Lola
Después de que él no apareció durante todo el día, me regresé a casa sola. Caminé del colegio a casa. Me detuve en la entrada y miré hacia la casa de él y no lo vi. Entré a mi casa y al instante subí y le envié un texto.
Yo: ¡Hey! No fuiste. Y te esperé todo el día. ¿Sucedió algo malo?
No obtuve respuesta. Eso me hizo sentir algo decepcionada o tal vez herida. Pasaron algunas horas y me sorprendía el hecho de que él no me haya respondido. Me asomé a su ventana pero la persiana de él estaba baja, no podía apreciar nada, sólo me quedé un rato viendo hacia donde era su habitación pero jamás se percató de mi presencia y me rendí. Cuando me alejé de mi ventana sonó mi celular. Había recibido un texto de él.
Rizz: Hola nena. Definitivamente no paso nada. Solo amanecí un poco enfermo. Te Quiero. XOXO.
Le respondí inmediatamente.
Yo: ¿Estás bien? ¿Te pasó algo? También te quiero.
El tardó algunos minutos en responder pero finalmente lo hizo.
Rizz: Estoy bien nena. Te veré en la noche.
Sonó mi móvil, pero no le presté atención, debido a que me distraje revisando mi red social.
Como Rizz no había aparecido, decidí ver si había tenido alguna última actualización de estado para saber a ciencia cierta qué rayos había sucedido con él. Abrí su perfil y mientras cargaba cogí mi celular y vi el texto que había recibido hace unos minutos.
El perfil cargó completamente y me dispuse a ver su estado y en realidad no pude creer lo que vi. Alguien le había publicado pero no era una publicación cualquiera, era de una persona que al parecer era especial para él.
"Mi amor, te extraño mucho, quiero verte pronto. ¡Estaré de visita en tu nuevo hogar! Te amo"
Sentí que mi corazón se hacía mil pedazos y no entendía la razón. Siempre me consideré una mujer fuerte. Manejaba mis emociones bastante bien. Pero leer eso me hizo sentir como que si toda mi coraza se destruyó en segundos. Aunque él y yo no éramos nada. ¿Acaso me había mentido?
Cerré mi red social. no quería ver nada que se relacione con él. ¿Estaba enojada? ¿Triste? No entendía lo que sentía. Percibí que las lágrimas rodaban por mi mejilla y me sorprendí ante ese hecho. ¿Acaso él era tan especial? ¿Qué era lo que me hacía sentirme así?
Estás enamorada mi querida Elizabeth Price. Dijo mi subconsciente.
¡No no no no! ¡Eso no!
Me recosté en mi cama y decidí responder el mensaje pero él se adelantó enviando otro texto.
Rizz: Nena, te veré esta noche. Te extraño y te quiero.
Yo le respondí de inmediato.
Yo: También te veré esta noche, necesitamos hablar. Te extraño igual.
Esta vez le respondí algo mas fría. No quería involucrarme más con él. No sabiendo que posiblemente dejó una novia en Portland y que ahora lo venía a buscar. La verdad pensé que él sería diferente a los demás pero a la final todos son iguales. Mi corazón dolía y todavía no lograba comorender del todo el porqué o tal vez sí sabía pero no quería aceptarlo.
Mejor decidí tomar una ducha. Pensé y pensé. El agua me ayudaba mucho. Salí de la ducha y me puse mi pijama. Cepillé mi cabello y me senté a esperar. Esta noche se sentía diferente. No era como las otras noches en que sentía las mariposas en mi estómago antes de la hora. No era como las otras noches en que me sentaba a esperar muy ansiosa por verlo. Esta noche se sentía distinto. Sin ganas.
Eran las ocho menos cuarto y no me sentía segura de si salir o no. Lo vi asomarse. Estaba ahí esperando con su cabello todo revuelto y mojado. Era el mismo Rizz de siempre. Mi Rizz. No entendía cómo era capaz de hacerme algo así. Me sentía bastante mal. Aunque todavía no entendía bien la situación necesitaba algunas explicaciones.
Esperé a que sean las ocho en punto. Salí y los dos nos miramos. Él con su mirada de "lo siento" y yo lo miraba fría como el hielo. Me gritaba un millón de cosas con su mirada y yo preferí callar la mía. Necesitaba que me explique inmediatamente. Y no porque ya creía que él era un novio o algo así, sino porque en esta situación, cuando tienes algo especial con alguien o estás construyendo algo con alguien para que tenga un futuro lindo, y de repente encontrar eso, un mensaje tan profundo con un "te amo", es sólo agotador. Es decir, es frustrante.
En ese instante sólo necesitaba que me explicara lo que hace pocas horas había visto en su red social. ¿Quién rayos era Milena Dickens y por qué aparecía de nuevo? ¿Era la novia? Supongo que sí. Si no, cómo podría publicar algo de esa magnitud.
Lo siento. Dijo interrumpiendo mis pensamientos.
Me quedé sin hablar.
Lo siento, Lola. Volvió a decir y bajó la mirada.
¿Por qué? Pregunté.
Se lo pensó un instante.
Por ella. Dijo.
La tal Milena Dickens.
No necesitas disculparte. Dije fría. No lo miraba y si lo hacía era pocos segundos.
Sí, debo hacerlo. Dijo. Esta vez si retuve su mirada.
No necesitas hacerlo, ella es tu novia por lo visto, la que está mal aquí soy yo. Dije. Se quedo callado.
Ella no es mi no... Interrumpí. ¿Entonces qué es? Pregunté.
Me miró y se le salió una pequeña sonrisa. Ante ese gesto puedo admitir que lo odié.
Ella fue mi novia, terminamos cuando me mudé acá. Dijo aún sonriendo. Su sonrisa me enojaba mucho más.
¿Y por qué publicó algo así? Pregunté con un tono de voz más alto. No me pude controlar.
¿Celos? Dijo.
Jamás en la vida Portman.
¡Ja! ¿Celos? Dije y saque una sonrisa.
Pues parece que eso tienes. Dijo.
No, no tengo celos. Afirmé y le cerré la ventana con él aún allí mirándome.
Me senté en mi cama y mejor me puse a escuchar música. No sé que habrá pasado con él esa noche, ni quería saberlo tampoco. Tal vez él sí tenia razón y sí eran celos pero no quería sentir eso, esa sensación estúpida. Él no era mío ni nada de eso. Él era de su Milena.
Me concentré en mi música mejor y me olvidé del tema. No quería verlo y no sé cómo haría para evitarlo en el colegio. Debía encontrar un modo y lo haría.
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Mi Primera Vez
RomanceEsta soy yo, y esta mi pequeña historia. Soy Lola Price y tengo diecisiete años. Eso del amor no se me daba tan bien, nunca me gustó eso de andar sintiendo mariposas y esas cosas que me parecían ridículas. Hasta que llegó él, a todos nos pasa ¿no...