Capitulo 16

404 28 54
                                    

Ale regresó a su casa y se dirigió a su habitación, en donde se quedó recostado en su cama, meditando sobre lo que había pasado.

Ale (en su mente) : 'Así que Rosalina es la estrella. Tal vez por eso su papá recurrió a Polari para su protección en la ciudad, y supongo que se le escapó al viejo destello la posibilidad de que ella fuera parte de los cinco. Me sabe mal por borrarle la memoria a Mario también, pero eso habria puesto mi identidad en peligro. Por ahora, es mejor que el mundo siga creyendo que solo hay cuatro hijos de científicos y no cinco.'

El joven científico se levantó y decidió cambiarse, quitandose la camisa. En su espalda se podía ver una marca negra en forma de varias líneas interconectadas entre ellas, las cuales terminaban en círculos. Estas no tenían curvaturas, e iban de la parte baja de su espalda hasta cerca de su cuello.

Ale (en su mente) : 'Lana es el fénix, Mario el dragón, y Rosalina la estrella. Ya solo falta que aparezca el león y los cinco estaremos juntos de nuevo. Solo espero poder convencer a Rosalina de unirse a nuestra causa antes de que Temebrum la encuentre ... de los otros cuatro, sus poderes son los que más me preocupan.'

Mario:

El grupo regresó a la gran casa ya en la noche. Al llegar, Daisy fue directo a la refri y sacó una cerveza, movimiento que Mario decidió imitar.

Daisy (le da un trago a la lata) : Y ¿que te pareció la ciudad?

Mario : Pues, ha cambiado bastante desde la última vez que estuve aquí.

Daisy : Sí, la ciudad cambia constantemente.

Ambos se quedaron en silencio, escuchandose únicamente los sorbos que le daban a sus latas. Así fue durante unos segundos, hasta que Daisy habló.

Daisy : Lamento haberte despertado de esa forma.

Mario : ¿Disculpa?

Daisy (molesta) : Que ... lamento haberte asaltado sexualmente para despertarte ¿contento?

Mario (disfrutando el momento) : La verdad es que sí.

Daisy le dio un golpe en el hombro a Mario.

Daisy : Pero tampoco lo disfrutes tanto ¿eh?

Mario (sobandose el hombro) : Mensaje captado.

Daisy (desvía la mirada) : Es solo que ... ... ... nada, olvidalo.

Daisy se terminó lo que quedaba de la lata de un solo trago, tras lo que sacó otra y la abrió. Salió de la cocina empujando a Mario con su hombro, y subió rápidamente a su habitación.

Mario (da otro trago a su lata) : Daisy ... ¿que pasa contigo?

Al día siguiente, bendito lunes, las personas que iban a la universidad siguieron la misma rutina de siempre. Mario, sin embargo, se levantó un poco más tarde que de costumbre, pues su despertador se atrasó en su reloj. Una vez que se despertó completamente, fue a darse un baño y se colocó la ropa que usaba para entrenar con Daisy, con quien ya habia hecho las paces ... más o menos.

Una vez que estuvo listo, se dirigió a las gradas pasando por las habitaciones de las chicas, y fue allí donde todo se tornó raro. Al pasar cerca de la habitación de Daisy, escuchó ruido saliendo de esta. Al principio no distinguió que era, por lo que pegó un poco su rostro a la puerta, y luego de concentrarse, pudo dar con el origen de los sonidos: eran gemidos de Daisy. Sorprendido y algo disgustado, se alejó de la puerta rápidamente y bajó a la cocina, en donde sacó una lata de cerveza y se la empinó de dos tragos.

Todos bajo el mismo techo (Marioxharem)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora