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Luego de unos minutos recostado en mi pecho, se puso de pie y fue a buscar un jugo, de esos que bebe siempre y se acerco de nuevo para ponerse sobre mi.

Pasamos el resto de la mañana mimandonos mientras él me daba besos yo despeinaba su cabello o le hacia un rodete para que su cuello quedara al descubierto y poder mordisquearlo

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Pasamos el resto de la mañana mimandonos mientras él me daba besos yo despeinaba su cabello o le hacia un rodete para que su cuello quedara al descubierto y poder mordisquearlo.
Este comenzó a besarme con pasión, me tocaba, sus manos recorrian mi cuerpo, estaba excitandome...de nuevo.

T/N: Shota...acabamos de hacerlo!

Aizawa: Si pero te pusiste uno de mis pantalones asi que tengo que reclamarlo y por otro lado, hasta el jueves o viernes no tendré tu cuerpo de nuevo.

Me besaba, mordia mi cuello, tocaba mis pechos, me susurraba cosas al oido. Levanto mi remera para poder darle atención a mis pechos, sus dedos jugaban con mi pezón mientras que su boca succionaba el otro, cada tanto dejaba mordidas.

T/N: Oye si vamos a hacer esto quiero que me castigues.

Dibuje una sonrisa picara.

Él se acerco a mi oido y con su voz masculina dijo

Aizawa: Eso tendrás entonces.

Me tomo de la mano para llevarme a la habitación o eso pensaba.
Puso mis manos sobre el desayunador, las junto y las presionaba con una de sus manos mientras que la otra buscaba mi entrepierna, llego al lugar deseado para darle las atenciones que merecía.
Mis piernas temblaban hasta que el pelilargo las abrio, introdujo su erección y las embestidas comenzaron, fuertes y rápidas, me volvia loca.

T/N: Castigame Shota, más fuerte.

Decir eso hacia que Aizawa cumpliera con mis pedidos y así lo hacia. Nuestros cuerpos jadeaban y gemian al unisono, las penetraciones eran más y más fuertes hasta que no aguantamos más y llegamos juntos al climax.

El domingo llego asi que después de almorzar con Aizawa, me despedi de él

y volvi a mi departamento justo unos minutos antes de que la lluvia comenzara

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y volvi a mi departamento justo unos minutos antes de que la lluvia comenzara.
Abrí la puerta, acomode algunas cosas y luego puse la ropa a lavar luego fui al baño, una ducha caliente era lo que necesitaba para quitarme el frio, luego de que terminara de secarme el cabello. Cuando sali del baño y mire por la ventana la noche ya habia aparecido asi que fui a la cocina a prepararme un té mientras pensaba en los momentos que habia pasado con el pelilargo, sonreí. Unos segundos después, senti como una respiración en la nuca estremeció mi cuerpo.

Mis dias en la UADonde viven las historias. Descúbrelo ahora