Capítulo 27

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Estaba en mi habitación, escuchando música, "Crush crush crush" de Paramore exactamente. Aún no me había arreglado, porque había mucho tiempo pero alguien tocó a la puerta. Mi padre.

Cariño. Dijo él.

Adelante papá. Dije para que entre. Abrió la puerta y entro a mi habitación.

Cariño, empieza a arreglarte. Debemos irnos en unas horas. Dijo.

Está bien papá, lo haré pronto. Dije.

Él besó mi mejilla y salió de mi habitación. Terminé de escuchar la canción. Era unas de mis favoritas. Me levanté de la cama y fui hacia al baño. Puse música, muy alta. Mientras tomaba la ducha, amaba escuchar música. Era relajante y desestresante. Bueno ese efecto causa en mí.

Terminé mi ducha, salí y me puse ropa normal. Un pequeño short y una blusa de tirantes. Regrese al baño. Debía maquillarme y no tenía idea de cómo hacerlo. Afortunadamente había pasado la tarde viendo tutoriales. Ahora sólo me faltaba poner en mi cara los mismos efectos que las maquilladoras ponían en los tutoriales. Hice todos los pasos y bueno, para ser la primera vez que me maquillo muy producido, quedó demasiado lindo.

Salí del baño y saqué el vestido de la caja. Vi la hora. Cómo había pasado el tiempo. Eran casi las ocho de la noche y debíamos salir a las ocho en punto así que aún me quedaba algo de tiempo.
Me puse el vestido. Era perfecto. Me ajustaba en los lugares correctos y era tan elegante. Papá sabia de gustos y era muy bueno escogiendo los vestidos. Que gracioso, tenía más gusto que yo.

Llegó un texto.

Ana: ¡Hey boba! Pasaré a tu casa hoy.

¡Ay no! No le avisé.

Respondí a su texto.

Yo: Ana, no estaré en casa hoy, saldré con mi padre a un evento.

Cinco minutos, ella ya estaba llamando. Mi mejor amiga. Sabía que lo haría.

Ana. Dije.

No me dijiste que saldrías. Atacó.

Ni yo sabía cariño, papá me dijo después de llegar de la escuela. Dije.

Entonces, ¿qué evento es? Preguntó.

Ni yo lo sé Ana, solo sé que es algo elegante y exclusivo de padres e hijos. Dije.

¿Y tu príncipe? Preguntó.

No es mi príncipe.

Como digas princesa, igual sabemos que te gusta. Dijo.

Ana, no empieces, por favor.

Está bien, boba. Te adoro. Suerte en tu evento. Dijo.

Gracias cariño. Finalicé.

Nos despedimos y ella colgó.

Dejé mi celular en la cama y volví al proceso de maquillaje. Aunque solo faltaba algo de brillito labial. Estuve pensado un rato en qué color venía mejor y me decidí por el rojo. Color intenso y elegante. Marqué mis labios y quedaron muy bonitos. Salí del baño y abrí la cajita de los zapatos. Me los puse y en serio estaban muy altos, espero no morir mientras los utilizo. Mi cabello lo dejé suelto y se veía impresionante. Estaba cambiada, sentía que no era la misma Lola de siempre, pero valía la pena. Saldría con papá y hace tiempo que no hacía eso. Arreglé por ultima vez mi cabello frente al espejo y decidí bajar.

¡Rayos! No puedo caminar bien con estos zapatos. Pero lo vale. Caminé hacia las escaleras y bajé. Papá ya estaba listo y muy guapo. Llevaba un traje negro que le ajustaba perfecto. Llevaba corbata roja y se lo veía muy joven y elegante. Mamá lo observaba minuciosamente. Ella lo amaba. Lo admiraba por cada esfuerzo que hacía por mantener esta familia de pie. Se lo veía muy joven a pesar de tener cuarenta y muchos años.

Cariño, ¡¡estás hermosa!! Gritó papá.

Papá, no sabes mentir. Dije bromeando.

Es la verdad princesa, estás hermosa. Dijo él abrazándome.

Alonso, arruinarás su vestido. Dijo mamá e inmediatamente papá me soltó.

Es cierto. Dijo él.

Mamá traía la cámara. Quería fotos como toda mamá. Fotos aquí y fotos allá. En la escalera, en la puerta. En todos lados.

Por favor, la foto. Dijo ella. Papá y yo nos acomodamos y ella tomó su foto.

¿Estás lista, cariño? Preguntó. Asentí.

Salimos de la casa. Papá preparaba el auto. Estaba con mamá en la puerta mientras él sacaba el auto.

Listo amor. Dijo papá.

Adiós mamá. Dije y le besé la mejilla.

Caminé un poco y subí al auto en el asiento de copiloto. De hecho no sabía dónde sería el lugar del evento pero mejor no pregunté. Después de unos minutos de viaje, gracias a Dios no había tráfico, papá estacionó en un lugar muy bonito. Parecía costoso y elegante. Habían muchos autos y personas muy arregladas. Papá bajó del auto, iba a bajar sola pero el hizo una seña de que me quedara en el auto. Pensé que iba a hacer algo más pero rodeó el auto y acudió a abrirme la puerta. Papá era muy respetuoso pero eso no me sorprendió. Bajé y sentí las miradas de todos. Básicamente mi padre era el único socio que tenía una hija. El resto de  personas que vi solo tenían hijos varones. Me miraban. Me sentí incómoda pero solo un poco.

Subimos al lugar, papá se detuvo a hablar con alguien. Me presentó ante él y saludé amablemente. Papá se despidió y buscó nuestra mesa y en serio no pude creer a quien vi. No esperaba ver a aquella persona en el mismo evento que yo. Era imposible, la fiesta era solo para las personas que trabajaban en la empresa.

¿Por qué está aquí?

Mi Primera VezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora