Capítulo 19

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Conversé con él mucho rato, tanto que no me había fijado qué tiempo había pasado, pero supuse que no era tan tarde, además teníamos colegio al siguiente día y lo más probable es que sufriríamos al despertar tan temprano, por lo menos yo sí. Por eso cuidaba no perderme tanto en sus ojos y en sus largas conversaciones. 

¡Hey! ¿Mañana nos vamos juntos al colegio? Preguntó.

Me sorprendí por la pregunta, había estado pensando en la posibilidad pero no había llegado a una afirmación. Pero ahora que él lo estaba preguntando, diría que sí, es lo más probable. Sentí cierta emoción cuando lo dijo, quería ir con él, quería que me vieran con él, quería muchas cosas con él. Tal vez era muy prematuro decirlo pero creo que estaba decidida a tener una relación con él, y por qué no, una relación que dure para siempre. A semanas de haberlo conocido estos pensamientos resultaban muy locos pero era lo que mi corazón sentía sinceramente.

No lo sé, tal vez podríamos o tal vez no. Dije.

Sí quiero ir contigo, además eres la única persona a la que conozco en todo el colegio.

Tranquilo, no pasa nada. Conseguirás amigos muy rápido.

No sé nena. No conozco a nadie. Es una nueva escuela. Siempre tengo problemas para hacer amigos.

¡Qué raro! Siempre me pareció que sus habilidades eran muy buenas a la hora de conocer gente.

No quería creer lo que acababa de decir. ¿A alguien como él se le hacía difícil hacer amigos? ¿por qué? Parecía del tipo popular y muy simpático, que llamaría la atención de mucha gente e incluso chicas. 

Los chicos son muy agradables, son buenas personas. Dije.

Igual quiero ir contigo. Me encantaría que una dama como tú me guíe en mi nueva escuela. Dijo.

Me sonrojé, otra vez. Se me estaba haciendo una mala costumbre. Muy mala costumbre.

Lola por favor, trata de controlar tus niveles altos de melanina, deja de sonrojarte por cualquier cosa. Pensé.

Por supuesto que iría con Rizz, mi nivel para socializar era malo, pero con un amigo más, saldría de la zona "sin amigos", ya que siempre andaba con Ana y a veces con Alex, pero la mayoría del tiempo cargaba un libro y me sentaba en el jardín a leer, por eso Ana siempre me decía que en los libros jamás conseguiría ser popular. 

Entonces así será, mañana nos vemos y nos iremos juntos. Dije.

Está bien nena, te llamaré mañana. Espero no molestar.

Me llamará. Por qué tan en la mañana, a esa hora odio a todos, espero estar de humor para tan sólo responderle. 

Si no contesto es porque sí molestas, si te contesto, descuida. Dije riendo.

Entonces nos veremos mañana. Afirmó.

Sí. Respondí.

Nos miramos, nos quedamos perdidos en nuestras miradas. No decíamos nada pero nuestras miradas se gritaban de todo. ¿Qué era ese sentimiento raro? ¿Que sentía? Su mirada tan intensa, tan ardiente, podría decir que hasta me hacía perder el sentido de la realidad. ¿Qué era lo que sentía? No estaba segura pero de lo que sí estaba segura es que me gustaba y mucho, al punto que no pensaba en nadie más, no encontraba la palabra exacta para definir lo que estaba sintiendo, hasta que mi mente reaccionó. ¿Lo amaba? ¿Lo deseaba? No podía definirlo bien. Ni yo sabía que era exactamente lo que sentía.

Mi Primera VezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora