.

Abrí la puerta y patee hacia adentro las rosas. Cerré con seguro, encendí as luces y puse el maletín sobre la isla de la cocina.

Me enfoque en ese ramo de flores, 100 rosas. Yo podría darle el doble, el triple, e incluso podría darle la florería completa.

Saque las botellas de vodka de las bolsas, y me abrí una y comencé a beber. Esta furioso, mi cabeza quiere estallar por tantas cosas que pienso y no se cual sea la primera en la que fallare y diré.

—Maldita sea. —dije.

Camine con la botella en mi mano y me senté en el sillón, me quite la chamarra y volví a empinarme la botella de vodka.

Cerré mis ojos mientras el liquido quemaba mi garganta, mi mente viajo a la noche de hoy y a toda las cosas que me dijeron.

Mi mente repetía una y otra vez que tenía que cuidar con mi vida a Alexa. Y eso haré, la cuidare.

Pero también pienso en Vanesa, iría de mañana a la casa de Marlon y verificaría que ha pasado con ella, si ha tenido amigos nuevos, si ha salido a algún lugar, si le ha salido algún interés amoroso.

Un amor sin escape #1 (Completa- Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora