Tomó mi mano, me quedé sorprendida y no sabía qué hacer o cómo reaccionar. Eso era nuevo. Intenté quitar mi mano pero no me dejó.
¡Hey! Dije.
¿Qué pasa nena? Dijo dulcemente.
¿Me devuelves mi mano? Gracias.
Lo haría pero me gusta tenerla así. Respondió. Me solté como pude.
Nena, no es nada malo. Respondió.
Por supuesto que no era nada malo. No. Pero de todos los días, él tenía que escoger ese día, justo ese día para tener contacto conmigo y hablo del contacto físico. Pero yo no quería tener contacto con él, no después de lo que había soñado antes de levantarme esta mañana.
Ya lo sé, pero no te conozco. Puedes ser un narco o un traficante de órganos. Capaz por eso huíste de Portland. Dije. Él rió ante eso.
Pues no lo soy. Aclaró. ¡Qué gran imaginación tienes! También me reí.
No sabes cuánta imaginación tengo...
Rizz deja de actuar así, no somos nada. Sólo amigos, no cojas mi mano. Afirmé. Su expresión cambió totalmente. Ahora era triste.
Pero podemos serlo. Dijo mirando sus manos.
¿Quería ser algo más de mi? ¿Mi novio tal vez?
Rizz estudia, mejor. Dije cambiando el tema.
Está bien, nena. Respondió.
Él se quedó en silencio hasta que nos tocó bajar en la parada del colegio y de la parada sólo había que caminar unos cinco minutos hacia el colegio así que quedaba cerca. Relativamente.
¿Nena, me recibirán bien en el colegio? Digo no hay los abusivos que hacen bullying o eso? Preguntó. Me reí.
Rizz, tú tienes la facha de ser un abusivo, más bien a ti te tendrán "respeto". Dije riendo. El rió conmigo.
Nena, me encanta tu apoyo. Dijo sarcástico.
Llegamos a la entrada de la escuela. Pasamos por el lugar del señor guardia haciendo el registro y en un instante ya estábamos en el patio del colegio. Íbamos caminando y de lejos vi a Anastasia hablando con Alex. Me vio y luego lo vio a Rizz. La cara de Anastasia se desencajó un poco. Su mirada fue de asombro. Mucho asombro y obviamente curiosidad.
¡¡¡Lola!!! Gritó Ana desde el otro lado del patio. Corrió y en un dos por tres ya estaba junto a nosotros y dejó a Alex solo.
Lola, Buenos días.
Buenos días, Ana. Respondí.
Ella miró a Rizz y él le devolvió la mirada con una sonrisa. Me separó de él y me dijo "necesitamos hablar". La conocía, obviamente le había causado mucho asombro verme entrar con un chico totalmente desconocido al colegio. Estaba muy muy curiosa.
Lola, tenemos que hablar.
Miré a Rizz y el aprobó la acción. Se separó un instante de nosotras. Pero seguía ahí.
¿Quién es ese bon bon? Dijo Ana.
Ese es el asunto del que debía hablarte ayer por teléfono.
Pero qué asunto mas interesante. Dijo mirando a Rizz de pies a cabeza.
Rizz se sentía incómodo y se le notaba.
Ana, ese asunto es mío. Dije bromeando.
Lo sé cariño, llegué demasiado tarde. Dijo ella. Miré a Rizz y el me sonrió.
Cariño, las clases empiezan en siete minutos. Dijo Ana.
Debemos subir.
Me adelantaré, iré por Alex y te espero en el salón. Dijo y se fue. La vi entrar al salón junto con Alex.
Rizz debemos subir, falta poco para empezar la clase. Dije.
Claro nena, ¿te importaría guiarme? Dijo con una sonrisa.
Por supuesto que sí, sígueme. Dije también sonriendo.
Subimos y entramos al salón. Todas las chicas lo quedaron mirando. Y me miraban a mí también. Qué incómodo que se sentía tener las miradas de todos encima. Jamás me gustó llamar la atención, y en ese instante lo hacía. Por supuesto que no era por causa mía. Sino por causa de Rizz. Era el chico nuevo, nueva carne. Despertaba el interés de muchos y muchas obviamente. Pero para eso estaba yo, para cuidarlo hasta el final de nuestros días.
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Mi Primera Vez
RomantizmEsta soy yo, y esta mi pequeña historia. Soy Lola Price y tengo diecisiete años. Eso del amor no se me daba tan bien, nunca me gustó eso de andar sintiendo mariposas y esas cosas que me parecían ridículas. Hasta que llegó él, a todos nos pasa ¿no...