CAPÍTULO 59. LA LUZ DE TU SONRISA

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—Vamos, continúa luchando contra mí. Ésta no es sino la tarea que te preparé en secreto.

L abrió los ojos, desequilibrada.

— ¡Has puesto en riesgo a mi marido por tus malditos deseos egoístas!

—Soy un buen maestro para aquellos que están dispuestos a aprender —repuso Drácula simplemente, y observó despreciativo a Selene—. Ella, al contrario que tú, no tiene nada que la haga especial. No posee tu don de salvar a los demás y de alegrar sus corazones en el momento oportuno. En cambio, tú, L, eres la mezcolanza exitosa entre la luminosidad y las sombras, y significas la lucha ancestral entre la luz y las tinieblas. Haz que esta batalla acabe hoy.

—Estoy harta de luchar contra ti —declaró L, y se acercó a sus hermanos—. Y todo porque me repugnas, en cualquiera de tus formas. Odio todo lo que eres y lo que te empeñas en ser. Nunca me convencerás de que vuelva a ponerme del lado de la Nobleza. El tiempo de la servidumbre se me acabó hace mucho. Y no me agrada que no tomes en consideración a mis hermanos.

Vladislaus le preguntó:

— ¿Cómo vamos a ganarle?

—No podemos —jadeó Selene angustiada—. Él está más allá de nuestras posibilidades. Pero nunca perdonará nuestra afrenta.

— ¿Nos dejarás ir? Ya no pienso seguir esa vía oscura —respondió L, y Drácula suspiró resignado.

—Muy bien. Si eso es lo que te da la felicidad, bienvenido sea. Dejaré que os marchéis, y probablemente no volvamos a vernos. Tu ética y tu capacidad de amar sobrepasa la de todas las criaturas que conozco, así que te perdono y os dejo ir.

—Tal es lo que deseo —afirmó L, y abrazó a Zac, que fue liberado de sopetón de la voluntad maligna del Ancestro Sagrado, y parpadeó desconcertado.

— ¿Qué acaba de pasar? —le preguntó a L—. Me siento muy agarrotado y adormecido, como si hubiera estado metido de lleno en un sueño.

—En cierto modo lo has estado —le dijo la Cazadora, y animó a Vladislaus y a su hermana gemela a seguirlos, y salieron de la habitación.

Y se marcharon sin mirar atrás, contentos de poder seguir viviendo. El cielo azul se coloreó de rojo, tintado por el ocaso.

Cazadora de Vampiros LDonde viven las historias. Descúbrelo ahora