I'm getting tired and I need somewhere to begin
3 meses después
Estaba tendiendo mi cama cuando alguien tocó la puerta
—¿Puedo abrir? — le pregunté a Kamille que se estaba terminando de cambiar.
—Oui — respondió mientras se terminaba de abotonar el último botón de la camisa del uniforme. Me dirigí hacia la puerta y la abrí. Afuera estaba la señora Morel, la cuidadora de la casa.
—Buenos días señora Morel —dije.
—Bonjour Hannah. Tienes correo.
—¿Yo? —era muy raro que tuviera correo. Es decir ¿Quién podría mandarme algo? Desde los 3 meses que había estado en el internado papá siempre me escribía por mensaje de texto y nunca me envió nada por correspondencia, ni siquiera mi copia de V de Vendetta que se me quedó en algún lugar de mi habitación allá en casa. Aunque pensándolo bien, era mejor que se hubiera quedado.
—Oui — sonrió y me extendió un sobre blanco. No tenía remitente pero definitivamente tenía mi nombre como destinatario.
—¿Hay algo para mí? — preguntó Kamille detrás de mí.
—Non, chéri — contestó la señora Morel.
—Merci beaucoup señora Morel — sonreí y ella siguió su camino por el corredor a la siguiente habitación probablemente a repartir el resto del correo.
—Qué raro — dijo Kamille con su fuerte acento francés — Tú nunca recibes ningún tipo de correo.
—Lo sé y no sé quién lo envió.
—Bueno, ábrela y lo averiguas — reí. Era lo que planeaba hacer obviamente. — ¿Vamos al comedor a desayunar?
—Me falta terminar de arreglar mi cama y quiero abrir esto ahora.
—Vale — respondió Kamille — Entonces aprovecharé para releer el último capítulo del libro de español. Aún no lo logro entender del todo. Estudiar en un internado bilingüe no parece haber ayudado en nada.
—Tranquila. El español es mi primer idioma y aun así hasta a mí me cuesta entenderlo. — dije.
—Te veo en clases entonces. — le sonreí y ella salió del cuarto.
Apenas cerró la puerta me levanté y me dispuse a terminar de tender mi cama. Cuando hube terminado me senté en el cabecero y estiré la mano para agarrar el sobre que había dejado en la mesa de noche. Rompí un extremo y algo cayó al suelo haciendo un ruido seco. Me asomé para ver qué había sido y mi corazón se detuvo por un segundo.
Mis manos empezaron a sudar y mi corazón empezó a latir muy rápido. Estiré mi mano temblorosa y recogí la cadena plateada que estaba en el suelo. Una cadena que conocía muy bien.
Mis dedos acariciaron la cruz que colgaba de ella, una cruz que una vez estaba en el pecho de alguien en quien hasta el día de hoy me dolía pensar.
Dejé la cadena a un lado y me volví a enfocar en el sobre. Esta vez con un poco más de prisa saque unas hojas que estaban completamente escritas a mano. No podía creer lo que mis ojos estaban viendo.
"No soy muy bueno escribiendo cartas, la verdad es que nunca tuve que hacerlo pero ahora siento la necesidad de escribirte.
No sé cómo empezar, tal vez debería escribir "Querida Hannah" o algo por el estilo pero yo no digo esas cosas, así que empezaré de otro modo.

ESTÁS LEYENDO
Efímero | h.s (1)
RomanceTodos le advierten que no debería enamorarse de él pero ella no controla a su corazón. ¿Será que al final todos tienen razón? Hannah Gardner es una chica de 17 años que luego de la muerte de su madre se muda a una nueva ciudad con su papá y su herma...