Efímero | h.s (1)

Capítulo 3

I never saw you coming

En la mitad del grupo había un chico de aproximadamente unos 20 años, tenía el cabello de un largo moderado, ni largo, ni corto y lo tenía ondulado. Me sonrió y me saludó con un movimiento de cabeza. Yo aparté la mirada.

—¡EMILY! —Se oyó gritar a una chica dentro del grupo de amigos. Esa debía ser Emma.

—¡Feliz cumpleaños bebé! —gritó Emily con algo menos de emoción. Las dos se abrazaron muy fuerte.

—Pensé que no ibas a venir.

—Convencí a mis papás, no vine sola por eso. Ven te presento — Las dos bajaron rápidamente hasta quedar frente a nosotros. — Estos son Hannah y Oliver, los dos son mellizos ¿te imaginas? Ahora viven al lado, donde vivía el señor Williams. Chicos esta es Emma.

—Hola Emma —dijo Oliver— feliz cumpleaños.

—Feliz cumpleaños —dije.

—Muchas gracias chicos. ¿Acaso son de la costa?

—Sí — respondí — ¿Cómo lo supiste?

—El acento — rio — ¿ya conocen a los chicos?— Le preguntó a Emily, esta negó.

—Sólo conocen a Tom.

— Entonces vengan conmigo, los presento — Pensaba que iba a subir y nos iba a presentar al grupo de amigos con los que estaba hablando. En vez de eso se dirigió al lado opuesto de las escaleras y luego a la cocina de vuelta. Yo di una mirada rápida al grupo de las escaleras y volví a ver al chico de antes quien me miró de regresó y me sonrió. Aparté mi mirada rápidamente y seguí a Oliver antes de que se me perdiera de vista.

Cuando llegamos a la cocina Emily y Emma se reunieron con dos chicas y al chico que reconocí como Tom.

—Chicos, ellos son Oliver y Hannah. Mellizos y son de la costa — nos presentó Emma. Luego se dirigió a nosotros — Ellos son Mia, Chloe y ya conocen a Tom.

—Hola — los dos saludamos.

—¿Te sirvo otra, hermano? — le preguntó Tom a Oliver refiriéndose a la cerveza.

—Claro.

—Así que son de la costa. ¿No la extrañan? — preguntó la chica que se llamaba Chloe. Era bajita, asiática y tenía el cabello corto.

—Llegamos ayer, aún es muy temprano para extrañarla — respondí.

—¿Van a la escuela o la universidad? — preguntó Mia.

—Vamos a ir al último año en el instituto Washington.

—¡Nosotros también! —dijo Mia — ¿y Oliver dejaste algún corazón roto atrás? — Oliver rio nervioso.

—No, creo.

—Déjalo Mia — dijo Emily —. Vamos Oliver, vayamos a bailar. —Ella tomo su mano y juntos se dirigieron a la sala.

—¿Segura que no quieres nada de tomar? —Tom preguntó. Ya me encontraba en una fiesta llena de extraños y sin Oliver, ya qué más daba, así que acepté tomarme una coca cola porque de verdad la cerveza no se me apetecía para nada.

Oliver y Emily bailaron casi toda la noche. Solo tomaban algunos recesos para que Oliver pudiera rellenar su vaso de cerveza.

Yo por mi parte me quedé todo el tiempo con Mia y Chloe que afortunadamente me acogieron sin pensarlo demasiado. Descubrí que ellas dos se conocían desde que eran pequeñas y era muy divertido ver como se tomaban el pelo a cada rato.

La noche pasó muy rápido. Miré a Oliver y se le notaba que la estaba pasando genial. Aunque para mí no era la mejor fiesta en la que había estado, me alegraba de que él estuviera teniendo un buen momento.

Cuando se hicieron las 12:30 de la noche, Oli se acercó a mí y me dijo que ya era hora de irnos.

—Voy al baño y los alcanzo en el auto — le dije.

—No tardes.

Me despedí de Mia y Chloe quienes me pasaron sus números de teléfono para permanecer en contacto. Había sido bonito haberlas conocido y me alegraba de que no les había caído mal ni nada por el estilo.

Después de despedirme corrí hacia las escaleras y me dirigí al segundo piso para poder ir al baño. Había muchas puertas así que me escabullí por el pasillo hasta el fondo y justo cuando iba a abrir la última de las puertas una mano me lo impidió.

—¿Qué haces? — miré y mis ojos vieron al chico que había visto al principio de la noche en las escaleras. De cerca pude notar que tenía los ojos verdes y era más guapo de lo que pude divisar anteriormente ¡y diablos que era alto! Tenía que alzar mi cabeza para poder mirarlo a los ojos.

Sentí cómo la sangre iba a mis mejillas. Agradecí que las luces fueran muy tenues así que probablemente no se hubiera notado.

—Quiero ir al baño — respondí.

—Pues siento informarte que esta es mi habitación y aquí sólo entran chicas si es conmigo.

—Perdón, no quise...

—¿Quieres entrar conmigo? — sonrió.

—¿Qué? ¡No! claro que no. — respondí deprisa.

—Sólo estaba bromeando. Soy Harry por cierto, Harry Styles.

—Harry, claro. ¿Sabes dónde está el baño? — él señaló la puerta de enfrente. — gracias.

—Podrías agradecerme regalándome tu nombre. — su mirada era hipnotizante. Tenía al frente de mí a un chico digno de estar en las películas de Hollywood y me estaba preguntando mi nombre.

—H-Hannah.

—Hannah, ¿sería mucha molestia si te pido que me regales tu número de teléfono?

—¿Qué? ¿Para qué? — pregunté e inmediatamente me arrepentí de haberlo hecho. Obviamente sabía para qué lo quería.

—Sólo creo que sería bueno tenerlo en mi teléfono.

—Yo... no sé si es conveniente. Me tengo que ir, permiso. — pasé por su lado y me dirigí a las escaleras..

No sé qué había sido eso pero salí corriendo de la situación como pude. No me gustaba sentirme indefensa como me había sentido bajo sus ojos. Mi corazón estaba palpitando tan fuerte que podía sentirlo en mis oídos.

Salí de la casa apresuradamente y cruce la calle en donde Oliver y Emily ya me estaban esperando.

—¿Qué pasó? — me preguntó Oliver. Él me conocía mejor que yo misma y siempre sabía cuando algo no iba bien.

—Nada. El baño estaba ocupado. Eso es todo. Vámonos. — me subí en el auto. Pude respirar un poco mejor cuando este arrancó.