CAPÍTULO 22. COSAS QUE NOS ENVUELVEN

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Manos le dijo a L:

—Al final, has tomado esa decisión tan importante.

—He decidido quedarme un poco más. ¿Te parece bien?

—Me parece estupendo —respondió la criatura simbiótica, prácticamente dando saltos en su mano—. Tengo deseos de vigilar los pasos del pequeño Zac. Estoy seguro de que se convertirá en un hombre capaz de proteger a los niños que algún día podréis engendrar. Y en el término de su vida, que augura será longeva, hablaré del humanismo que tenía y de su benevolencia, y no me arrepentiré de haber confiado en él. Él no desperdicia su tiempo con otra mujer que no seas tú, L. Así de incomparable eres. Y él lo ve claro. Eres la mejor cazadora y compañera que he conocido nunca.

—Gracias, Manos, por tus conmovedoras palabras —L sonrió, emocionándose progresivamente—. Vamos a reunirnos con Zac.

Junto a David, Thomas, Jacob y Rebecca se encontraba Zac, recogiendo chatarra en la profundidad del valle pedregoso.

—Estamos encantados de que estés con nosotros, L —dijo Jake—. Eres una buena mujer. Lamento haber pensado que eras mala.

—Somos unos humanos cabezones —farfulló David—. No podemos dejar de darle vueltas a la cabeza. La gente es así de desconfiada con lo que no comprende.

—La gente teme a la muerte porque no puede comprenderla —dijo L, siendo filosófica de nuevo—. No pretendo daros una lección, pero la vida y la muerte tienen un significado. No son estados paralelos, sino que se mantienen interconectados. Ambas dimensiones están juntas, y se retroalimentan como una simbiosis mutua. No podéis campar a vuestras anchas sin cavilar en estas profundas reflexiones. Eso es lo que he aprendido a través de mi larga experiencia en mi camino.

— ¿No estarás haciendo diferentes tretas para una estrategia que estás elaborando? —dijo Becky, y L dibujó un amago de mueca en su rostro bello e inmutable—. Apenas nos conoces y aún así te pones a darnos tus enseñanzas. No laves tu imagen. Eres una Cazadora, nada más.

—No le faltes el respeto a L —respondió María a Becky, y ésta se rebulló, ofendida—. No te indignes, Becky. —La chica tosió, y se arremangó el vestido—. Por favor, entiende que ella nos está haciendo un gran favor.

—Discúlpate con ella —le pidió Zac a Becky, y ella se quedó desencajada.

—No es necesario, Zac —ella lo paró, imperturbable, aunque la rabia desfilaba por dentro de ella—. No te rebajes a su nivel.

—Di que lo sientes, amiga —la azuzó Tom—. No está bien que la sigamos juzgando. Ella podría irritarse, y eso no nos gustaría a ninguno.

—Lo lamento por mi mala actitud —se disculpó Becky.

—Noto que se han subido demasiados humos por aquí —rio Manos, haciendo acto de presencia, y su voz chillona, unida al detalle de que su boca estaba repleta de dientes de navaja, espantaron a los muchachos, excepto a Zac, que suspiró de resignación.

— ¿Qué es eso, por la Virgen Santísima? —gritó María, y temblorosa debido al miedo que la infestaba, comenzó a santiguarse.

Los demás también lo hicieron, salvando a Zac.

— ¿No te inspira miedo el bicho ese? —musitaron unos aterrados Jake y Tom.

Zac salió en defensa del simbionte, esgrimiendo un reguero de valentía.

—Se llama Manos, y no es maligno. Os juro que no os hará daño.

—De acuerdo —dijo David, fijándose con toda su flema en Manos—. Nos hemos enterado. Intentaremos no molestarle, Señor Parlante.

—Soy un parásito en sentido estricto —barbotó Manos—. Estoy con L desde que tengo memoria. Así que somos como hermanos.

—Ese término es más o menos correcto —repuso la Cazadora—. Somos amigos, y nos hemos apoyado en todos los siglos y edades. Vivimos conviviendo en un equipo, compenetrados.

—Incluso te he salvado la vida, colega —añadió él siendo fanfarrón—. Más de una vez. Pero esa es una larga historia que no contaremos ahora.

—Volvamos a casa —dijo Zac, acercándose a L, y ella le sonrió con afecto, no obstante continuaron disimulando.


Era vital que no lo descubrieran sus amigos hasta que no hubieran afianzado la relación. Las experiencias que vivían juntos fortalecían sus lazos, y estos se tornaban inquebrantables.

Cazadora de Vampiros LDonde viven las historias. Descúbrelo ahora