Desperté. Abrí los ojos pero no quería salir de mi cama. Me quedé pensando durante mucho rato en lo que había sucedido la noche anterior. Me quedé pensando en la larga conversación que habíamos tenido.
La verdad no contuve mi emoción, parecía una niña que se pone feliz cuando le dan un caramelo.Me puse muy feliz, principalmente porque ahora sabía que me gustaba. Era difícil admitirlo de esa forma, pero me había dado cuenta de que era muy simpático y hablaba hasta por los codos, lo que era totalmente opuesto a mí.
Yo era tímida, introvertida y tranquila. No me gustaba hablar mucho, pero a él sí, y se le notaba. Hablamos durante horas, él en su ventana y yo en la mía. Cómo no perderse en sus ojos, en esos ojos verde pálido que a cualquiera le haría perder el control. Me quedé pensando en él pero mamá me devolvió a la realidad.
Lola, despierta. Gritó mamá desde la escalera supongo.
Ya desperté mamá. Respondí de la misma manera.
Baja por favor.
En unos minutos voy. Respondí.
Mamá no quería gritar más así que terminó subiendo y entrando a mi habitación.
Lola, no puede esperarte tanto tiempo.
¿Esperarme? ¿Quien? Yo no esperaba que alguien venga a visitarme.
¿Quién me espera mamá? Pregunté.
Baja y lo sabrás.
A veces me asustaba esos jugueteos de mamá. Pero debía ser alguien "importante" como para que me haga bajar así. Tal vez era Ana, pero raro que mi mamá la reciba de esa forma. Y aún más raro que no me haya avisado que vendría por mí.
Tomé una ducha lo más rápido que pude, me vestí e intenté acomodar mi cabello cepillándolo un poco. Me hice una coleta y bajé. En ese instante no pude creer a quién vi.
La vida es tan cruel. Pensé.
Hola nena. Dijo él.
Hola ¿Rizz? Dije extrañada.
Sí, le acertaste.
Me quedé mirándolo.
Mamá por qué me hiciste bajar así, y toda arreglada al apuro. Qué humillante. Pensé.
Estás preciosa. Dijo.
¿Yo? ¿en serio? Pregunté.
Sí tú, la mañana te sienta bien.
Yo miré a mi mama, pensaba que no le gustaría que un chico, venga a esa hora de la mañana, a ver a su hija y le diga cosas tan lindas como esas. Pero ella me miró dulcemente como diciendo "No lo dejes hablando solo" . Esa no era la reacción que esperaba de mi madre.
Oh, gracias. Dije.
Últimamente sólo conoces esa palabra. Dijo haciéndome sonrojar. Y últimamente también te sonrojas mucho.
¿Yo? ¿Sonrojada? ¡No! Dije tocando mi cara.
Por supuesto que lo estás. Respondió.
Miré a mi madre nuevamente pero no le sorprendía nada lo que el me decía. Que esta pasando aquí. Pensé.
-Bueno, dime que haces aquí- pregunté.
-Mi madre dijo que viniera a ver los apuntes para ponerme al corriente- dijo.
-Te los prestaría, pero tengo tarea. Tal vez mas tarde- dije.
-Que mal, necesitaba los apuntes urgente, el lunes entro a tu escuela- dijo.
¿El lunes? ¿Tan rápido? Porque tan rápido.
-Ah entiendo, bueno no tengo "tanta" tarea así que puedes regresar en una hora o dos- dije.
-Esta bien nena, te llamare- dijo.
Como lo haría, no tiene mi numero.
-Como lo harás?- pregunté.
-Tu tranquila, yo te llamare en dos horas para ver si ya puedo llevarme los apuntes- afirmó.
-Bueno- dije sin hacer ningún gesto.
-Te veré mas tarde nena- respondió.
-Te veo luego- dije.
Lo acompañe a la puerta, y al despedirse me dio un beso rápido en la mejilla. No sé porque esta vez no me sorprendió en cambio esperaba que lo hiciera.
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Mi Primera Vez
RomanceEsta soy yo, y esta mi pequeña historia. Soy Lola Price y tengo diecisiete años. Eso del amor no se me daba tan bien, nunca me gustó eso de andar sintiendo mariposas y esas cosas que me parecían ridículas. Hasta que llegó él, a todos nos pasa ¿no...