Capítulo 29

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Aquel miércoles, el tiempo atmosférico en el Reino de Nyati se percibía agradable en demasía: el cielo estaba completamente despejado de nubes, el sol brillaba a grandes niveles, y una brisa fresca abrazaba hasta el sector más recóndito del territorio; y, como resultado, el ambiente transmitía unas vibras positivas que algunos trabajadores del palacio no dudaron en disfrutar, por lo que me llevé una tremenda sorpresa al poner un pie fuera del edificio y notar que una cantidad considerable de siervos charlaban, divididos en varios grupos, mientras paseaban por los diversos caminos que atravesaban el Jardín Real. En ese momento, cruzó por mi cabeza la posibilidad de que el Mayordomo Choi les hubiera permitido tomarse un pequeño descanso con el fin de que aprovecharan ese encantador día, puesto que pasar tantas horas dentro del palacio podía llegar a sentirse bastante asfixiante.

—Es una mañana muy linda, ¿no cree?

Al notar a alguien hablar en mi oído derecho de manera repentina, no pude evitar sobresaltarme en mi lugar y voltear con rapidez hacia el dueño de la grave pero melodiosa voz, quien me observaba levantando una de sus cejas, con cierta diversión presente en sus ojos grises.

—Aunque no tanto como usted, por supuesto —añadió el joven antes de que pudiera responder y, sintiéndome extremadamente avergonzada, dirigí mi mirada hacia el suelo, pues aún no estaba acostumbrada a ese nuevo lado de él.

—Sí, es un día muy... bonito —contesté con cierto nerviosismo evidente y volví a poner al monarca en mi campo de visión—. ¿No debería estar entrenando junto a sus caballeros?

—Debería, sí —procedió a replicar y dio un paso hacia adelante para poder quedar de pie justo a mi lado, a la vez que mantenía sus manos entrelazadas detrás de su espalda y analizaba a algunas criadas hablar felizmente entre ellas—. Pero ellos también necesitan descansar y eso es lo que están haciendo ahora mismo.

Cuando hubo terminado de pronunciar dichas palabras, volteé a verlo de nuevo y una cálida sensación no tardó en invadir mi vientre: el muchacho llevaba puesta una armadura, excepto en su cabeza, la cual estaba totalmente a la intemperie y me permitía admirar aquel perfil perfecto con el que me había obsesionado, puesto que su nariz recta y sus labios gruesos no eran aspectos de él que se podían ignorar con facilidad.

—Supongo que ya aprendió la lección sobre lo sucedido —comenté en voz baja, haciendo referencia al hecho de que lo habían herido durante uno de los entrenamientos que había comandado.

—Detesto usar esta armadura —fue lo que respondió, todavía fijando su vista al frente—. Jamás la necesité durante los entrenamientos, pero ahora sé que es mejor vestirla por si acaso.

Asentí suavemente y crucé los brazos sobre mi pecho, al mismo tiempo que reflexionaba sobre lo que mi consorte había dicho; sin embargo, no pude pensar mucho al respecto, debido a que un grito agudo me obligó a darme la vuelta, encontrándome con que el Jefe de Cocina había caído sobre una de las plantas que intentaba fallidamente decorar el vasto jardín que nos rodeaba. El Mayordomo Choi, quien estaba riéndose a carcajadas, trató de ayudarlo a levantarse; pero el rubio, al parecer ofendido por la reacción de su compañero, tiró de su mano con el propósito de hacerlo aterrizar a su lado como venganza.

—¿Puedo hacerle una pregunta? —le cuestioné a Seonghwa, mientras hacía un esfuerzo indescriptible por no reírme a causa de lo que había presenciado—. Sin ánimos de ofender.

—Adelante —fue lo que dijo él como respuesta y negó con la cabeza al observar a tres sirvientes asistir al par de chicos, que se habían empeñado en discutir el uno con el otro sobre lo sucedido.

—¿Cómo fue que el Mayordomo Choi y el Jefe de Cocina Jung llegaron a tener puestos tan altos? —pasé a interrogar con curiosidad—. Sus cargos son muy importantes... requieren de mucha experiencia de parte de ellos y confianza de parte del rey, así que los que ocupan estos trabajos suelen ser personas de gran edad. Ellos sólo tienen veintiún años.

INFAMOUS | park seonghwaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora