Mi Primera Vez

Capítulo 2

Llegué a mi casa, vi a mi madre sentada en el sillón, esperando por mí.

Hola querida. La voz de mi madre era tan dulce y suave.

Hola mamá. Dije sin tanto ánimo.

¿Qué tal tu primer día de clases? Es el último año... Pronto te graduarás. Decía mi madre ojeando unas cuántas revistas.

Muy bien mamá, como todos los años siendo primer día de clases, casi no hicimos nada, solo comprobar clases y horarios. Ah y también vi a Anastasia.

Anastasia, Anastasia. ¿Sabes que esa amiga tuya no me agrada, no? Dijo aplicando el discurso de siempre acerca de Ana.

No sé porque no le agrada, Anastasia es una chica muy linda, aparte de loca y esas cosas pero jamás ha hecho algo indebido.

Sí lo sé mamá. Dije esperando que dejara de hablar de esa manera de mi mejor amiga.

Entonces, ¿por qué le sigues hablando?

Porque es mi mejor amiga, y lo será siempre.

Sólo a mamá no le agrada Anastasia. Con papá se lleva muy bien, incluso papá dice que es una hija más para él. Ambos tienen esa actitud alocada y de vivir el momento sin importar nada más.

Me fulminó con su mirada, y decidí callar para evitar una pelea.

Subí a mi habitación, llevando conmigo mi almuerzo. Mamá sabía que ya me había disgustado con ella. No me gusta que piense esas cosas de Anastasia, le he dicho muchas veces cómo es en realidad pero jamás se toma la molestia de conocerla. Comí mientras escuchaba música y revisaba unos cuántos libros viejos que tenía en mi estante.

Me conecté a la red social a ver qué tal el panorama, pero nada inusual. Personas publicando tonterías y esas cosas. A veces me pregunto por qué tengo ese tipo de redes sociales, no son nada interesantes, pero Anastasia insistió en que debía tener algunas para salir y conocer al mundo.

Decidí escribir en mi diario, pues hace tiempo que no lo hacía, exactamente desde el ultimo día de clases del año escolar anterior. Soy de esas chicas a la antigua, que prefiere escribir o leer que salir a fiestas y eso. Anastasia dice que tener un diario no me hará popular, tampoco quiero serlo, pero bueno, no le hago caso a sus opiniones.

Bajé a dejar mi bandeja con los platos al primer piso, entré a la cocina y los puse en el lavavajillas, accioné el botón y me fui a la sala a hablar con mamá. Ella seguía sentada ojeando sus revistas. Por supuesto que sé lo que siente, también extraño a papá, que por su trabajo y sus viajes, casi no pasa en casa. Pero cuando viene, intentamos hacerlo feliz. Lo que más amo de papá es que siempre trae regalos para mí, mamá y para Anastasia. Nunca la olvida. Eso me agrada mucho de él, aunque a mamá no le guste.

Cariño, ¿cuándo empezarás las clases normalmente? Preguntó.

No sé bien aún mamá. Dije. Porque falta adaptarnos más al nuevo año. Guardó silencio.

Me quedé un rato más junto a ella, acompañándola. La relación con mamá nunca fue muy unida que digamos. Más me llevaba con papá.