La fiesta llego

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No crei que fuera tan dificil encontrar un vestido de fiesta, queria algo sencillo pero llamativo para poder usarlo de aqui a la eternidad, no volveria a comprar algo como eso.
Deslizaba mi dedo por la pantalla del celular pero no habia nada de mi agrado. El viernes tendria que comprarlo si o si, ya no tenia tiempo y la fiesta era este fin de semana.

Quien diria que una fiesta es tan estresante?

Dije en voz alta, sola en mi departamento, acostada en la cama que hacia unas horas habia compartido con Dabi, a penas eran las 10 de la noche, el sueño no queria apoderarse de mi, asi que decidi molestar a Aizawa. Envie un mensaje.

T: Duermes? anciano.

Instantaneamente respondio.

A: Quieres seguir acumulando castigos?
T: Depende en que forma me los des!
A: Sabes bien como serán si sigues siendo una gatita insolente.
T: Dejaras salir a los demonios? O vas a jugar solo?
A: Gatita...
T: Que? Estoy atenta leyendo la respuesta. Con o sin demonios?
A: Eres tan insolente, en verdad quieres desafiarme?
T: Sabes bien que no se me da eso de seguir ordenes.

NARRA AIZAWA

Cada mensaje que llegaba era una sonrisa que me arrancaba, en verdad es una provocadora innata. Le encanta enloquecerme y creo que en algun punto sabe que me tiene en sus manos.
Otro mensaje llego.

T: Entonces?...
A: Vas a comportarte?
T: No.
A: Entonces no hay demonios.
T: Entonces
No
Me
Tocaras
Hasta
El sábado.

Manda esos mensajes uno tras otros y mi cabeza exploto, queria ir a golpear su puerta y castigarla pero decidi provocarla como ella lo hace conmigo, es muy competitiva y no querrar perder en esto.

A: Sabia que encontrarias como escapar al miercoles.
T: Quien hablo de escapar?
A: Explicate.
T: Dije que no me puedes tocarme no que no ire a tu casa.

Maldita sea, cai en su juego como un niño y conociendola no dejara que lo olvide.
Hablamos un poco más de tonterías y se despidio de mi enviandome una foto de su mano entre sus piernas presionando uno de sus muslos y el titulo de la foto decia: "Me encantaría que fuera tu mano", al instante llego otro mensaje.

T: Cierto hasta el sabado no puedes.

No conteste nada a eso, ella sabe bien que significa, la imaginaba con una sonrisa de satisfacción que no se le quitara hasta el sábado en cuanto la haga mia de la manera más salvaje que se me ocurra.

Le dare lo que quiera para que no vuelva a pedirlo.

El miércoles llego, no puedo creer que me costara tanto el reto que me puso de no tocarla, cada vez que me acercaba se alejaba y me sonreia.
Todo eso no importaba, cuando la veia caminar junto a mi, hacia mi departamento, hicimos las compras, le compre de postre, ese pastel de chocolate que le gusta y su sonrisa era enorme, además de ser competitiva, provocadora es una golosa innata.
Sonrei con mis pensamientos.

T/N: Por que sonries?

Aizawa: Estaba pensando en ciertas cosas.

Puse la llave en la puerta y entramos, dejamos las compras en la cocina y fuimos al sofá.

Aizawa: Si sabes que vamos a dormir juntos no?

T/N: Si, pero ese es problema tuyo.

Mis dias en la UADonde viven las historias. Descúbrelo ahora