Nos besamos. Era lo único que mi mente me gritaba.
Separamos nuestros labios para encontrar algo de aire. No quería mirarlo a los ojos aunque él me besó. Estábamos solos. Tomó mi quijada y la levantó. Al final nos quedamos mirando y volvimos a besarnos. La química que se sentía era muy fuerte.
Decidí separarlo de mí.
Rizz espera un poco. Dije.
¿Qué pasa, nena? Dijo.
Para un segundo.
¿Por qué? Preguntó.
Tú y yo no somos nada, deberíamos aclarar eso primero, y no andar de besos y besos. Dije.
Se quedó en silencio unos minutos.
Rizz. Volví a decir.
Nena, está bien, volvamos donde nuestros padres. Dijo.
Nos levantamos y salimos del pequeño salón. Aparecimos de nuevo en el auditorio principal donde todos estaban. Anthony y mi padre nos quedaron viendo y en gesto extraño estrecharon su mano y ambos rieron. Nos sentamos junto a ellos y así paso la noche. Yo hablaba con Rizz, nos mirábamos y nos cogíamos las manos.
Es hora de bailar. Anunció el animador de la fiesta.
Rizz y yo charlábamos tranquilamente y de repente una luz nos apunto. Una luz muy muy fuerte. Parecía reflector de un campo de fútbol o algo así.
Owww, miren a estos tórtolos. Dijo el señor del micrófono. Rizz y yo nos pusimos de todos los colores.
¿Qué les parece si salen a bailar nuestra muy romántica canción? Dijo. Papá y Anthony nos animaban.
Rizz se levantó y me extendió su mano. No estaba tan segura de salir pero él me dio confianza y me levanté y lo hice. Caminamos hacia la pista y él me agarró de la cintura. Yo tomé su mano y al instante él me abrazó. Nos empezamos a mover con el ritmo de la canción. Era lindo. Las demás personas siguieron nuestra acción y de repente la pista ya estaba llena.
La fiesta fue hermosa y más por que allí estaba Rizz. Quién iba a pensar que ahora su padre formaba parte de la empresa de mi padre y que estarían en el mismo equipo.
Volvimos a casa, cada uno con su padre por supuesto. Fue la noche más bonita que pasamos. Primer beso, bailar juntos, él era increíble. Junto a él me sentía especial. Él me volvía eternamente loca. Estaba enamorada. De seguro.
****
Vamos nena, quiero esto. Decía. Nena eres todo lo que necesito. No quiero dejarte. Eres mi todo.
Rizz, por favor no digas eso. Él me besaba, no dejaba de hacerlo. Mi cuello, mis pechos, mi cintura. Lo hacía de una manera desesperada.
Desperté. Otra vez el mismo sueño. No lo había tenido desde hace unas semanas.
¡¡Aghh!! Maldito sueño arruinador de momentos románticos. Pensé.
Me tranquilicé, ese sueño me exaltaba. Me levanté de mi cama. Era martes. Afortunadamente el sueño hizo que despertara algo temprano. Me duché, me cambié y arreglé mi cabello. Lo único bueno que ahora tenía el colegio, era Rizz, y bueno mi mejor amiga Ana.
Salí de mi casa. No lo vi a él , no salió a la hora que debía y preferí caminar sola.
****
Lola. Gritó Ana desde otro lado del patio. Corrió hacia mí, arrastrando a Alex junto a ella.
Hola Ana, hola Alex. Dije sonriendo.
Hola Price. Dijo Alex riendo un poco. Ana miró a Alex y él sólo asintió y se retiró. Algo pasaba aquí.
Dime todo lo que sucedió esa noche. Preguntó ella muy curiosa.
Nada del otro mundo. Dije.
¡Lola Eli..! Tapé su boca antes que todo el colegio se enterara mi segundo nombre.
Está bien, te contaré todo. Vamos al salón. Dije.
Subimos al salón y nos sentamos en nuestros sitios. Alex nos alcanzó unos minutos después y se sentó a unos espacios de nosotras. Le conté todo hasta con el más mínimo detalle. Ella ahogó un grito cuando le dije lo del beso. Obviamente no quería que nadie más supiera.
También tengo algo que contarte. Dijo mirando sus manos.
¿Qué es Ana? Pregunté. Ella miró a Alex y este sonrió. Sabía que algo pasaba.
Empecé a salir con Alex. Dijo. Sólo confirmaba mis sospechas.
Owww, cariño qué bueno. Dije. Ambas reímos. Esta vez empezaron las clases, entró el primer profesor y Rizz no llegaba.
¿Le habrá pasado algo? Me decía a mí misma.
Aunque luego tomé atención al profesor. Me seguía preguntando si algo le había pasado. Tal vez amaneció enfermo. Decidí no preocuparme demasiado, después sabría por qué él no había ido a clases.
Lo extrañaba, mucho. Eso sí era seguro.
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Mi Primera Vez
RomanceEsta soy yo, y esta mi pequeña historia. Soy Lola Price y tengo diecisiete años. Eso del amor no se me daba tan bien, nunca me gustó eso de andar sintiendo mariposas y esas cosas que me parecían ridículas. Hasta que llegó él, a todos nos pasa ¿no...