Mario se levantó de su cama y bajó al primer piso, en donde comenzó a escuchar música pop. Siguió caminando y llegó a la cocina, en donde Peach estaba cantando la letra de la canción mientras meneaba las caderas, bailando. Se había arreglado el pelo con una cola de caballo usando un hule azul, y al escuchar las pisadas de Mario volteo a verlo, sonriendole.
Peach : Espero que no te moleste la música.
Mario : Para nada. Así que ¿en que puedo ayudarte?
Peach : Hay que organizar y guardar lo que compre para los almuerzos, además de limpiar la casa.
Mario : Bien, habra que hacerlo rápido entonces.
Mario se acercó a Peach y comenzó a ayudarla a guardar latas y bolsas de botanas en las bodegas, y con el tiempo él también comenzó a moverse al ritmo de la música. Al terminar en la cocina se dividieron la limpieza de la casa, estando ambos en la misma habitación siempre para conversar mientras aseaban. Fue entonces que Mario se dio cuenta de lo amable y juguetona que era Peach, pues una vez accidentalmente lo golpeo con el sacudidor, comenzando así una guerra que terminó con polvo por todos lados. Ella se encargó de limpiar su rostro, tras lo que ambos continuaron la limpieza del lugar.
Al momento de barrer, Mario imaginó que la escoba era una guitarra eléctrica, y en cuestión de segundos ambos estaban haciendo de cuenta que estaban en un concierto cantando la canción que estaban escuchando. Una vez que todo estuvo hecho, guardaron las cosas de la limpieza entre risas, más cómodos de estar juntos.
Peach : Ay ... eso fue divertido.
Mario : Lo se ¿sabes? Lo disfrute mucho.
Peach : Igual yo ... lastima que nos ensuciamos tanto.
La rubia hablaba con la verdad, pues sus ropas tenían manchas de polvo, especialmente los pantalones blancos de Peach.
Mario : Debere cambiarme antes de irme, y darme otro baño.
Peach : Fuuu, igual yo. Pero bueno, no me molesta bañarme de nuevo jeje.
La rubia se sonrojó al terminar su frase, lo que tomó a Mario por sorpresa. Pero fue capaz de entender el porque cuando la princesa llevó sus manos a su pantalón, desabrochandolo y bajandolo un poco, para después dejar que cayera al suelo, dejando a Mario sin palabras.
Peach (suspira) : Puede que te desagrade esto, pero en verdad odio llevar ropa sucia. Como sea, si te interesa ... después de bañarte puedes ir a mi cuarto, quisiera darte algo por ayudarme, (en un tono sensual) algo que estoy segura vas a disfrutar.
La princesa comenzó a irse del lugar, y Mario clavó su mirada en sus delgadas piernas desnudas y sus bragas rosadas, dejando a la vista solo la parte de abajo de sus nalgas, siendo suficiente para excitar a Mario. Antes de salir de su campo de visión, Peach llevó sus manos a su trasero y se dio una sensual nalgada, lanzando un suave gemido, tras lo que llevó su mano derecha a su boca y pasó su dedo índica por sus labios de manera sensual, chupando la punta mientras le guiñaba un ojo.
Después de aquella provocación salió del campo de visión de Mario, quien dejó escapar un suspiro pesado mientras bajaba la vista hacia sus pantalones.
Mario : No puedes quedarte quieto ¿eh? Pues adivina, no me arriesgare esta vez. No puedo romper el hechizo, así que no sucedera ¿de acuerdo?
El hermano de rojo comenzó a caminar hacia su habitación, en donde se desvistió para ir a darse un baño, durante el cual se relajó bastante, olvidando lo que había pasado. Salió del baño y se dirigió a su habitación a vestirse, pero al abrir la puerta pegó un brinco hacia atras: Peach estaba sentada en su cama, usando un conjunto de lencería rosado junto a unas medias blancas de encaje y unos guantes blancos que cubrían buena parte de su brazo. Además, llevaba su pelo arreglado de la misma forma que antes: en una cola de caballo.
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Todos bajo el mismo techo (Marioxharem)
FanfictionPor diferentes motivos, Mario, Luigi, Peach, Rosalina, Daisy y Pauline terminan viviendo en la misma casa a sus 18 años. Aquí se conoceran, y tendran que aprender a vivir juntos. ¿Que secretos oculta cada uno? ¿Que aventuras viviran? ¿Habra espacio...