Capítulo 33

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Pasaron algunos días, alrededor de dos semanas y mi muy bien pensada forma de "evitarlo" estaba funcionando casi a la perfección.

Llevaba días sin hablarle y evitándolo a toda costa pero aun así me sentía tonta tratando de alejar al chico que ocupaba mis pensamientos la mayoría del tiempo.

Seguía en mi cama tratando de decidirme de una vez, si le dejaba dar una explicación o definitivamente dejaba de hablarle. Es que en primer lugar debí escuchar su explicación. Pero ahí esta Lola, la impulsiva y tuvo que cerrarle la ventana en toda la cara. Me estaba volviendo loca esto.

Necesitaba hablar con Anastasia, hace tiempo que no salía con ella.

Le marqué a su celular. Un sonido, dos sonidos, tres, cuatro y al fin respondió.

¡Lola! Gritó al teléfono.

Me dejarás sorda Ana. Dije riendo.

Es que no me llamas muy a menudo o bueno, no lo haces desde que te volviste loca por tu vecino. Dijo sarcástica.

Anastasia... Dije y ella se limitó a reír.

Salgamos hoy. Dije.

Listo ¿Dónde nos vemos y a qué hora?. Preguntó.

En el parque, a las seis. Dije. 

Está bien, cariño, ahí te veré esta tarde. Dijo y colgó la llamada. 

Dejé mi celular en la mesita de noche y me dispuse a darme una ducha. Entré al baño y abrí el grifo. El agua salia muy fría pero que va tal vez así enfriaría todos esos pensamientos que tenía últimamente. Tomé mi ducha y me envolví en la toalla para quitar el exceso de agua que recorría mi cuerpo.

Me puse algo de maquillaje mientras aún estaba en mi toalla. Salí de la ducha y me vestí. Me puse un jean normal y una blusa básica porque la verdad no tenía muchos ánimos para arreglarme, además era sólo una cita con mi mejor amiga. Anastasia por supuesto que iría como una super modelo de pasarela y tal vez en el trayecto se ligaría a un chico. Me puse algo de labial y arreglé mi cabello. Bajé las escaleras y me topé con mamá

¿Dónde vas cariño? Preguntó.

Saldré con Anastasia. Respondí.

Ah ¿Dónde irán? Volvió a preguntar.

Al parque mamá. El que queda a sólo unas cuadras. Dije.

Bueno cariño que la pases bien, no tardes tanto. Dijo.

Sabía que aunque ella no confiaba tanto en Anastasia la quería de cierto modo, ya que había sido mi mejor amiga durante años en el colegio. Esperé a que sean las seis menos treinta de la tarde. Me despedí de mamá y me dispuse a salir de casa.

¡Vuelvo pronto! Grité antes de cerrar la puerta principal.

No miraré hacia allá, no miraré hacia allá. 

¡Maldita sea! Mi cuerpo jamás obedecía a mi cerebro. Terminé viendo hacia allá, hacia la casa del "vecino" e infortunadamente él estaba ahí. Nuestras miradas chocaron.

El mundo no puede ser peor. Pensé.

El levantó su mano en señal de saludo... lo ignoré obviamente. Me di vuelta y empecé a caminar.

Sentí unos pasos tras de mí y ya me imaginaba quién era, me cogió del brazo y me dio vuelta. Él me miraba impaciente e incluso podría decir que nervioso.

Nena... Dijo. Lo miré a los ojos pero no le dije nada. Prefería no hacerlo.

Perdóname. Dijo.

Seguí mirándolo intentando que siga hablando y explicando la situación.

Hablé con ella. Dijo. 

Lo miré con recelo y él bajo la mirada y jugó con sus dedos. Tal vez se sentía incómodo por mi extremo silencio.

Le dije que no venga jamás aquí y que tengo una novia y la amo. Dijo. Lo miré fijamente.

¿Y tu novia es? Pregunté.

¡Tú! Dijo sonriendo.

Le dijo que yo era su novia y la alejó de él. Le dijo que la ama mucho.

¿Que la ama mucho? ¿A mí?

¡Ay, por favor! Eso era sólo una excusa, obviamente.

Sonreí un poco ante lo que dijo pero aún no me convencía. Observé mi reloj y ya era la hora de verme con Anastasia.

Lo siento, tengo que irme. Dije y a él se le notó la decepción en su mirada.

He quedado con Anastasia. Dije.

¿Y hacia dónde irán? Preguntó.

Al parque, hablaremos un poco. Respondí.

Yo quiero hablar contigo. Dijo.

Si quieres puedes ir más tarde al parque. Ahí estaré con Anastasia. Afirmé.

Listo nena. Dijo y se acercó a mí. Quedó muy cerca, me sentí nerviosa.

Debo irme. Dije esta vez con mi voz entrecortada.

El asintió y besó mi frente y como reflejo cerré mis ojos. Volvió a besarme y esta vez en los labios. Toda la pared que había construido para según yo "evitarlo" se derrumbó en ese instante. Se separó de mí. Todo lo que había hecho para según yo dejar de sentir todo eso por él, se quedó ahí. No supe cómo mantener mis muros.

Te veo luego. Dije.

El asintió y yo me di vuelta para irme hacia el parque. Caminé unos minutos hasta que divisé a mi mejor amiga.

Mi Primera VezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora