Capítulo 23

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Había hecho algo que Lola Price nunca en su vida hubiera hecho. Llamar la atención. Todos me miraban. Y todos miraban a Rizz al mismo tiempo. Me puse de todos los colores y Rizz igual. Como pude me moví y avancé a mi asiento y quería desaparecer. Rizz me siguió y se sentó detrás de mí en un puesto libre.

Sentía todas las molestas miradas. En especial la de Brooke, la chica "fácil" del salón. Como diciendo: "La niña buena, llegó con mi nueva presa". La forma en que miraba a Rizz era demasiado, me producía una sensación extraña. 

¿Celos, Lola?  Decía mi subconsciente. ¡No no no no! ¡Jamás!

Rizz solo bajó la mirada.

¡Ja! Toma eso Brooke, no llamaste su atención.

Y es que él parecía distinto a los demás, porque ¿quién se resiste a una rubia, muy femenina y alta chica? Pero él la miró, y no tuvo ninguna expresión, sólo bajó la mirada y se quedó ahí. Brooke se decepcionó y se le notaba.

Rizz era mío.

Ni yo entendía qué rayos había dicho.

¿Peleando por Rizz? Es un amigo y nada más.

En ese instante no sabía qué sentía. No sabía si eran celos, o era rabia. Pero la tensión se rompió cuando entró el profesor.

Buenos días. Dijo.

Buenos días profesor. Dijimos todos al unísono.

Bien, en dirección me han informado que hay un nuevo alumno, que se ha incorporado recientemente. Le pido que levante su mano por favor. Dijo el profesor.

Rizz levantó su mano, lentamente. No tenía nada de confianza.

Bien, párese acá adelante y preséntese frente a sus compañeros. Dijo.

Me giré hacia Rizz. Pobrecito. Parecía bastante intimidado.

Suerte. Susurré levantando mis pulgares.

Él rosó mi mejilla con sus dedos, me sonrió y se levantó. Se paró adelante de todo el salón pero se quedó callado un instante y me miró, volví a levantar mis pulgares y el sonrió. Algunos se burlaron de aquello porque se escucharon risitas.

Eh, bueno, hola. Dijo inseguro.

Adelante, no seas tímido, dinos tu nombre, de donde vienes y eso. Es sencillo. Dijo el profesor dándole confianza.

Ah, soy Rizz Portman y vengo de Portland, tengo diecisiete y espero ser amigo de todos ustedes. Dijo.

Muy bien Rizz, ahora que te has presentado, puedes tomar tu asiento. Dijo el profesor.

El caminó, tomó su asiento y tocó dos veces mi hombro. Me sorprendí pero me giré.

Estaba demasiado nervioso. Dijo.

Tranquilo, todo ya pasó. Dije calmándolo.

Cogió mi mano y estaba muy helado, parecía hielo. Tantos nervios. Sentí lástima. Y claro que lo entendía. Al parecer sufría el mismo síndrome que yo. Pánico escénico.

Rizz, estás helado. Dije sorprendida.

Esperaba que no lo notes. Son mis nervios.

La voz del profesor interrumpió, y lo solté. Volví mi vista hacia el frente. Después de todo este seria el primer día de clases junto a él.

Las clases avanzaron rápido, ya íbamos camino a la hora de salida y todos queríamos irnos ya. En eso apareció la directora.

Jóvenes, buenas tardes. Dijo ella.

Buenas tardes directora. Dijimos todos.

Jóvenes vengo a comprobar la lista de aquellos que se inscribieron en las clases extracurriculares, que representa casi el veinticinco por ciento de su nota final de graduación. Dijo sonando seria.

Ella tomó la asistencia y la materia a la cual nos habíamos inscrito. Y obviamente como suponía, Ana y yo estábamos en clases de sexualidad y no para aprender, que eso era lo más chistoso sino para que Anastasia conquiste al profesor "buenísimo" que daba las clases.

¿Alguien falta? Preguntó ella. No había nombrado a Rizz.

Yo directora. Dijo él.

Ah señor Portman, muy bien le conseguiremos un cupo. Dijo ella.

Está bien directora. Dijo Rizz.

La directora empezó a revisar el montón de papeles que tenía. Uno tras otro. Comprobando horarios y cupos. Hasta que por fin habló.

Oh, señor Portman, sólo nos quedan cupos en las clases de sexualidad. Bien, se anotará con la señorita Price y la señorita Parker y medio curso más que se anotó allí. Dijo la directora. 

¿Qué? ¿Él? ¿A clases de sexualidad? ¿Conmigo? ¡Noooo! Mundo cruel. Pensé. 

Anastasia me había metido en todo esto. Lo que me faltaba. Ir a clases de sexualidad con él. No era suficiente lo que había pasado esta mañana, sino que también iba a estar en clases de sexualidad con él.

¡Qué maravilla!

Mi Primera VezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora