Rizz
Vivía en Portland, lejos del calor, en los días llenos de lluvia y con frio. Aunque era así, amaba Portland. Había vivido allí durante 5 años, pensé que sería un lugar estable, pero no, por el trabajo de mi padre nos mudaríamos de nuevo. A un pequeño pueblo llamado Alabama, creo.
Papá me dio la noticia casi a finales de las vacaciones, sería tal vez nueva escuela, nuevos compañeros, y por supuesto nuevas chicas.
Alabama es soleado y caluroso.. A decir verdad no me agrada mucho el calor. Pero que va, debía mudarme quiera o no.
Rizz, nos mudaremos hijo. Dijo mi padre.
¿QUÉ? ¡NO! No de nuevo. Dije frustrado.
Lo siento hijo, así es mi trabajo.
Por qué cuando iba a ir al último año en secundaria, mis compañeros, mi graduación.... todo a la basura. Me sentía deshecho. Casi una vida completa en Portland y ahora todo cambiaría. No me sentía nada bien ni seguro. Pero tampoco era tan independiente como para quedarme a vivir solo aquí. Tenía que irme sí o sí con mis padres.
****
Nos mudamos a una nueva casa y el vecindario era lindo, muy tranquilo y las casas eran de aspecto antiguo y nuestra nueva casa también tenía ese aspecto. Genial. Pensé. Ahora viviremos en los 60.
Pero en realidad había hecho una suposición muy anticipada de la situación, al entrar a mi nueva casa me sorprendí puesto que de antigua no tenía nada, solo la fachada era anticuada. Mis padres entraron detrás de mí junto con algunas maletas, mientras que los ayudantes entraban el resto de cosas como los muebles y las cosas de las habitaciones. Yo ayudaba a subir las cosas mientras rogaba que nada de lo valioso se rompiera. Como mis álbumes de colección. Que por cierto eran una maravilla.
La mudanza se nos hizo algo pesada y nos tomó toda la tarde y parte de la noche arreglar todo para que se vea algo ordenado por decirlo así. Después de todo el alboroto decidimos ver una película con mis padres pero me aburrió y mejor subí a mi habitación.
A la mañana siguiente desperté algo (muy) dolorido. Ni siquiera me fijé en que momento me dormí. Arreglé como pude mi cama y bajé a desayunar, tenía hambre, mucha.
¿Mamá?
Sin respuesta alguna. Nadie. No había nadie. Salieron sin decirme, o tal vez no los escuché. Soy de sueño muy pesado. Busqué donde pude y me encontré lo más básico para un desayuno. Me preparé algo de cereal con leche. Después de todo ese desastre que vivimos ayer, por lo menos había desayuno.
Mamá y papá llegaron un rato después de que terminé mi desayuno, traían compras y bueno supuse que fueron a algún supermercado porque necesitábamos provisiones.
Buen día dormilón.
Buen día mamá. Respondí.
Tenemos unos vecinos muy amables. Dijo mamá.
No me sorprendió que dijera eso, ellos hacían amigos muy rápido y ya habían hablado con los vecinos. La señora de al lado nos había invitado a una cena en la noche según lo que mamá le decía a papá. Supongo que yo también tendría que ir y como me encanta hacer amigos, no podía fallar. Nótese mi sarcasmo. Bueno, veríamos qué de bueno traería todo esto.
Subí a mi habitación a pasar el tiempo hasta que llegue el momento de la cena pero no me estaba sintiendo bien, me dolía mucho la cabeza y sentía que todo me daba vueltas. Decidí decirle a mamá que no iría porque me sentía muy mal. De verdad mal. No era un mentira ni mucho menos. En serio estaba mal mal. Me quedé dormido, unas horas. Creo que lo que necesitaba era un descanso.
****
Mis padres llegaron muy tarde en la noche, y yo estaba en mi habitación. Después de mi pequeña siesta se me quitó el sueño por completo. No podía dormir, aunque aún me sentía algo pesado y desganado. Me di vuelta en la cama y me quede mirando la ventana. No me había fijado que justo en frente había otra ventana.
Me preguntaba de quién era. Pasó un rato y la otra ventana se abrió. Me levanté despacio y vi a alguien asomarse a ella, por supuesto, la chica de al lado y de repente me sentí mejor. Me asomé lentamente pero ella no se fijó en mí, estaba observando la luna que también estaba hermosa, como ella. Decidí romper su burbuja y traerla de vuelta al mundo real.
¡Eh! ¡Guapa!
Miró hacia abajo y hacia la calle principal pero aún así no se dio cuenta de donde venía la voz.
¡Hey! Dije de nuevo.
Creo que esta vez si se había fijado de dónde venía la voz.
¡Hey, guapa!
Se quedó como perdida, viéndome, tal vez se asustó debido a que era nuevo, y le estaba hablando. Me quedó mirando, tanto que parecía que jamás había visto un chico. Entiendo que tengo lo mío, pero nadie me había mirado como ella. Y particularmente debo decir que era muy popular en Portland, pero no imaginé que lo sería también en Alabama.
¿Conmigo? Dijo.
Sí, contigo. Dije.
¡Hola y adiós! Lo lamento tengo que entrar, mis padres me han llamado. Dijo rápidamente.
¿Ah si? Yo no he escuchado nada.
Adiós. Dijo poniéndole fin a esto que tampoco se le podía llamar conversación.
Cerró su ventana, super rápido, no me dio tiempo de pedirle su numero, o de decirle lo guapa que era, nada, no me dejó hacer nada.
Tal vez era muy tímida, o tal vez en serio la asusté. Quién sabe, solo sé que ella era la chica más linda que había visto. Y en Portland sí que hay chicas hermosas. Pero no había visto ninguna como ella.
Me dejó sin aliento. ¿Cómo será su nombre? No lo sabía, pero de algo estaba seguro, lo averiguaría. Como sea pero lo haría. Me había dispuesto es meta. Y lo conseguiría, no importa cómo ni cuándo pero lo lograría.
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Mi Primera Vez
RomanceEsta soy yo, y esta mi pequeña historia. Soy Lola Price y tengo diecisiete años. Eso del amor no se me daba tan bien, nunca me gustó eso de andar sintiendo mariposas y esas cosas que me parecían ridículas. Hasta que llegó él, a todos nos pasa ¿no...