INFAMOUS | park seonghwa

Capítulo 2

Mantuve aquella carta entre mis manos temblorosas, mientras intentaba ordenar mis catastróficos pensamientos. Realmente no sabía qué podía significar esa petición en mi vida, pero no dudaba que los posibles resultados de su cumplimiento podrían ser mi infelicidad, mi muerte, o incluso ambas.

Sentía miedo. Mucho miedo.

El guardia a mi lado, destacado por ser muy caballeroso, apoyó su mano sobre mi espalda y me empujó suavemente hacia delante, trasladándome hasta uno de los pasillos que me permitía estar alejada de la multitud; la cual, por suerte, no notó mi repentina conmoción en absoluto.

—Su Alteza —comenzó a decir, luciendo bastante preocupado—. ¿Qué le parece si regresa a sus aposentos y descansa? Creo que lo necesita.

Aquel hombre desconocía las palabras escritas en ese papel que parecía que en cualquier momento se iba a soltar de mi agarre, no obstante, estaba segura de que sabía qué tema pudieron haber tocado y el impacto que éste era capaz de generar sobre mí. Después de todo, ¿por cuál otra razón el Reino de Nyati enviaría una carta hablando sobre mí?

—Bien —contesté, todavía sintiéndome fuera de mí misma—. Si alguien pregunta por mí, dígale que estaba un poco mareada, y que debido a ello preferí retirarme temprano.

El señor hizo una reverencia y se mantuvo de pie en su lugar, esperando con paciencia a que me dirigiera hacia mi habitación. Así que entre pasos desganados, y con el terror viajando por cada parte de mi cuerpo, avancé por el largo pasillo y entré a mis aposentos, donde me encontré con Jinha, quien estaba preparando mi cama para cuando yo fuera a dormir.

El ruido de la puerta abriéndose la había tomado por sorpresa, razón por la que terminó sobresaltándose en su lugar. Por supuesto que no se esperaba la presencia de alguien en aquel espacio, pues se suponía que yo aparecería al menos unas tres horas más tarde, cuando el banquete ya hubiera acabado.

—Lo siento... —le dije, sintiéndome completamente avergonzada.

—Está bien —la joven rio, aunque al verme, su semblante pasó de estar alegre a serio—. Pero, ¿qué hace aquí tan temprano? ¿Le pasó algo? Está muy pálida.

Aparentemente, estaba siendo una persona demasiado evidente, por lo que me di un golpe mental como regaño; aunque, en realidad, no planeaba ocultarle nada a la muchacha en frente de mí, que me observaba tan consternada. Era mi única amiga cercana en aquel enorme palacio, por ende, ella sería capaz de entender mis sentimientos respecto a la situación que me hallaba enfrentando. En ese entonces la necesitaba más que nunca.

—Recibí muy malas noticias —me limité a responder, al mismo tiempo que me adentraba más en la gran habitación.

Su rostro hizo su preocupación aún más notable.

—Primero la ayudaré a ponerse su ropa de dormir, y luego hablaremos sobre todo, ¿sí? —replicó entre susurros y no esperó a que le diera una contestación—. Acérquese aquí.

Ya junto a Jinha, me saqué los zapatos, para luego permitir que ella me quitara el corsé y el vestido que Yunho me había regalado. Posteriormente, me coloqué el camisón que solía utilizar casi todas las noches, y la joven acomodó con cuidado la parte inferior de éste.

Una vez cambiada, caminé hacia la vasija de agua que estaba sobre uno de los muebles, y me lavé la cara para deshacerme del suave maquillaje que me habían puesto para el evento. Así, estando ya preparada, me dirigí hacia mi cama, sobre la que me acosté mientras fijaba mi mirada en el dosel que la decoraba.

Por su parte, la castaña se sentó en una silla ubicada a mi lado, esperando a que empezara a hablar cuando creyera estar lista. No quería presionarme, y lo agradecí mucho, puesto a que me llevó varios minutos el animarme a contar lo sucedido.