INFAMOUS | park seonghwa

Capítulo 21

¿Darle una oportunidad a Yunho o quedarme con Seonghwa?

Quizás sonaba como una interrogante con una respuesta demasiado obvia; sin embargo, había varios aspectos a considerar en ambas opciones, lo que hacía que la pregunta se volviera aún más difícil de contestar.

Por un lado, la idea de irme con el Príncipe de Tepira no me agradaba tanto, puesto que no me sentía capaz de abandonar al joven monarca, no sólo por el motivo de que no quería dejarlo vulnerable ante el Reino de Sionillu –ya que divorciarme de él significaba romper las alianzas entre Werans y Nyati, lo que le abría el paso a Hongjoong para volver a atacar–, sino también porque recientemente había comenzado a notar que tenía ciertos sentimientos por él. Aun así, el costo de continuar mi matrimonio con el infame rey era la posibilidad de perder contacto con Yunho de nuevo, y la verdad era que ya la había pasado bastante mal sin saber de él por un tiempo.

A pesar de ello, casarme con quien había sido mi mejor amigo por más de diez años no sonaba tan mal, pues quería mucho a ese muchacho, confiaba plenamente en él y era una de las personas más importantes de mi vida. Asimismo, sabía que estar junto a él me aseguraría una vida pacífica, y le brindaría tranquilidad a mi familia de que me encontraba bien. No obstante, todo indicaba que no sentía lo mismo por él, y no estaba convencida de estar dispuesta a compartir el resto de mi existencia junto a alguien que merecía a una persona que genuinamente le amara y le hiciera feliz.

Si aquella oportunidad de elegir se hubiera presentado antes, tal vez no lo habría pensado más de una vez y habría partido junto al rubio rumbo a su hogar. Pero luego de saber un poco sobre la verdad detrás de Seonghwa, de haber pasado tiempo con él, de haberlo conocido mejor y de haber comenzado a tenerle cariño, simplemente me costaba imaginarme empacando mis cosas y yéndome sin siquiera mirar atrás.

Estaba cayendo por él, e ignorar aquel hecho no era sencillo en absoluto.

Aunque Yunho...

¿Por qué algo que para muchos sería muy fácil de elegir, a mí me resultaba tan complicado?

Necesitaba hablarlo con alguien. Deseaba que alguien escuchara mis preocupaciones, mis perspectivas y mis preguntas, y que me aconsejara sobre qué podía hacer al respecto. Pero hablar de ese tema con Yunho, mi mayor confidente, claramente no era apropiado, además de que en ese momento no tenía la oportunidad de debatirlo con Yerin o Jinha. Y el tiempo que me quedaba para comunicar mi respuesta era cada vez menor.

Sin embargo, había alguien a mi alcance que estaba demasiado entrometido en dicha situación, y que posiblemente me ayudaría a llegar a una conclusión sin estar inclinándose hacia un lado en particular; o, al menos, eso era lo que esperaba.

—Joven Jung —comencé a decir, sintiéndome un poco nerviosa—. Estoy a punto de contarle algo que es muy personal. Llevamos conociéndonos y conviviendo por alrededor de medio año, y nos hemos vuelto muy cercanos, así que sé que puedo confiar en usted.

Parecía ser que los jardines reales siempre eran un buen lugar cuando de hablar sobre asuntos profundos se trataba, porque allí nos encontrábamos los dos; cada uno sentado en un banco distinto, mientras una suave brisa fresca acariciaba nuestros rostros. No pude evitar jugar con mis dedos por la ansiedad que recorría cada centímetro de mi cuerpo, ya que estaba por ventilar por primera vez el gran problema que llevaba acechándome por un par de días, y no sabía qué iba a resultar de ello.

—Es un honor que me considere lo suficientemente confiable, Su Majestad —estableció el cocinero, a la vez que me regalaba una media sonrisa—. Aunque tengo que admitir que me está dando miedo lo que vaya a confesar, sobre todo porque se ve muy preocupada.