Devils roll the dice, angels roll their eyes
La mañana siguiente fue como cualquier otra. Oliver y yo pasamos la mañana limpiando la casa mientras papá leía en su estudio. Luego vimos una película y después cada quien se fue a su habitación.
Alrededor de las 3 el timbre sonó.
—¡Baja tú! — Oliver gritó desde su cuarto. Podía ser molesto cuando se lo proponía. Resignada dejé mi libro a un lado y baje a abrir la puerta.
—Hola Emily — la saludé — Oliver está arriba. Pasa.
—La verdad vengo por ti — dijo mientras entraba a la casa.
—Oh. Dime ¿para qué me necesitas?
—Iba a ir a ver a Emma pero mis padres insistieron en que fuera contigo — dijo — No me van a dejar ir si tú no vas. Ya sabes, quieren que tenga amigos nuevos.
Emma... Harry. Si iba a la casa de Emma lo más probable es que Harry también estuviera ahí ¿sería buena idea decir que si?
—La verdad es que no sé Emily...
—¡Oh vamos! Ya conoces a Emma. Solo vamos a estar nosotras tres. De verdad necesito hablar con ella y si no vas no la podré ver. — Emily juntó sus manos rogando para que dijera que sí. ¿Cómo me iba a negar con esos ojos que me estaba poniendo? Además dijo que solo íbamos a estar nosotras tres. ¿Qué podría pasar?
—Está bien, sólo déjame y me cambio — dije.
—Vale ¿Puedo subir a ver a Oliver mientras lo haces? — preguntó.
—Sí. Ven conmigo. — acompañé a Emily hasta el cuarto de Oliver. Toqué su puerta.
—¿QUÉ QUIERES? — gritó antes de que abriera la puerta y sus ojos vieran a Emily — Oh... H-hola.
—Hola Oliver — ella se acercó y le dio un beso en la mejilla. Me encogí.
—Mejor me voy a cambiar — dije.
—¿Vas a salir?
—Sí. Voy con Emily a lo de Emma — respondí.
—Y me imagino que yo no puedo ir...
—Lo siento — dijo Emily —, solo chicas.
—Está bien. Pasa — ella me sonrió antes de entrar al cuarto. Yo me fui al mío a buscar qué ponerme.
No tardé ni cinco minutos en cambiarme y arreglarme, al final me decidí por un vestido y unos tenis blancos, lo normal. Agarré mi bolso y mi celular. Hoy nadie me había escrito pero aun así revisé por si acaso, mi corazón estaba palpitando muy fuerte. Estaba nerviosa. Una parte de mí no podía dejar de pensar en Harry y en que iba ahora para su casa. No entiendo por qué me ponía así si él no era nadie.
Toqué la puerta de Oliver antes de abrirla y de inmediato me arrepentí. Estaban en la cama sentados muy cerca el uno del otro sonriendo. Parecía un momento muy íntimo.
—Lo siento, no quería... — mis mejillas se calentaron.
—Tranquila — dijo Emily. Oliver solo se rio. Yo aparté mi mirada — ¿Ya estás lista? —asentí sin poder mirarla a los ojos. ¡Qué vergüenza tenía! — Entonces vámonos.
Ella le dio un beso en la mejilla a Oliver y luego caminó hacia mí. Me agarró la mano y me empujó para que caminara. Como pude me despedí de Oliver con la mano y él hizo lo mismo.
Las dos caminamos en silencio hasta su carro que estaba aparcado al frente de su casa. Nos montamos en él y ella lo encendió.
—No deberías avergonzarte —me dijo — no pasó nada, de verdad.
—Es solo que... debí esperar a que Oli abriera, no debí entrar así.
—Calma — ella agarró mi mano y le dio un apretón.
—Está bien — tomé todo el aire que pude y lo retuve. Conté hasta diez y lo dejé escapar. Esa era mi forma de calmarme. Me ayudaba cada vez que lo hacía
Emily puso música y manejó en silencio hasta la casa de Emma. Hoy si hacía frio así que no encendió el aire acondicionado como la última vez. Durante el camino la tensión que había, al menos de mi parte, se disipó pero su ida abrió paso a nuevos pensamientos que hicieron que mi corazón se acelerara y mis manos empezaran a sudar.
Harry... era lo púnico en lo que podía pensar. Me odiaba a mí misma porque no podía sacar las dudas que tenía. ¿Será que lo vería hoy? ¿Estaría con Emma? ¿Qué haría si lo veía? Es decir, sólo habían sido unos tontos mensajes, pero mi mente no dejaba de jugarme una mala pasada. Me obligué a cantar una canción mentalmente y a concentrarme en mi respiración para olvidarme de él.
Cuando llegamos, Emily y yo nos bajamos del auto y nos dirigimos a la casa. Ella tocó el timbre. Una señora que se veía bien conservada abrió la puerta.
—Oh Emily querida, eres tú — dijo — Emma está en su habitación, pasa.
—Ann. Ella es Hannah. Ahora vive donde vivía el señor Williams.
—Hola Hannah, mucho gusto. Soy la mamá de Emma — me tendió la mano y yo la tomé. — Espero que te esté gustando el vecindario. Nosotros solíamos vivir allí.
—Sí, Emily nos ha hablado de eso.
—Bueno, adelante. Sigan — Emily caminó hacia las escaleras y yo la seguí. La habitación de Emma era la primera a la derecha. Emily entró sin tocar.
—Llegué — avisó. Un poco tarde ¿no?
—¡Hola! — saludó Emma que estaba acostada en su cama con su celular. — Oh, viniste con ¿Hannah, no?
—Sí, hola — dije.
—Papá insiste en que debo tener nuevos amigos. — le dijo Emily — pero tranquila. No es nada personal. — Ella se dirigió a la cama y se sentó mirando a Emma. — pasa Hannah. No te preocupes.
—Sí, adelante. Toma asiento — dijo Emma. Con algo de timidez yo seguí y me senté al lado de Emily. — Entonces ¡cuéntame todo!
—¡Nos besamos! — dijo Emily. Las dos se agarraron de la mano y empezaron a dar saltitos en la cama. Por favor que no sea de Oliver del que están hablando.
—Pero cuenta cómo fue — dijo Emma. — ¿Qué tal es él?
—Hablamos todo el tiempo y es tan divertido.
—¿No te importa que sea menor que tú? — preguntó Emma y justo me di cuenta que sí, definitivamente estaban hablando de Oliver.
—Solo es menor que yo por unos meses, cumple los 18 en enero, así que no me importa pasar el tiempo con él y más por lo guapo que es. — mi estómago se revolvió. Amaba a mi hermano pero no era para nada cómodo escuchar estas cosas.
—Emma... —interrumpí — ¿Puedo buscar un vaso de agua?
—Claro, te acompaño — sonrió.
—No, no es necesario — dije.
—¿Sabes dónde queda la cocina?
—Sí, lo recuerdo.
—Bueno entonces ve tranquila, estás en tu casa. — sonreí.
—Gracias — rápidamente me levante y salí de lahabitación mientras ellas seguían hablando.
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Efímero | h.s (1)
RomanceTodos le advierten que no debería enamorarse de él pero ella no controla a su corazón. ¿Será que al final todos tienen razón? Hannah Gardner es una chica de 17 años que luego de la muerte de su madre se muda a una nueva ciudad con su papá y su herma...