Capítulo 43

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Escuché el sonido del cielo que se abría y tu aparecías y mi vida cambió


Me estaba mirando al espejo, no muy convencida de la ropa que había escogido para hoy, cuando sonó el timbre. De inmediato agarré mi bolso y mi celular y salí de mi cuarto. Pero enseguida regresé y abrí la puerta del closet para coger lo que me estaba olvidando.

Oliver ya estaba saliendo de su habitación para abrir la puerta.

—Es Harry — le dije para que regresara a su habitación. Él me sonrió y levantó sus manos en señal de rendición mientras retrocedía lentamente. — Tonto.

Bajé las escaleras y busqué a papá con mi vista, pero no lo vi. De seguro debía estar en su estudio. Igual no iba a dejar a Harry esperando tanto tiempo y no iba a pasar nada si no me despedía por una vez de él.

Cuando abrí la puerta Harry estaba con su chaqueta, unos jeans negros y unas botas. Tenía una pequeña sonrisa tímida en sus labios y las manos las tenía detrás de su espalda.

—Hola — saludé.

—Hola. Traje esto para ti. — Una de sus manos se separó de su espalda y con ella me extendió una diminuta flor. Yo solo la agarré algo dudosa y sonreí — Gracias Harry por ser un novio detallista. De nada Hannah, es un placer — reí.

—La arrancaste del jardín de la casa de al lado. — Le dije con una risita pasando por su lado y caminando hasta su moto.

—Tal vez — dijo detrás de mí — pero al menos traje algo.

—Qué considerado.

—¿Qué traes ahí? — Me di vuelta para mirarlo de frente y sonreí.

—Yo también soy una novia detallista — dije y le extendí el cuadro y él lo tomó. Lo volteó para verlo y sonrió — Lo hice para ti en mi clase de pintura. Te lo iba a dar en navidad, pero...

—Me encanta — se acercó a mí y apretó sus labios en mi frente — Es el regalo perfecto porque lo puedo agregar a mi colección. Muchas gracias Hannah, además te quedó muy bonito.

—No exageres. No soy buena con las acuarelas.

—Pues a mí me pareces la mejor.

—Calla — Lo empujé levemente en el hombro. Él me extendió el cuadro y yo lo tomé. Luego se acercó a la moto.

Harry subió a su moto y se puso su casco. Luego me extendió el mío y me lo puse con cuidado de no despeinarme. Con algo más de seguridad que otras veces me subí a la moto y pasé mis brazos por su torso y me aferré a él apoyando mi cabeza en su espalda. Era la primera vez que podía hacer esto con toda confianza y se sentía muy bien.

Harry arrancó la moto y a pesar de que me sentía más cómoda que en otras ocasiones mi ansiedad se hizo presente por lo que decidí cerrar mis ojos y enfocarme en cómo mi cuerpo estaba tan cerca al de él. Dejé que mis pensamientos se centraran en él y en nada más que él y el camino de hecho se volvió más corto de lo que esperaba.

Cuando Harry se detuvo abrí mis ojos y me di cuenta que estaba en un lugar en el que no me esperaba estar.

—¿Un supermercado? — pregunté.

—Sí — su voz amortiguada por el casco me respondió. Yo me bajé de la moto y me quité el casco para luego dárselo. Él se quitó el suyo y lo guindó de los espejos retrovisores. Luego se bajó de la moto y se abrió su chaqueta dejando ver su camiseta y su collar.

—¿Qué hacemos aquí?

—Tenía ganas de comer algo dulce y pensé que tal vez deberíamos prepararlo nosotros mismos — Me miró y sonrió encogiéndose de hombros — ¿Qué dices? ¿Cupcakes o brownies? — Me agarró de la mano causándome cosquillas en ella y me empezó a guiar hacia el supermercado.

—Amo los brownies pero creo que los cupcakes son más divertidos de preparar.

—¿Los has hecho antes?

—Sí ¿y tú?

—No — se encogió de hombros — pero vi un par de videos y creo que estoy listo. Además, estoy bien acompañado. Nada malo puede pasar.

Entramos al supermercado y Harry agarró una cesta para meter todos los productos. Sacó su celular donde tenía la lista de ingredientes y juntos recorrimos todo el supermercado en busca de todo lo necesario para hacer cupcakes de vainilla.

Nos demoramos una hora porque Harry se quería asegurar de haber comprado todos los implementos necesarios como la manga de repostería y las chispitas para decorar. Parecía muy emocionado y me hacía feliz verlo así.

Cuando compramos todo regresamos a su moto y esta vez nos dirigimos a su casa.

—Mamá y Emily no están — me dijo Harry mientras abría la puerta para dejarme pasar. —Están visitando a los abuelos.

—¿Y tú no estás visitando a los abuelos?

—Los puedo visitar en cualquier otro momento — respondió mientras me agarraba de la mano con su mano libre de bolsas y nos encaminábamos a la cocina. — Pero tengo que aprovechar cada momento que tengo contigo.

—Tienes que aprovechar cada momento que tienes con ellos Harry. Son abuelos. No duran toda la vida — él soltó una carcajada, me miró y se encogió de hombros.

—A ellos los conozco bien. A ti quiero conocerte mejor. — Harry dejó la compra en el mesón de la cocina y extendió su mano hacia mí — ¿Me lo das? Lo pondré en un lugar seguro.

Yo le di el cuadro y luego él salió para regresar un par de minutos después sin su chaqueta y con dos delantales en las manos.

—Me pido el azul — dije rápidamente.

—Me tocará el de flores — dijo él con una gran sonrisa. — Puedes dejar tu bolso a un lado. Estás en tu casa, siéntete cómoda.

Dejé el bolso a un lado donde no estorbara y agarré el delantal que me estaba dando. Los dos nos lo pusimos y Harry empezó a sacar todos los ingredientes de las bolsas y los organizó en el mesón.

—¿Puedes ir leyendo la receta y me dices qué hay que hacer primero? — Sacó su celular, lo desbloqueó y me lo paso.

—Creo que primero hay que pesar los ingredientes.

—Bien, tengo que buscar la báscula de mamá. ¿Dónde está? — Con mucha prisa y puedo decir que mucha emoción, Harry empezó a abrir todas las gavetas de la cocina.

—¿Emocionado? — pregunté tratando de ocultar mi risa. El me miró brevemente y se encogió de hombros.

—Tengo hambre. —reí — Aquí está. ¿Ahora?

—Hay que precalentar el horno. — Él dio un aplauso y se acercó al horno encendiéndolo.

—¿Ya y...?

—Supongo que debemos pesar pero te voy a dejar que lo hagas tú.

—¿No me vas a ayudar?

—No — negué con la cabeza — Prefiero ver que desastre haces.

—Eres muy mala Hannah. Pero así me gustas — Sonrió y yo me sonrojé. 

Efímero | h.s (1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora